miércoles, 30 de septiembre de 2020

El franquista "siniestro" que presidió La Caixa durante 32 años.-a


La Caixa o Fundación Bancaria la Caixa es el nombre por el que se conoce a la Fundación Bancaria Caja de Ahorros y Pensiones de Barcelona (Fundació Bancària Caixa d'Estalvis i Pensions de Barcelona en catalán),​ una fundación bancaria española. Su sede social se ubica en Palma de Mallorca desde 2017.

Se trata de la entidad resultante de la trasformación de la Caja de Ahorros y Pensiones de Barcelona, "la Caixa", en fundación bancaria, realizada en 2014 para cumplir con la Ley de Cajas de Ahorros y Fundaciones Bancarias (Ley 26/2013, de 27 de diciembre).

Es la principal accionista de CaixaBank, con un 30,00 % del capital (a través de Criteria Caixa). Su misión principal, además de ejercer la labor financiera a través de esta sociedad, es la gestión de la obra social y cultural heredada de la caja de ahorros.


El hombre que presidió La Caixa durante 32 años apenas merece una mención de pasada en la web corporativa de la entidad. No hay cuadro de honor en la casa para Miguel Mateu y Pla, la persona que más años ha ostentado el cargo institucional. 

En Cataluña, desde siempre, ser presidente de La Caixa ha dado prestigio y, sobre todo, poder. Aunque Mateu y Pla nunca necesitó el cargo para sentirse poderoso. Porque nació en familia acaudalada e influyente y supo cultivar amistades de altos vuelos. La más insigne, la de Francisco Franco, su amigo -de verdad- durante tres décadas. 

Para Miguel Mateu y Pla, el despacho en la sede de La Caixa era sólo uno más de los muchos que ocupó en su boyante trayectoria. Fue alcalde de Barcelona y embajador en París. Y procurador en las Cortes. Y presidente de la Agencia EFE y la patronal Fomento del Trabajo. Y tuvo despacho hasta en un castillo –su castillo-, el de Peralada, donde compartió veladas íntimas con el Caudillo, rodeados de arte exquisito, a orillas de los viñedos del Ampordá.

Mateu y Pla nació rico y murió más rico aún. Su padre era Damián Mateu, industrial exitoso que pasaría a la historia del motor en España por ser uno de los padres de la mítica Hispano Suiza. De aquella factoría salieron los primeros coches de lujo fabricados en España (hoy sueño de coleccionistas). La empresa catalana acabaría vapuleada por la guerra y engullida en la posguerra por el Instituto de Industria (INI). Pero sus años dorados, a principios del siglo XX, sirvieron para enriquecer a los Mateu.

El encargado de engordar las arcas familiares fue Miguel. Se formó en la Universidad de Barcelona y aderezó su currículo con estudios en Estados Unidos y Francia. En la década de los 20 ya era un miembro destacado de la élite catalana. Tenía contactos ilustres en la iglesia (su tío era Enrique Plá, arzobispo de Toledo y Primado de España); y, por supuesto, en el mundo de los negocios: se crió rodeado de empresarios y acabó casándose con la hija del hombre fuerte de la alemana Basf en España (Julia Quintana).

Su fortuna era tal que, en 1923, le compró el castillo a los condes de Peralada, cuyos cimientos se plantaron en la Edad Media. El edificio histórico se convirtió rápidamente en el símbolo del poderío familiar. Miguel Mateu era -como recuerda la web corporativa de la familia- «uno de los mayores coleccionistas de su tiempo». «Don Miguel hizo de Peralada su particular centro de arte, reuniendo allí sus colecciones de vidrio, pintura, cerámica, etc», explica la compañía, convertida en la actualidad en uno de los principales productores de vino de la región -entre otros negocios- y dueña del famoso casino cobijado en un ala del castillo.

Por Peralada pasaron los personajes más ilustres de los años 20, de la esfera cultural a la política y, por supuesto la empresarial. Y del castillo tuvo que huir Mateu cuando estalló la guerra. Su estrecha relación con Franco le blindó frente al enemigo rojo. Gracias a ellos, logró cruzar al lado de los rebeldes e instalarse junto al líder de la revuelta militar.

El empresario vio desde la distancia, como miembro destacado de la cohorte de Franco, cómo sus propiedades cambiaban de manos. La fábrica de coches -pulmón del negocio familiar- fue nacionalizada por el president Lluis Companys, después de que la tomaran huestes exaltadas de la CNT (en la incautación murió el administrador).

La guerra civil sirvió para que Miguel Mateu reforzará aún más su amistad con Franco. El periodista Lluc Salellas recuerda en su libro El franquisme que no marxa cómo le definía en su día Josep Pla.

«Un personaje siniestro, un burgués dominado por el miedo, por un ansia económica sin límites, el auténtico representante del franquismo en Catalunya”, escribió el famoso escritor catalán.

La victoria de Franco abrió una etapa de gloria para Mateu. Además de recuperar sus legítimas propiedades, no regresó a Barcelona como un ciudadano más, sino como alcalde. Gobernó la Ciudad Condal en los primeros años de la posguerra, entre 1939 y 1945. El glamour regresó al Castillo de Peralada, cuyos salones serían testigos de encuentros políticos de alto nivel. Hasta allí se desplazaron los enviados de Adolf Hitler para dialogar con el gobierno franquista sobre la ocupación de Francia. Y en una de sus alcobas durmió Franco en 1940, de camino a su encuentro con Benito Mussolini en Bordighera.

Fue justo ese año cuando La Caixa le ofreció el sillón de presidente. 

«Con el inicio de la Guerra Civil española, se viven unos años convulsos y de estancamiento. Con ella, Miguel Mateu y Pla, empresario y alcalde de Barcelona, es nombrado nuevo presidente de la entidad», explica CaixaBank en un documento titulado «Historia del grupo» y publicado en la web corporativa.

La entidad había nacido en 1904 de la mano de Francesc Moragas, bautizada como Caja de Pensiones para la Vejez. Contaba con el apoyo de «diversas entidades de la sociedad civil catalana», con el objetivo de « estimular el ahorro y la previsión».

El negocio de la caja se asentó pese al agitado panorama político y económico de la primera mitad del siglo. Empezaron por abrir oficinas de cara al público, luego dieron el salto a Baleares y tomaron la acertada decisión de integrar plenamente y profesionalizar la Obra Social (en la actualidad no sólo pervive, sino que dedica más de 500 millones anuales a proyectos sociales y culturales).

Acabada la Guerra Civil, la entidad tenía por delante el reto de crecer en un país destrozado, en lo económico y en lo anímico. La Caixa dejó la estrategia en manos de su director general, Josep María Boix, quien había cogido las riendas tras la muerte del fundador. Y entregó al alcalde de Barcelona la presidencia, de carácter institucional.

