martes, 28 de julio de 2020

Los 80 años del llamado de De Gaulle a la resistencia.-a

Moneda de 2 euros conmemorativa 2020 para Charles de Gaulle.
El diseño de la moneda representa dos perfiles de Charles de Gaulle en dos momentos diferentes en su vida. El perfil en segundo plano muestra a Charles de Gaulle como General de los Ejércitos durante el llamamiento del 18 de junio o durante la liberación de París. El perfil en primer plano representa a Charles de Gaulle durante su segundo mandato presidencial que duró siete años. Las letras RF, abreviatura de República Francesa, aparecen integradas dentro de la composición, la Letra F se muestra dentro de una cruz de Lorraine, símbolo de la Francia libre elegida por el general de Gaulle en 1940. En la parte inferior figuran la marcas de ceca. En la corona circular figuran las doce estrellas de la Unión Europea.

Introducción

El presidente francés, Emmanuel Macron, visitó Londres para celebrar el aniversario del llamamiento del general Charles de Gaulle a la resistencia en 1940, en tiempos de guerra contra III Reich.
La visita del presidente Emmanuel Macron este 18 de junio de 2020, su primer viaje fuera de Francia desde la pandemia del coronavirus, marca el 80 aniversario del discurso por radio del general Charles de Gaulle a la nación francesa, en el que sentó las bases de la Resistencia.
La 'BBC' transmitió el discurso desde Londres el 18 de junio de 1940, poco después de la invasión nazi a Francia, y con la bendición del líder británico Winston Churchill .
Macron, que estuvo acompañado por el Príncipe Carlos y la Duquesa de Cornualles, otorgó la Legión de Honor, la distinción más alta de Francia, a la ciudad de Londres.
A su vez, Gran Bretaña otorgó medallas a cuatro combatientes de la Resistencia francesa:


Edgard Tupet-Thome, Daniel Cordier, Hubert Germain y Pierre Simonet, todos entre los 98 y 100 años de edad. No estuvieron presentes pero recibirán sus premios en Francia más adelante.
Los cuatro condecorados son los únicos titulares sobrevivientes de la Croix de la Libération (Cruz de la Liberación), un honor otorgado por De Gaulle a 1.038 hombres y mujeres que se distinguieron en la lucha por la liberación de Francia.

Desde el discurso radiado que inició la resistencia, el mito de De Gaulle no ha dejado de crecer en Francia

Se acercó al micrófono para comprobar que funcionaba y pronunció dos palabras, solo dos: “La France”. Después, leyó un discurso de cinco minutos. Y entró en la Historia.

El jueves 18 de junio, se cumplen 80 años del Llamamiento del 18 de junio de 1940. Charles de Gaulle, un militar semidesconocido de 49 años recién ascendido a general y apoyado por un puñado de fieles, se dirigió a sus conciudadanos desde los estudios londinenses de la BBC. Las tropas de la Alemania nazi habían entrado en París. El mariscal Pétain, al frente del Gobierno francés, había ofrecido el armisticio a los invasores. Francia estaba humillada. El discurso de De Gaulle —poco escuchado en su momento— fue la primera piedra de la resistencia y del mito gaulliano, lo que el historiador de Oxford Sudhir Hazareesingh describe como “la última gran religión laica nacional”.
“No hay que olvidar que De Gaulle es un autor, un escritor, un gran estilista”, dice el editor Jean-Luc Barré, quien participó en la edición de las Memorias del general en la prestigiosa colección literaria La Pléiade y escribió Devenir De Gaulle. 
“En el discurso hay un impulso al estilo de Victor Hugo, una forma de lirismo, un gran resplandor”, opina.

De Gaulle pertenece a un tipo particular de personajes: los que escriben la novela de su historia al mismo tiempo que la protagonizan; los que, todavía en vida, edifican su mito. El discurso de Londres fue el primer momento decisivo de la monumental novela gaulliana. El segundo ocurriría en 1958, después de años de exilio interior, con la fundación de la V República, el régimen presidencialista —o “monarquía electiva”, en palabras del historiador Michel Winock— que ha dado seis décadas de estabilidad a Francia y, al mismo tiempo, un sistema rígido y poco flexible.

“De Gaulle se ha convertido en una especie de símbolo de lo que la élite y el pueblo en general ven como la forma más idealizada de la política”, señala Hazareesingh, autor de In the Shadow of the General: Modern France and the Myth of De Gaulle.

Y De Gaulle es un ideal, tanto porque se considera que dedicó su vida a defender la nación francesa como porque se considera que encarna virtudes políticas como la determinación, la valentía, el rechazo a aceptar las injusticias, todo aquello que a los franceses les gusta pensar que representan”, prosigue.