Miguel Mateu la ostentaría hasta su muerte en 1972. Durante sus 32 años de presidente hubo dos directores generales que movieron las palancas de la estrategia. Primero Boix y más tarde Enrique Luño Peña, un aragónes a quien se encomendó la tarea de mantener el negocio financiero alejado de las tentaciones de los políticos, locales y nacionales. La misión no podía ser más espinosa, teniendo en cuenta que la propia entidad estaba presidida por un político con enorme peso en el establishment.

Así lo recordaba su sucesor, Josep Vilarasau, en un artículo publicado en La Vanguardia tras la muerte de Luño, en 1985. «Durante su mandado, La Caixa mantuvo su independencia ante los diversos grupos de presión políticos y económicos. Un conservador tradicionalista como Luño Peña rehusó enrolar La Caixa en ninguna órbita de las que entonces luchaban por el poder», escribía Vilarasau. «Y no la sometió tampoco a ningún grupo económico. Y ello pese a que un régimen político como el entonces imperante en nuestro país reducía inevitablemente el margen de independencia de toda institución que tuviera una proyección importante».

Durante tres décadas, Mateu dejó hacer a quien sabía de finanzas. Entre 1945 y 1947 ejerció de presidente a distancia, ya que Franco le envió a París como embajador. En la capital francesa trabajó duro: la embajada proyectó decenas de informes y reuniones dirigidos a mejorar la imagen del régimen en el exterior.

Cuando volvió a Barcelona, ya era una reverencia para la burguesía catalana. Y para la madrileña: fue procurador en las Cortes durante 24 años, como consejero nacional de la Falange.

Fainé gana la partida: la jugada definitiva del ‘último mohicano’ de la banca española.

Carmen Mateu 

Miguel Mateu murió tres años antes que su amigo Francisco Franco. Dejó tras de sí un importante emporio empresarial que crecería de la mano de su hija Carmen, una de las grandes mecenas de la cultura catalana y fundadora del conocido Festival Castell de Peralada.

Cuando murió, en 2018, Carmen Mateu contaba con grandes distinciones, de la medalla de Oro del Cercle del Liceu a la Creu Sant Jordi de la Generalitat. El Consejo de Ministros también le concedió la medalla de Oro del Mérito a las Bellas Artes. La empresaria murió sin poder recogerla el mismo año en que el Ayuntamiento de Barcelona le retiraba una distinción idéntica a su padre.

Miguel Mateu y Pla (Barcelona, 1898-Barcelona, 1972) también conocido con el apodo de Mateu dels Ferros, fue un financiero, empresario y político español. Alcalde de Barcelona (1939-1945), embajador en París (1945-1947), presidente de la compañía automovilística Hispano-Suiza (1935-1945), presidente de la Caja de Pensiones, "la Caixa" (1940-1972), presidente de la patronal catalana Fomento del Trabajo Nacional (1952-1972), fue consejero nacional de Falange Española y Procurador en Cortes (1943-1972).


El viernes 27 de abril de 2018, el pleno del consistorio, encabezado por Ada Colau, aprobó la retirada de la medalla de oro de la ciudad. Así justifica el Ayuntamiento de Barcelona la medida: 

«Miquel Mateu Pla fue el primer alcalde falangista de la ciudad y máximo responsable de la represión de los trabajadores municipales. El proceso se produjo al amparo de la ley franquista para la depuración de los funcionarios y las funcionarias públicos de 10 de febrero de 1939 sin las mínimas garantías de defensa para las personas implicadas».

El consistorio recuerda cuál fue el resultado de la purga:

 «Más de 922 funcionarios y funcionarias fueron destituidos, algunos por incomparecencia, ya que se exiliaron o renunciaron a los cargos cuando supieron que estaban marcados como republicanos; y 696 personas más fueron sancionadas e incluso inhabilitadas por cargos de mando.

La retirada de la medalla fue acompañada de otra medida aprobada el mismo día por el pleno: la anulación de 1.618 expedientes de depuración. Ese viernes de 2018, Miguel Mateu, héroe para el bando franquista, quedó registrado como villano en la historia oficial de la ciudad.

Distinciones

Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica

Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad (1948)

Gran Cruz de la Orden de Cisneros (1964)

Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco (1964)

Gran Cruz de la Orden Civil del Mérito Agrícola (1966)




DOCUMENTACIÓN INÉDITA

La actividad del exalcalde de Barcelona como embajador en París en 1945.
Los papeles inéditos de Miguel Mateu.

JOSEP PLAYÀ MASET
BARCELONA
01/05/2017

El archivo del monasterio de Poblet es noticia porque gracias a un acuerdo con la Generalitat pasará a ser una sección territorial del Arxiu Nacional de Catalunya con autonomía propia. El convenio facilitará el tratamiento archivístico, la digitalización y difusión de los fondos que incluyen el archivo monástico, el de la Casa Ducal de Medinacelli y el archivo Montserrat Tarradellas, creado por el president Tarradellas y enriquecido con otros 62 fondos entre los que destacan los de Lluís Gausachs, Jaume Miravitlles, Carles Sentís, Joan Antoni Samaranch, Josep M. Bricall, Manuel Ortínez, el general Batet y Paul Preston.
La última incorporación al archivo de Poblet son los fondos del abogado y exdiputado Jorge Trias, tal como ya informó este diario (26/III/2017). Son 163 cajas de documentos, mayoritariamente referidos a su padre, Carlos Trias, falangista de primera hora y teniente de alcalde de Barcelona entre 1939 y 1945. Pero también hay parte del archivo personal de Jorge Trias y nueve cajas relacionadas con el empresario y político Miguel Mateu Pla (1898-1972).
La documentación relacionada con Miguel Mateu es prácticamente inédita y se relaciona con los periodos en que fue alcalde de Barcelona (1939-1945) y los dos años en que fue embajador de España en Francia (1946-1947. Es un material imprescindible para entender la posguerra y para la biografía de un personaje clave dentro del franquismo, exponente de la burguesía catalana que apoyó al Caudillo. La relevancia de estos fondos para los historiadores queda de manifiesto en algunos de los informes y documentos que se relacionan a continuación.

Protestas contra los consulados

El 16 de noviembre de 1944 Franco nombra embajador de España en París a Miguel Mateu, que acaba de dejar la alcaldía de Barcelona. La ayuda de los exiliados republicanos a la resistencia francesa y la estrecha relación entre los maquis y los comunistas eran un quebradero de cabeza para el franquismo. Y Mateu, por sus contactos empresariales, podía romper el aislamiento de España. Según un documento, su sueldo personal era de 27.000 pesetas anuales, más 90.000 por “gastos de representación´”.
Nada más llegar a París, Miguel Mateu empezó a desplegar una gran actividad. Enviaba informes a diario al gobierno de Franco. Informaba sobre la situación política internacional y cuestiones relacionadas con los refugiados españoles (completados con dossieres del policía Pedro Urraca, el mismo que detuvo a Companys). Se quejaba, por ejemplo, de las manifestaciones de protesta contra los cónsules españoles, de la presencia de “guerrilleros desarmados que pululan por Toulouse” y del sindicato de policía de Perpiñán, que “ha tomado el acuerdo de negarse a cumplir las órdenes que pudieran dársele para proteger al cónsul de España”.
Miguel Mateu intentó un acercamiento a los aliados y romper la imagen de una España prohitleriana. En una de sus primeras notas pide que se desmienta “la patraña” de que barcos alemanes se han abastecido en los puertos del Cantábrico. En otra, dice que se ha quejado al Quai d’Orsay por ataques de la prensa que atribuyen “al gobierno español el envío a prostíbulos de niñas arrancadas a sus hogares y por tratar de felones a los oficiales españoles”. En una nota del 5 de abril de 1945 dice que de 245 noticias de la prensa francesa sobre España, sólo seis son favorables.
Interesante es su advertencia sobre la llegada de los deportados internados en los campos de concentración de Buchenwald, Bilsen y otros.
“Las manifestaciones de estos deportados no pueden ser más terribles para los alemanes. Han cometido con ellos horrores de todas clases, y el clamor que este trato inhumano ha levantado aquí es general. Muchos vienen con sus número tatuados en los brazos. Se ha probado que en Buchenwald hubo un promedio de 300 muertes diarias”.
 Días después informa que ha llegado a París “el joven Jorge Semprún, hijo del ex gobernador civil de Toledo y cuñado de Maura”, detenido en Buchenwald.

En abril, recién acabada la guerra, llegan a París dos vagones llenos de naranjas para ser repartidos entre la población francesa. Era una iniciativa de Mateu, que pide que se repita, por su buena acogida (“es en los sectores pobres donde existe un ambiente más contrario a nosotros”). 
El 19/IV/1945 informa que en Francia hay de 2.000 a 2.500 mutilados republicanos y pregunta “si se pudiese encontrar una manera de ayudar un poco”
Se sabía que en el castillo de Peralada, propiedad de Miguel Mateu, se alojó Franco de camino hacia Bordighera para entrevistarse con Mussolini o que allí se celebró en 1940 una reunión con altos mandos nazis cuando estos ocuparon Francia. Pero los documentos de Poblet revelan una cumbre secreta entre la cúpula militar franquista y la gaullista, a punto de finalizar la Segunda Guerra Mundial. La iniciativa de Mateu pretendía que los militares franceses controlaran a los republicanos españoles que les habían secundado en su lucha contra los nazis, los desarmaran y alejaran de las frontera.
En un documento de cinco páginas, Mateu informa al ministro Félix de Lequerica del encuentro celebrado el 20 de enero de 1945 en Peralada, al que por parte española asistieron “los generales Ungría y Madariaga, los tenientes coroneles Moyano y Montesinos, el comandante Castro, el capitán Maristany, mi secretario y yo”. Y por parte francesa, “el general Caille, el cónsul general de Francia en Barcelona sr. Coiffard, el capitán Fontaine y el teniente Delon”. Hubo comida y una sobremesa que se prolongó dos horas. Hablaron de “la situación general de Francia y de la guerra, las actividades de los rojos españoles y la cuestión de Andorra”.
El general Caille, jefe de la frontera de los Pirineos, a quien define como “amigo y colaborador del general De Gaulle”, les explica que hay de 7.000 a 8.000 exiliados en el sur de Francia “perfectamente vigilados, prácticamente desarmados y, en su mayoría, alejados a 40 o 50 km de la frontera”. Reconoce que su manutención corre a cargo del gobierno francés y que cuentan con complicidades, razón por la que no pueden ser internados, como al parecer se le pide. En un momento dado se refiere a ellos como el “joli cadeau” que hizo España a Francia. Los militares españoles replican: “Mándenoslos usted para España”.
Según este informe, el general Caille añadió que “los rojos españoles tienen una ignorancia completa de lo que pasa y de lo que les pasaría en España”, y una discreta propaganda estimularía su repatriación. Por otra parte, el general se queja de que unas locomotoras francesas están retenidas en la frontera de Canfranc.
Mateu, en otra carta al ministro, informa de que a poco de llegar “me enteré de que en el campo de concentración de Noé se habían internado 24 guardias civiles y soldados que los individuos del maquis español, rechazados por nuestras fuerzas hace unos meses, habían traído con ellos en calidad de prisioneros”. La nota (17/III/1945) precisa que los 24 detenidos “han sido acompañados hasta la frontera por las autoridades militares francesas y han pasado por los Pirineos (Pont du Roy) el 22 de febrero ”. 
Fue su primer éxito diplomático como embajador.

Catalanes por raza y costumbre.

Cuando Miguel Mateu llega a la embajada se encuentra sobre la mesa el “conflicto de Andorra”. Un grupo de maquis ha intentado ocupar la radio de Andorra, y Francia tiene allí un centenar de gendarmes. España ha enviado también a la Guardia Civil. Entre los documentos de Poblet figura un informe de 14 páginas (Situación política social de los valles), fechado en Les Escaldes a 4 de febrero de 1945, que el jefe del destacamento de la Guardia Civil envía a las altas instancias políticas.
Para el jefe de la Guardia Civil el drama de Andorra es “el choque de una constitución política y social de la edad media con las exigencias de la vida moderna”. Empieza por decir que “Andorra era un país pobre”, pero “acaso no haga más de veinte años” empezó un gran cambio: explotación de hulla blanca, creación de la hidroeléctrica Fhasa [de la que era consejero Miguel Mateu], Ràdio Andorra, red de carreteras, hoteles, turismo... También señala el deseo de los andorranos de “conservar la independencia, no ser españoles ni franceses”, ya que “para ellos es substancial, porque ahí radica la base de su bienestar, logrado a base de las concesiones aduaneras y de las posibilidades de su intenso contrabando. Además gozan de una gran libertad, no pagan tributos apenas, ni están sujetos al servicio militar”
El jefe de destacamento sugiere enviar maestros catalanes para “españolizar con palabras catalanas”
En su descripción del país reconoce que “el idioma oficial es el catalán y la población es catalana por raza, por costumbres, por su cultura”. Y añade:
 “Del mismo modo que afirmamos que el territorio y la población son catalanes, mejor dicho españoles, es preciso aclarar que el Estado Español no tiene directamente ninguna soberanía de derecho y que esta corresponde íntegramente a los dos copríncipes”. 
De ahí que proponga actuar siempre a través de la mitra, incluso hasta el punto de poner el escudo episcopal sobre la bandera española. A otro nivel, pide reforzar la enseñanza para evitar que vayan más alumnos a la escuela francesa, como pasa en Canillo. Y sugiere enviar maestros catalanes porque dominan el habla de los andorranos (“es preciso españolizar con palabras catalanas”). También analiza el limitado papel de la policía andorrana (un jefe y seis policias), de la que dice que no controla nada. Y además, “el jefe bebe bastante y es incondicional de los franceses”.
“Si queremos hacerla española es preciso tratar de lograrlo con una política hábil y continua pero sin decirlo. Incluso si llegásemos a la absorción, dejarles por mucho tiempo la ilusión de independencia, como por puro formalismo”, dice. Propone retirar a la Guardia Civil, pero que quede en La Seu d’Urgell de tal modo que “vayan con frecuencia a Andorra, utilizando cualquier pretexto, con objeto de que no se pierda la relación con la población y se acostumbren a ver la Guardia Civil en dependencias del Episcopado
 
El castillo de Peralada.