Ya no existe un partido estrictamente gaullista o neogaullista, pero casi todo el espectro político se reclama de De Gaulle. Incluso Marine Le Pen, líder de Reagrupamiento Nacional, heredero del ultraderechista Frente Nacional —fundado por pétainistas y miembros de grupúsculos que atentaron contra el general por negociar la independencia de Argelia—, se declara gaullista. El miércoles dio un breve discurso en la isla de Sein, de donde zarparon marinos bretones siguiendo el llamamiento del general. El presidente francés, Emmanuel Macron, se desplazará a Londres para conmemorar la efeméride.
Barré, que se declara gaullista desde la adolescencia, previene contra la tentación de apropiarse de la herencia:

 “El gaullismo no es una ideología. Es un comportamiento, una exigencia que consiste en tener una cierta idea de los valores patrióticos y una capacidad de apertura al mundo”.
 Y remata: 


“El gaullismo no es un partido: es Francia. No es una cuestión de izquierdas o derechas, sino de unir con ideas fuertes a un país difícil de unir”.


Edgard Tupet-Thome

Edgard Tupët-Thomé, nacido Tupët le 19 de abril de 1920 en Bourg-la-Reine, es un soldado francés, compañero de la Liberación.

Gran Cruz de la Legión de Honor  ( 30 diciembre 2017)
Compañero de la Liberación (decreto del 17 de noviembre de 1945).
Croix de guerre 1939-1945 (6 citas).
Cruz Militar ( Reino Unido ).
Medalla del Rey al Valor en la Causa de la Libertad (Reino Unido)
Caballero de la Orden de Orange-Nassau ( Países Bajos )
Cruz de guerra holandesa.
Orden del Imperio Británico  (2020).

Nota: Falleció el  9 Septiembre 2020

 Daniel Cordier


Daniel Cordier, nacido en Burdeos el 10 de agosto de 1920 , es un luchador de resistencia francés, comerciante de arte e historiador.
Gran cruz de Legión de honor 

Compañero de la Liberación, 20 de noviembre de 1944; Canciller de Honor de la Orden de la Liberación desde 2017.
 Croix de Guerre 1939-1945 .
Orden del Imperio Británico (2020).

Nota: Falleció el 10 de agosto de 1920

 Hubert Germain

Hubert Germain , nacido el 6 de agosto de 1920 en París , es un francés miembro de la resistencia y político .

Gran Cruz de la Legión de Honor (31 de diciembre de 2017)
 Compañero de la Liberación ( 20 de noviembre de 1944)
Croix de guerre 1939-1945 .
Medalla de la resistencia Medalla de la resistencia francesa .
Orden del Imperio Británico (Civil) 

Nota: Es el ultimo miembro de Orden de la Liberación vivo.

 Pierre Simonet


Pierre Simonet , nacido el  27 de octubre de 1921 a Hanoi ( Indochina francesa ), es un militar y oficial francés.
Gran Cruz de la Legión de Honor (2019)
Gran Oficial de la Legión de Honor (2014).
Comandante de la Legión de Honor (1996).
 Compañero de la Liberación (27 de diciembre de 19454 )
 Croix de guerre 1939-1945 (7 citas).
Medalla de la resistencia francesa .
Medalla colonial.
 Orden del Imperio Británico (2020).

Nota: Falleció el 5 noviembre 2020

Llamamiento del 18 de junio
moneda conmemorativa de 70 años

El Llamado del 18 de junio es el nombre que recibe el discurso que el general De Gaulle pronunció en la BBC, la radio gubernamental británica, el 18 de junio de 1940 (grabado hacia las 18 horas, transmitido el mismo día a las 22.00 y retransmitido al día siguiente hacia las 16.00). Desde ese día, esta alocución radiofónica se cuenta entre las más célebres de la Historia de Francia.
Este discurso es un llamado a la resistencia del pueblo francés tras la derrota y la invasión por  III Reich aleman; supone igualmente una reacción a la petición de armisticio por parte del general Pétain, el 17 de junio de 1940.
En realidad el discurso del 18 de junio tuvo escaso auditorio, pero resultó fundador y emblemático, ya que permitió a Charles de Gaulle presentarse como el jefe de la Francia Libre, en oposición al régimen colaboracionista de Vichy.
El discurso del 18 de junio pasó casi desapercibido en Francia, donde la confusión y la desmoralización de civiles y militares alcanzaba su punto más grave, y pocos tenían interés en oír la radio inglesa en esas circunstancias. El posterior discurso del 22 de junio de De Gaulle (donde repite con otras palabras las ideas del Llamamiento original) tuvo más impacto popular pues para entonces el público francés ya sabía que el gobierno Pétain había capitulado ante Hitler mientras que De Gaulle en Londres postulaba todo lo contrario. La posterior condena a muerte emitida por la Francia de Vichy contra De Gaulle el 2 de agosto de 1940 terminó por cimentar en el público francés el carácter fuertemente simbólico del Llamado del 18 de junio.




Discurso 

Los jefes que desde hace varios años están al mando del ejército francés, han formado un gobierno. Ese gobierno, alegando la derrota de nuestro ejército, estableció comunicación con el enemigo para cesar los combates.

Por supuesto, hemos estado, y estamos hundidos por la fuerza mecánica, terrestre y aérea del enemigo.

Infinitamente más que su número, los tanques, los aviones, [y] la táctica de los alemanes nos hace[n] retroceder. Los tanques, los aviones, [y] la táctica de los alemanes han sorprendido a nuestros mandos, al grado de llevarlos a la situación en la que hoy se encuentran.

Pero, ¿se ha dicho la última palabra? ¿La esperanza debe desaparecer? ¿La derrota es definitiva? ¡No!

Créanme, a mí, que les hablo con conocimiento de causa y les digo que nada está perdido para Francia. Los mismos medios que nos han vencido pueden darnos un día la victoria.

¡Pues Francia no está sola! ¡No está sola! Tiene un vasto imperio de su lado. Puede formar bloque con el Imperio Británico que domina el mar y continúa la lucha. Puede, como Inglaterra, utilizar sin límites la inmensa industria de los Estados Unidos.

Esta guerra no se limita al triste territorio de nuestro país. Esta guerra no se decidió en la Batalla de Francia. Esta guerra es una guerra mundial. Todos los errores, todos los retrasos, todas los sufrimientos no impiden que haya, en el universo, todos los medios necesarios para aplastar un día a nuestros enemigos. Aplastados hoy por la fuerza mecánica, podemos vencer en el futuro con una fuerza mecánica superior. El destino del mundo está en juego.

Yo, el General De Gaulle, actualmente en Londres, invito a los oficiales y a los soldados franceses que se encuentren en territorio británico, o que ahí vinieran a encontrarse, con sus armas o sin ellas; invito a los ingenieros y obreros especialistas de la industria de armamento que se encuentren en territorio británico, a ponerse en contacto conmigo.

Pase lo que pase, la llama de la Resistencia Francesa no debe apagarse y no se apagará.

Mañana, igual que hoy, hablaré en la Radio de Londres.

Charles de Gaulle



"De Gaulle, el  mito nacional, sera el único recordado por  su gran labor, en la residencia francesa  y  la Francia libre durante segunda guerra mundial, contra los nazis."



 Charles De Gaulle
Charles André Joseph Marie De Gaulle

( Lille, 1890 - Colombey-les-Deux-Églises, 1970) Militar y político francés, líder de la «Francia libre» durante la Segunda Guerra Mundial y creador de la Quinta República. Nacido en una familia católica de clase media, siguió la carrera militar entre 1909 y 1912. Combatió en la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y luego fue destinado a auxiliar al ejército polaco en su guerra contra la Rusia soviética (1920). Hizo su carrera bajo la protección del general Philippe Pétain, que le promovió a cargos de responsabilidad antes de romper relaciones en 1938 por un asunto de plagio; sin embargo, De Gaulle ascendió con lentitud, pues se hizo notar como un joven ambicioso e indisciplinado, que criticaba las directrices de la defensa nacional y publicaba pretenciosos tratados de estrategia y filosofía militar.

Cuando en los inicios de la Segunda Guerra Mundial se produjo la invasión alemana de Francia (mayo de 1940), De Gaulle demostró cierta brillantez estratégica al mando de una unidad acorazada, pero no pudo evitar ser derrotado ante el avance arrollador de la «guerra relámpago» alemana. En aquel momento de derrota, sin embargo, obtuvo la doble victoria personal de ascender a general y acceder a un primer cargo en el gobierno (subsecretario de la Guerra) por su amistad con el nuevo primer ministro, Reynaud. Nada pudo hacer en aquel puesto, pues la derrota causó la caída del gobierno Reynaud, y su sucesor, Philippe Pétain, se apresuró a firmar la paz con Hitler y a aceptar la ocupación alemana de la mayor parte de Francia, estableciendo sobre el resto el régimen colaboracionista de Vichy.