El castillo de Peralada, mencionado ya en el siglo ix con el nombre de castillo Tolón, fue el centro del condado de Perelada.

La dinastía de los vizcondes de Perelada se inició con Berenguer, hijo del conde Ponce I de Ampurias, que al morir su padre se convirtió en señor de Perelada. Más tarde, los vizcondes llevaron los apellidos de Quermançó y Rocabertí. En 1285, durante la invasión francesa del Ampurdán, durante la Cruzada contra Cataluña de Felipe el Atrevido, el castillo fue destruido y la población incendiada. Los restos de este primitivo castillo y de la iglesia parroquial de San Martín están en la parte superior del casco urbano.

A mediados del siglo xiv fue construido un segundo y nuevo recinto de murallas, más amplio, y el nuevo palacio de los Rocabertí levantó extramuros. En 1472, durante la guerra de los Remences, el rey Juan II volvió a invadir y ocupar el castillo y años después, en 1599, el vizconde Francesc Jofre de Rocabertí fue investido conde de Perelada por Felipe III de España.

Ha sido objeto de varias reformas y ampliaciones, la fachada oriental es de estilo renacentista y al final del siglo xix fue nuevamente ampliado, bajo la dirección del arquitecto francés Grant. Lo rodea un gran jardín.

El palacio fue adquirido en 1923 por Miguel Mateu,2​ que reunió una notable colección de arte (cristales, cerámica, pintura, libros, manuscritos) y patrocinó la edición de libros eruditos «Biblioteca de Peralada». Hoy, la propiedad sigue en manos de la familia Mateu y es la sede de una bodega de vinos, por lo que no se puede visitar en su totalidad. Sin embargo, en una parte del castillo se encuentra el casino, y los jardines permanecen abiertos en julio y agosto con motivo del Festival Internacional de Música de Peralada.

Biblioteca.

La biblioteca es uno de los elementos culturales de mayor importancia y fama del castillo. Construida de nueva planta en la restauración del Carmen y acabada hacia 1886, pasó a disponer de los libros de los últimos miembros de la casta Rocabertí.
La condición universitaria de los condes (uno de los dos hermanos era abogado, mientras que el otro era ingeniero de minas) y sus múltiples intereses (personajes de la Renaixença, al tiempo que persistentes viajeros, con una posición familiar equidistante de Peralada, Mallorca y París), les impulsaron a la búsqueda de ejemplares humanísticos y científicos, además de la suscripción a las mejores revistas de su época. Al extinguirse el linaje (1899), la biblioteca constaba de 28.000 volúmenes.

Heredó la propiedad Fernando Truyols Despuig, marqués de la Torre, quien fue propietario desde 1899 hasta 1923. En esta época no se aumentó el fondo bibliográfico.
El año 1923, al adquirir el castillo Miquel Mateu conservó la biblioteca y, con el tiempo, aumentó considerablemente sus fondos. Su actividad de bibliófilo fue frenética, siendo en su época un de los mejores compradores de libros de España.
Por un lado, Miquel Mateu  hizo una biblioteca temática, fundamentalmente histórica y literaria. Por otro, sus compras se dirigieron hacia a la bibliofilia, o sea, libros con características particulares, independientemente de su tema. Así consiguió unos doscientos incunables, unos setecientos ejemplares únicos o rarísimos, ochocientas ejecutorias de nobleza, aparte de numerosísimos góticos o manuscritos.
Sin duda, la colección más espectacular es la cervantina, una de las mejores del mundo a nivel privado, con unos 5.000 ejemplares, de los cuales más de mil son diferentes  ediciones de Don Quixote, con traducciones a 33 lenguas diferentes.
Cabe destacar que también es muy importante el archivo, con documentación a partir del siglo IX. El archivo histórico cuenta con un fondo documental procedente del propio convento del Carme y el resto es fruto de la adquisición de Miguel Mateu.
Se conserva también el importante archivo personal de Miguel Mateu y buena parte del epistolario de su padre, Damià Mateu. A la muerte del primero (1972), la biblioteca contaba con unos 70.000 volúmenes; actualmente hay unos 100.000.


martes, 22 de septiembre de 2020

A CADA QUESO, SU VINO.-a

 A CADA QUESO, SU VINO

Por Laia Zieger



Si como buen anfitrión quieres dar un acento francés a una buena mesa, no hay nada como ofrecer un maridaje de vinos y quesos. Pero también es una apuesta arriesgada que requiere una serie de consideraciones, puesto que existen miles de referencias queseras con sus diferentes texturas, sabores y complejidades. El vino que los acompaña debe ser el adecuado para que ambos se compenetren, se preserven y potencien entre sí. Dicho de otra forma, para que mariden con armonía.

Para adentrarnos en este tema tan peliagudo, que necesita lógica, un buen paladar y ciencia, hemos consultado a un experto en la materia, Luc Talbordet, de la ‘fromagerie’ barcelonesa Can Luc. Nos desvela sus secretos y consejos para acertar con la elección de vinos a la hora de acompañar una tabla de quesos variada.

Su consejo inicial es que la degustación debe constar siempre de dos tiempos: iniciamos la cata probando el queso elegido, lo masticamos, saboreamos y tragamos y podemos comenzar a saborear el vino. Entonces, repetimos estos pasos una segunda vez y con los mismos productos, pero a la inversa: catando primero el vino y, a continuación, el queso. “Así distinguiremos perfectamente la personalidad de cada uno, ya que ambos productos tienen la misma importancia y se merecen la misma consideración”, afirma Luc.

Es un firme defensor, además, de lo que muchos se niegan a admitir: si bien los vinos blancos son más fáciles de maridar con este producto lácteo, debido a que su acidez aporta frescura y sus habituales notas afrutadas equilibran su marcado carácter gustativo, los tintos, elegidos adecuadamente, ofrecen alianzas perfectas con quesos específicos que, como su elevado componente en sal, acentúa sus taninos.

También nos regala unos consejos generales que quizá nos podrán salvar de algún que otro aprieto: a la hora de elegir los vinos, es muy recomendable que sean de la misma procedencia geográfica que el queso que acompañarán, ya que el suelo y el clima influye en el sabor de ambos productos, cuyo maridaje tendrá más garantía si coinciden en el origen. 

No nos olvidemos tampoco de garantizar una cierta homogeneidad en la degustación: no saquemos un Grand Cru si la tabla de quesos no está compuesta por ejemplares muy refinados. Es un sacrilegio imperdonable. Por último, hay que tener en cuenta como norma general que cuanto más fuerte es el queso, más dulce y potente debe ser el vino. Por el contrario, un queso más suave y fresco requiere un vino más sutil.