De Gaulle se refugió en Londres, lanzando a través de la radio un llamamiento a los franceses para continuar la resistencia contra Alemania. Aunque carecía de apoyos, fue reconocido por Churchill como representante legítimo de la «Francia libre» ante los aliados. Hizo valer su liderazgo sobre los movimientos de resistencia del interior, al tiempo que lograba el control de algunas colonias francesas para contar con territorios y ejércitos propios que justificaran su papel en la guerra. Adoptó una postura intransigente en defensa de la dignidad e independencia de Francia, reclamando ser tratado en pie de igualdad por Gran Bretaña y Estados Unidos; ello dificultó las relaciones con los aliados, sobre todo con el presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt, que desconfiaba del ambicioso general y de sus tentaciones autoritarias.

Fueron los americanos los que dejaron a De Gaulle al margen del desembarco aliado en el norte de África, sustituyéndole por el general Henri Giraud. Pero De Gaulle se impuso a Giraud como jefe del gobierno francés en el exilio, al reunir a su alrededor a representantes de los antiguos partidos (incluidos los comunistas) con sus promesas de restablecer la democracia e introducir mejoras sociales (1943).

Tras el desembarco de Normandía, De Gaulle se instaló en Francia al frente de un gobierno provisional de concentración (1944) y procedió rápidamente a afirmar el poder central y a depurar a los colaboracionistas. Recogió los frutos de la victoria aliada, consiguiendo para Francia el tratamiento de gran potencia que pretendía, al obtener una zona de ocupación en Alemania, así como un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. Pero hubo de dimitir en 1946, en desacuerdo con la Constitución de la Cuarta República, en la que habría querido introducir un poder ejecutivo más fuerte frente a la insistencia de los demás partidos en la preponderancia democrática del Parlamento.

Desde entonces encabezó un movimiento de oposición que contribuyó a acentuar la inestabilidad política de la que acusaba a la Cuarta República. Al no obtener el triunfo electoral que esperaba, se retiró de la política en 1953, dejando sin embargo que sus partidarios mantuvieran vivo el movimiento «gaullista». La guerra de Argelia le permitió volver al poder: ante el avance del movimiento independentista, los partidarios de mantener la presencia francesa en Argelia dieron en 1958 un golpe de Estado con participación gaullista. Para evitar el establecimiento de una dictadura militar, los dirigentes de la República aceptaron llamar al gobierno al general De Gaulle, como pedían los sublevados. Con la oposición de la izquierda, obtuvo del Parlamento plenos poderes y el encargo de preparar una revisión constitucional.

La resultante Constitución de 1958 dio lugar a la Quinta República, que perdura en Francia hasta nuestros días; sus instituciones fueron hechas a la medida de De Gaulle y reflejan su pensamiento a medio camino entre la tradición republicana y el autoritarismo bonapartista: todo se centra en la figura del presidente, dotado de amplísimos poderes y elegido (por sufragio universal desde 1962) para un largo mandato.

El propio De Gaulle ocupó la presidencia desde 1958 hasta 1969; su labor se centró en recuperar el protagonismo internacional que correspondía a la «grandeza» histórica de Francia; la base para conseguirlo fue la estabilidad política creada por la Constitución del 58 y por su propia permanencia en el poder. Una vez liquidado el espinoso problema de Argelia (a la que concedió la independencia en 1962), intentó emancipar a Francia de la tutela norteamericana rompiendo la lógica bipolar de la «guerra fría»: dotó a Francia de armas nucleares, sacó al país de la estructura militar de la OTAN, vetó el ingreso de Gran Bretaña en la Comunidad Económica Europea y estableció relaciones con la China comunista.

Pero su conservadurismo en materia económica y social llevó al «mayo francés», un estallido de descontento obrero y juvenil que en 1968 amenazó los fundamentos de su régimen; intentó recomponerlo sometiendo a referéndum un proyecto de reforma constitucional, pero al ser derrotado en la consulta dimitió como presidente.

La Generación de la Guerra ha desaparecido.

Los combatientes de la segunda guerra mundial  que tenían 18 años en 1939, ahora tiene 100 años de edad, en su mayoría han desaparecido de la historia, ya son un recuerdo de la historia.   
Las personas que tiene recuerdo de la guerra deben haber nacido antes del año 1939, ahora deben tener mas 81 años; Los niños de la guerra, nacido en 1930, que tiene  recuerdo, tiene que tener  90 años.

1 comentario:

  1. Charles De Gaulle, te convertirte en mito de la república francesa, patriotismo y nacionalismo francés

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