Los consejos de Luc se basan en los maridajes más comunes para siete grandes familias de quesos, distinguidas por sus características gustativas, aromáticas y texturas, a su vez influenciadas por el tipo de leche (vaca, oveja, cabra…); variaciones en el tiempo de curación; tratamientos en su proceso de producción; punto de sal y adición de saborizantes (ahumados, especies,…).

Quesos frescos 

De textura blanda, más o menos salados, con un sabor pronunciado a leche y presencia de acidez, los quesos frescos (tipo Burgos, Petit-suisse, mozzarella o requesón) suelen servirse con acompañamientos dulces o salados. Ello condicionará el vino que los debe acompañar. En el caso de servirlos con azúcar en polvo, mermelada, coulis de fruta o miel, hay que decantarse por vinos dulces y muy aromáticos como los Muscat, Gewürztraminer o Pinot Gris. En cambio, si los presentamos con hierbas, frutos secos, o sal y pimienta, lo ideal es un vino blanco seco como el Chardonnay o Sauvignon.

Quesos de cabra y de oveja

La densidad de la pasta de estos quesos depende de su grado de maduración (semi-seco o muy seco). Cuanto más seca es la pieza, más intenso y salado será su sabor. En esta categoría se encuentran, por ejemplo, el crottin de Chavignol, el Valençay o un Payoyo semi. Maridan con vinos blancos secos o semi-secos ligeramente afrutados, de tipo Chardonnay o Riesling, y tintos ligeros muy pocos taninos como puede ser el Pinot Noir. Por otra parte, los tintos de crianza con cuerpo e intensidad son la pareja perfecta para los quesos curados de oveja (tipo Manchego o Serra del Tormo, por ejemplo). 

Quesos de pasta blanda y corteza enmohecida

Una textura untuosa y un sabor más o menos cremoso. Hablamos del Brie y del Coulommiers, entre otros, que son un auténtico pecado para los amantes del queso. Se disfrutan aún más con una copa de vino tinto un poco boscoso (Ejemplo: vinos de Borgoña). Hay que tener en cuenta que los quesos de esta familia considerados ‘triple crema’, como el exquisito Brillat-Savarin, maridan aún mejor con Cavas y Champagnes de categoría, ya que las burbujas contrastan con el intenso sabor a nata y ‘limpian’ la boca de su textura muy cremosa.

Quesos de pasta blanda y corteza lavada

Esta familia se caracteriza por quesos de sabor y aroma muy potente y de textura untuosa, como son el Munster, Reblochon, Mont d’or o Pont l’évêque, por ejemplo. Acertados son los acordes con vinos blancos muy aromáticos tipo Gewürztraminer, Riesling más maduros o de cosecha tardía. Sin embargo, en este caso es preferible decantarse por tintos robustos de tipo Garnacha.

Quesos azules

Fourme d’Ambert, Roquefort, Stilton… Cuanto más fuertes y más salados, mejor resultan estos quesos. Su pasta grasa y tierna se disfruta con una copa de vino muy dulce, licoroso, sea blanco (Muscat  - Sauternes) o tinto (Porto…), e incluso Vermut.     

Quesos de pasta prensada no cocida

Cantal, Gouda, Tomme, Mimolette, Morbier… se caracterizan por un sabor suave y una pasta flexible pero densa. En este caso vale la pena apostar por tintos maduros de variedad Syrah, de cuerpo envolvente y delicado, de aromas profundos y complejos que han desarrollado un fino bouquet.

lunes, 21 de septiembre de 2020

Un sommelier o sumiller.-a

 





Nombre francés de un recipiente cóncavo de pequeño tamaño (20 a 50 cc) elaborado en plata, alpaca u otros metales brillantes y con diversas lunas y tallas, que se utilizaba para comprobar el color y brillo de los vinos. Se ha convertido en el emblema de la cata de vinos, pero resulta poco práctico, hoy en día, para percibir los caracteres olfativos, uno de los aspectos más importantes de la cata. 

Se podría traducir como "El Catavinos".

El Catavinos:

Famosa herramienta de la Cofradía del vino de Borgoña. El pequeño cuenco permite que la luz muestre el color y la claridad del vino, además de la rápida apreciación de los aromas. Usados por famosos Sommeliers a nivel mundial.

El "Tastevin", es el emblema de los sommeliers:

Este ítem histórico, cuyos orígenes se remontan a más de 200 años en la Borgoña Francesa, fue desarrollado por los maestros bodegueros quienes lo crearon para catar los vinos en los oscuros sótanos de las bodegas. El material elegido para su elaboración fue la plata, para reflejar mejor la luz con la ayuda de una vela y así poder comprobar el color y la claridad del vino. En la actualidad, con la luz eléctrica, ya no es necesario utilizarlo, y el tastevin tiene un propósito práctico muy pequeño, pero lleno de nostalgia. Pero permanece en uso como emblema del sommelier, quien siempre lo luce orgulloso colgado de su cuello. En estos días el tastevin fue reemplazado por la copa de degustación. Pero no se desespere! Si Ud. es un fanático del vino y sus accesorios, puede conseguir un tastevin en algunas tiendas especializadas, y así tener un pequeño pedazo de historia para su propia colección.

El Tastevin



Es un instrumento con un protagonismo de excepción entre los utensilios creados en torno al vino. El testavin ó antiguo catavinos, permitía alcanzar el momento más importante de disfrutar del vino, percibir su color, gozar de sus aromas y poder beberlo y saborearlo.

Se trata de una pieza generalmente pequeña, de plata muchas veces, con forma de taza muy achatada, de concha o de tronco de cono truncado, con una pequeña asa donde se introducía parcialmente el dedo índice y un pequeño soporte plano donde se apoyaba el dedo pulgar.

Su interior está jalonado de relieves cóncavos y convexos alternando con espacios planos donde se puede observar el brillo, color y limpidez de los vinos.

Su ornamentación puede ser muy sencilla, con escasos relieves o incluso llegar a constituir símbolos de grado en la especialización profesional, por los adornos de piedras semipreciosas engastadas, o antiguas medallas y monedas, etc. e incluso acompañada de todo tipo de inscripciones alegóricas de la honradez en el ejercicio profesional o de la virtud y calidad de los caldos que se probaban.

El mismo es el resultado se una evolución en el uso de recipientes relacionados al consumo del vino. Inicialmente, barro cocido, metales como el hierro, estaño, cobre y bronce. Durante la edad Media el empleo de arcillas y vidrio pasó por una etapa de declive y las maderas nobles y los metales adquirieron mayor protagonismo. Posteriormente el uso del vidrio volvió poco a poco a ser mayoritario, floreciendo toda una industria en varios países (Venecia, Francia, Inglaterra) en torno al vidrio ricamente tallado y ornamentado.

Los Testavin o tazas para prueba del vino, que fueron ampliamente utilizadas desde el siglo XVI sobre todo por los tratantes o negociantes de vino franceses e ingleses, que hacían un uso rutinario de ellas y formaban parte de su "attache" de trabajo al probar los vinos.

Por entonces la observación de la limpidez y el color del vino era lo que más interesaba en muchos tratos comerciales. También facilitaba el beber el vino para degustar su sabor.

El Testavin significa tradición para el catador profesional y por tanto su uso esta hoy día relegado al simbolismo.

Un sommelier o sumiller (término consignado en el diccionario de la Real Academia Española, procedente del francés sommelier)1​ es un experto en catar vinos, licores, digestivos y aperitivos; sugiere a la clientela de los grandes restaurantes el vino apropiado para la ocasión y aconseja a los encargados de los restaurantes sobre elección de bebidas alcohólicas para elaborar la carta. Tradicionalmente en Europa un sommelier que ha sido certificado profesionalmente se identifica porque porta sobre su pecho una pequeña taza de plata colgada, el catavinos o tastevin. En Norteamérica, se le conoce como sommelier o wine steward y rara vez porta el catavinos.

A diferencia de un enólogo, la función del sommelier es la de analizar los vinos desde la perspectiva del consumidor, de una manera objetiva, sin ninguna atadura al productor. Posee también conocimientos de enología, agricultura, biología, química, gastronomía y técnicas culinarias.


domingo, 20 de septiembre de 2020

El rastro que dejó en Chile el ex viceministro de Energía venezolano investigado por corrupción.-a

Nervis Villalobos Cárdenas (Maracaibo, Venezuela, 1967)


De acuerdo con una investigación publicada por el diario español El País, Nervis Villalobos habría cobrado 7,4 millones de euros a la compañía energética vasca Elecnor por conseguir adjudicaciones de la planta de abastecimiento de agua de Souk Tleta en Argelia en 2008 y la línea de transmisión eléctrica Ancoa-Alto Jahuel en Chile 2009. Ese mismo año, Hugo Chávez pactó con un consorcio, en el que también participaba Elecnor, la construcción de una planta de generación termoeléctrica. Eran además tiempos en que los mandatarios Michelle Bachelet y Hugo Chávez mantenían una estrecha relación.

Sorpresa causó en el año 2009 el anuncio de que el grupo español Elecnor había ganado la licitación para el desarrollo de la línea de transmisión Ancoa-Alto Jahuel. En el concurso participaron cuatro empresas: Elecnor, Transelec, Abengoa y Alusa; y el asombro se debió a que la propuesta económica de los españoles fue US$ 5 millones inferior a la de Abengoa, que quedó en segundo lugar.

Los diarios de ese año también cuentan que entre los operadores eléctricos llamó la atención que de los competidores, la empresa española era la única sin experiencia en el rubro de la transmisión eléctrica en Chile. 

Esa licitación, ocurrida hace más de una década, volvió a aparecer en los diarios ayer, después de que el períodico El País, de España, reveló que la compañía energética vasca Elecnor presuntamente pagó 7,4 millones de euros al ex viceministro de Energía Eléctrica venezolano Nervis Villalobos por las adjudicaciones tanto de la línea de transmisión eléctrica Ancoa-Alto Jahuel como de la planta de abastecimiento de agua de Souk Tleta, ubicada en Argelia.

Reseña El País que esto se constató gracias a las facturas emitidas entre 2010 y 2012 por Villalobos desde una sociedad que posee en Malta llamada Malta Merol Ganem Developments Limited y la transacción se hizo por supuestos servicios de asesoría. El ex viceministro habría ingresado estos honorarios en una de las 12 cuentas que manejó hasta 2015 en la Banca Privada d’Andorra (BPA), principado en el que se le investiga por el blanqueo de millones de dólares. 

La factura por la asesoría a Elecnor en la línea de transmisión eléctrica chilena fue por 3,5 millones de euros. El costo de este proyecto ascendía a 124,7 millones de euros (US$ 186,6 millones), y preveía la construcción, operación y mantenimiento de los 258 kilómetros de recorrido entre la subestación Ancoa, ubicada en la Región del Maule, y la subestación Alto Jahuel en la Región Metropolitana, en un plazo de 39 meses.

En El Mercurio del 25 de noviembre de 2009 se enumeraba que entre las empresas que competían en la licitación, Transelec operaba varias líneas, mientras que Alusa en ese momento estaba construyendo la línea nueva Charrúa-Nueva Temuco, y Abengoa, ya había fabricado infraestructura de transmisión en suelo nacional, pese a que para el momento no estaba operando ninguna línea en el país. Elecnor, por su parte, recién estaba llegando a Chile con este proyecto. 

Se trata de un nuevo hallazgo en las investigaciones contra Villalobos, quien aparece en las listas de “jerarcas del chavismo” al menos desde 2015. La justicia no tenía en el radar la conexión con Chile. Según fuentes consultadas por El Líbero, el ex viceministro es un experto en conseguir negocios a terceros, lo cual habría hecho a cambio de millones de dólares.  

El aterrizaje de Elecnor en Chile ocurrió el mismo año en que las compañías españolas Iberdrola Ingeniería y Construcción (Iberinco) y Elecnor firmaron un acuerdo en Caracas -en presencia del fallecido Presidente venezolano, Hugo Chávez-, por 2.000 millones de dólares para construir una planta de generación termoeléctrica. Además de Chávez, en este acto estuvo presente el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos; el presidente de PDVSA Gas, Ricardo Coronado; el presidente de Iberdrola Ingeniería y Construcción, Ramón de Miguel, y el director internacional de Desarrollo Energético de Elecnor, Germán Junquera.

Precisamente, en la investigación que actualmente se lleva a cabo en Andorra aparecen dos documentos que conectan a Villalobos con Elecnor. De acuerdo con El País, se trata de cartas firmadas en 2009 y 2011 por Junquera, donde asegura:

 “Nervis Villalobos colabora, asesora y gestiona proyectos para Elecnor S. A. y empresas de su grupo, en el mercado eléctrico en Latinoamérica”

Pese a esto, la empresa vasca respondió al diario español desmarcándose de cualquier nexo con el ex ministro venezolano, y dicen que los contratos en Chile y Argelia se lograron “sin contar ni con los servicios ni con la intermediación de ningún agente comercial”.

Tiempos de cambios

El negocio coincide con una relación cordial entre los gobiernos de Michelle Bachelet y Hugo Chávez, en la que ambos mandatarios compartieron en encuentros internacionales. Como Jefa de Estado de Chile visitó Venezuela en abril de 2007, donde instruyó la negociación de un Protocolo de Enmienda al Convenio de Seguridad Social, suscrito en 2001. Fue en marzo de 2009, en Santiago, cuando se efectuó una reunión final para acordar definitivamente un texto; aunque finalmente el protocolo fue firmado por los cancilleres de entonces Mariano Fernández y Nicolás Maduro en la isla venezolana de Margarita. 

En 2009 incluso se había confirmado una visita de Hugo Chávez a Chile, invitado por Bachelet. El venezolano dijo que la Presidenta lo había llamado para pedirle que incluyera a Santiago en su gira a Brasil y Argentina. No obstante, ese viaje no se concretó debido al cambio de sede de la cumbre de la Unasur.

Eran tiempos de cambios. Para el año 2009 el Ministerio de Energía aún no existía. Las bases de la licitación para el primer circuito de la Línea Ancoa-Alto Jahuel las elaboró la Comisión Nacional de Energía (CNE) y el concurso corrió por cuenta de la Dirección de Peajes del Centro de Despacho Económico de Carga (CDEC) del Sistema Interconectado Central (SIC) y se publicaron el 22 de mayo de 2009.

En ese entonces, la Presidencia de la CNE la ejercía Marcelo Tokman (PPD), quien deja el cargo en 2010 para convertirse en el primer Ministro de Energía de Chile, tras concretarse la separación de este gabinete del Ministerio de Minería (Santiago González, del Partido Radical ocupaba esta última cartera). 

Por otra parte, la composición de la mesa directiva de la CDEC -ahora Coordinador Eléctrico Nacional– también estaba experimentando cambios entre 2008 y 2009. A partir de un decreto publicado en agosto de 2008, el Directorio ya no estaría integrado por representantes directos de las empresas de energía; sino que en adelante, pasó a estar constituido por representantes elegidos por cada uno de los cinco segmentos que definía el decreto: propietarios de centrales eléctricas cuya capacidad instalada total fuese inferior a 300 MW (2 directores); propietarios de centrales eléctricas con capacidad instalada igual o superior a 300 MW (3 directores); propietarios de instalaciones de transmisión troncal (2 directores ); propietarios de instalaciones de subtransmisión (2 directores) y clientes libres abastecidos directamente desde instalaciones de un sistema de transmisión (1 director). Marcelo Bobadilla fue el primer presidente del Directorio en esta nueva era.

De esta forma el Directorio pasó a tener a «una función más bien de supervisión y visión estratégica”, según se lee en el libro conmemorativo de los 15 años de existencia de los Centros de Despacho Económico de Carga, publicado en 2014.

Fuentes ligadas al tema energético explican que para el año en el que se decidió la licitación que favoreció a Elecnor, el CDEC tenía la responsabilidad de analizar el sistema eléctrico nacional y sugerir obras en función de las necesidades identificadas. Luego, la CNE decidía si se acogían estas sugerencias, pero finalmente en ese tiempo la responsabilidad de definir las licitaciones recaía en el Gobierno, pues la CDEC estaba sometida a las consideraciones de la autoridad de turno y su rol era más técnico. 

Desde el Ministerio de Energía no emitieron comentarios ya que el tema es anterior a su creación, mientras desde la Comisión Nacional de Energía dijeron que las adjudicaciones de obras de transmisión de aquella época no las hacía la CNE sino el CDEC-SIC de la época.

El 25 de noviembre de 2009 se conoció a través de un comunicado que Elecnor se había adjudicado el desarrollo de la línea de transmisión Ancoa-Alto Jahuel. No obstante, esto no apareció en el Diario Oficial hasta el 13 de abril de 2010, cuando se divulgó una resolución del Ministerio de Energía con fecha del 8 de marzo de 2010.

Una vez publicado esto, Elecnor constituyó el 4 de mayo de 2010 la sociedad anónima abierta Alto Jahuel Transmisora de Energía S.A., a quien el 10 de mayo de ese año le cede todos los derechos, permisos, prerrogativas y obligaciones derivadas del proyecto de la Línea Ancoa-Alto Jahuel, situación que fue reconocida por el Ministerio de Energía en diciembre de 2012. 

Finalmente la Presidenta Michelle Bachelet encabezó la inauguración de la Línea Ancoa-Alto Jahuel el 21 de octubre de 2015, acompañada del entonces ministro de Energía, Máximo Pacheco. «Nos complace como gobierno ver los avances que ha tenido nuestra agenda de energía. En el sector de energía hemos generado un ambiente de diálogo, confianza y certidumbre, hemos relevado el carácter estratégico que tiene este sector y hemos sido capaces de terminar con el frenazo de las inversiones», dijo la Jefe de Estado.

A diferencia de este proyecto en Chile, en Venezuela la construcción y la puesta en marcha de la central, denominada Antonio José de Sucre, no avanzó en los tiempos prometidos (4 años). De acuerdo con la rendición de cuentas del Ministerio de Energía venezolano en el año 2015, la Construcción de la Planta de generación Termoeléctrica Antonio José de Sucre llevaba 45,66% de ejecución en el avance físico del proyecto y 56,26% de avance financiero, pese a que debió ser entregada en su totalidad en el año 2013. Además, una comisión designada por la Asamblea Nacional para estudiar la crisis eléctrica en ese país, concluyó que hubo sobreprecio en la obra, pues el Ejecutivo le asignó a dedo 2 millardos de dólares, cuando según su investigación el costo real de una obra de esa envergadura debió haber sido 1,33 millardos de dólares.

Otra investigación de El País, publicada en el año 2018 da cuenta de que, según los documentos manejados en la investigación en Andorra, la energética vasca firmó un acuerdo con Villalobos que contemplaba una comisión de un 4,5 % del contrato firmado entre Elecnor y Electricidad de Caracas para la construcción de la planta de Ciclo Combinado Juan Manuel Valdez en Güiria. El dato figura en un auto de procesamiento del pasado día 13 de septiembre de 2018 en causa por blanqueo y cobro de comisiones a 28 personas, entre las que figura Villalobos.

El bajo perfil de un asesor

Nacido en el estado occidental de Zulia en 1967, Nervis Villalobos escaló con agilidad en las esferas del poder. Con un bajo perfil político, este ingeniero eléctrico perteneció al círculo cercano de Rafael Ramírez Carreño, ex ministro de Petróleo (2002-2013) y ex presidente de PDVSA (2004-2013), quien ahora está en Italia tras ser solicitado por la justicia venezolana, y a petición del propio Nicolás Maduro, por su presunta participación en hechos de corrupción. “Entiendo que tanto (el ex jefe de seguridad de PDVSA, Rafael) Reiter como Nervis Villalobos están en juicio. No me aventuro a asomar alguna opinión en torno a un caso que se está ventilando en tribunales. Esperemos a ver qué determina la justicia”, dijo en una entrevista concedida a un diario venezolano, en junio, tras ser consultado por casos de corrupción en que estarían involucrados sus colaboradores.

Según Ramírez, el ex Presidente español José Luis Rodríguez Zapatero figuró como una especie de lobista con empresas en España. “Esa información me la dio Delcy Rodríguez cuando ella era canciller. Que él estaba intercediendo por capitales españoles, y le ponemos comillas, para ‘ayudar al país”, denunció. 

La ruta del poder de Villalobos comenzó en la estatal Energía Eléctrica de Venezuela (Enelven). En esta empresa alcanzó cargos gerenciales, pero fue en el chavismo que consiguió convertirse en director general de Energía del Ministerio de Energía y Minas y, posteriormente, viceministro de Energía Eléctrica. Estuvo encargado de planes de incremento de la generación eléctrica, incluso en su currículo se definió como “el artífice del plan de desarrollo del sector eléctrico del 2006 de Venezuela”, el cual “sirvió de base” para otras “políticas energéticas en ese país”.

Pero fue denunciado por irregularidades en varios proyectos eléctricos. De ahí que el mismo ex Presidente Chávez pidió destituir de la cartera a Villalobos, en 2007. Lejos de ser procesado penalmente por la justicia de su país, el ex funcionario venezolano expandió sus negocios, autoproclamándose “asesor internacional independiente en materia energética en grandes empresas” y realizando “estudios de mercados energéticos y de planificación energética en América Latina” entre 2006 y 2015. Se desempeñó como director técnico de la compañía Enersia Technology & Innovation.

Su expansión internacional coincidió con el inicio de una interminable crisis eléctrica en Venezuela, producto de la desinversión y malversación de fondos. Hace seis años se instaló, junto a su familia, en Madrid, España, donde compró una casa de casi 7 millones de dólares. Pero la Fiscalía venezolana, dirigida entonces por Luisa Ortega Díaz (actualmente en el exilio por oponerse a Maduro), acusó al ex viceministro por delitos asociados a corrupción y ordenó su arresto. De acuerdo con fuentes vinculadas a esta investigación se estuvo “a punto” de capturarlo, pero escapó de las autoridades. Meses después de esto, un tribunal declaró la nulidad absoluta de las medidas de privación de libertad, y el poderoso ingeniero salió librado de la justicia.  

Tras investigaciones por un plan de sobornos relacionado con PDVSA, Villalobos fue detenido en octubre de 2017, en España, y por una orden de arresto de Estados Unidos. Así, en septiembre de 2018, fue procesado por un juzgado en Andorra por su supuesta participación en blanqueo de capitales. Según la policía del Principado, el ágil asesor movió cerca de 124 millones de euros a través de una decena de depósitos bancarios.  

Además de Elecnor, el ex viceministro asesoró a Técnicas Reunidas y Duro Felguera, y otras empresas internacionales. Villalobos quedó en libertad provisional con medidas cautelares, es decir: presentación cada 15 días ante los tribunales y prohibición de salida del país, según una nota del portal Al Navío.

sábado, 19 de septiembre de 2020

Decantar del vino.-a

 

La técnica de decantar es muy sencilla, y puede mejorar notablemente el sabor y aroma de un vino. Se utiliza para separar el vino del sedimento dejándolo en el decantador, un recipiente especial que además de desechar los sedimentos logra airear el vino logrando así que, especialmente los vinos tintos con crianza en madera, desarrollen nuevos aromas y sabores que habían quedado aplacados por el desarrollo del mismo. Las notas alcohólicas también puede llegar a percibirse de forma distinta, de un modo más suave que previamente, más integrado en el sabor del vino.

El tiempo necesario para airear a un vino suele ser entre 15 y 20 minutos.

Sobre cómo airear el vino, tiene que quedar claro que simplemente descorchar la botella y dejarla así unos minutos no es suficiente para completar el proceso de una manera rápida, pues la pequeña abertura de la botella simplemente no deja pasar prácticamente nada de aire. Los únicos procedimientos útiles serían dejar el vino en un decantador, o en la copa. Y solamente dejar el vino en la botella si vamos a disfrutar de una única botella durante toda la comida.

Las medidas de las copas de vino no son así por azar, son las más óptimas para que el vino se vaya aireando mientras se vierte, y es importante también no llenarla demasiado para que el vino tenga más espacio para recibir aire.

En los vinos jóvenes, no es necesaria la aireación, simplemente es necesario descorchar y disfrutar.

Como ves, el proceso de beber vino de un modo que garantice su mejor sabor, no se limita a llenar una copa, pero ten por seguro que siguiendo estos pequeños consejos, no volverás a dudar si dejarlo respirar o no.

jueves, 17 de septiembre de 2020

2.-Caballeros y Comendadores de la Orden del Santo Espíritu: Siglo XVI (II) a

 Huitième promotion (21 décembre 1585)


Chevaliers reçus le 31 décembre 1585, en l'église des Grands-Augustins de Paris :

Charles de Bourbon, comte de Soissons pair et grand-maître de France.

Jean, seigneur de Vassé, baron de la Roche-Mabille.

Adrien Tiercelin, seigneur de Brosse et de Sarcus, depuis lieutenant général en Champagne.

François Chabot, marquis de Mirebeau, comte de Charny.

Gilles de Souvré, marquis de Courtenvaux, maréchal de France.

François d'O, seigneur de Fresnes, premier gentilhomme de la chambre du Roi, surintendant des finances, gouverneur de Paris et de l'Isle de France.

Claude de La Châtre, baron de la Maisonfort, depuis maréchal de France.

Giraud de Mauléon, seigneur de Gourdan, gouverneur de Calais.

Jacques de Loubens, seigneur de Verdalle.

Louis de Berton, seigneur de Crillon, dit le Brave, mestre de camp du régiment des Gardes.

Jean d'Angennes, seigneur de Poigny, ambassadeur en Savoye et à Vienne.

François de La Jugie du Puy-du-Val, seigneur et baron de Rieux, gouverneur de Narbonne.

François-Louis d'Agoût de Montauban, comte de Sault.

Guillaume de Saulx, vicomte de Tavannes, lieutenant général en Bourgogne.

Meri de Barbezières, seigneur de la Roche-Chémeraut, grand-maréchal des logis de la maison du Roi.

François du Plessis, seigneur de Richelieu, Grand-prévôt de France.

Gabriel Nompar de Caumont, comte de Lauzun.

Hector de Pardaillan, seigneur de Montespan et de Gondrin.

Louis de Champagne, comte de la Suze au Maine.

René de Bouillé, comte de Crancé, gouverneur de Périgueux.

Louis Du Bois, seigneur des Arpentis, gouverneur de Touraine.

Jean d'O, seigneur de Manou, capitaine des Cent archers de la garde du corps du Roi.

Henri de Silly, comte de La Rocheguyon, damoiseau de Commercy.

Antoine de Bauffremont, dit de Vienne, marquis d'Arc en Barrois.

Jean du Chastelet, seigneur de Thon, gouverneur de Langres.

François d'Escoubleau, seigneur de Sourdis, depuis marquis d'Alluye, premier écuyer de la grande écurie.

Charles d'Ongnies, comte de Chaulnes.

David Bouchard, vicomte d'Aubeterre, gouverneur de Périgord.


Continuación

Juego de tronos y la política.-a ; Las 50 leyes del poder

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