viernes, 13 de septiembre de 2019

La decadencia de Cuba y La Habana a

 Querido Martin 


La Revolución cubana cumple 60 años, fue romántica y heroica

Visite la capital de cuba este año, la urbe que tiene el nombre oficial de "San Cristóbal de La Habana, Llave del Nuevo Mundo y Salvaguarda de las Indias Orientales", es una de las ciudades mas antiguas del nuevo mundo, tiene mas 500 años de historia, y es una ciudad grandiosa. A finales del XIX y principios del XX se hizo mucho dinero en Cuba con el azucar, el ron y el tabaco, que es bien famosos. La burguesía habanera construyó palacetes, mansiones y el Capitolio más grande de Caribe.
Desde que desembarque en el puerto de la Habana,  la capital de Cuba es prácticamente inhabitable, mientras todas las capitales de la América Latina y Caribe en los últimos sesenta años habían dado un salto a la modernidad y el progreso, unas más que otras, la ciudad había involucionado, como consecuencia de la incapacidad de su sistema político, económico y social del castrista,  que sólo crea riquezas para la cúpula de políticos y militares que la dirige, el "Establishment" cubano.
La geografía urbano de la La Habana es desolación, destrucción de los edificios, hedor y pobreza. Los funcionarios municipales son indolentes. La policía  continuaba apaleando a las gentes. No hay casi nada que indique que se intenta rectificar. El régimen cubano continúa anclado en el marxismo leninismo, controlado por un partido único y unas ideas pasadas de moda,  que inexorablemente han conducido el país al desastre, como esta actualmente; paradójicamente, esto ha servido para que esté intacta urbanísticamente. No se han construido en la urbe nuevos puentes, nuevas avenidas, no hay presión de tránsito, no hay demoliciones masivas como ha ocurrido en otras ciudades latinoamericanas. 

Otro problema cuando uno camina por  la ciudad por primera vez es olor,  el mal olor que desprenden las gasolinas baratas que los carburadores de los automóviles  antiguos digieren mal. Y el asfalto es de mala calidad y el clima lo derrite. No hay iluminación en las calles y de los caserones art déco emerge una luz débil y azulada. Entre la oscuridad y el olor, es como si la ciudad acabara de salir de una guerra.
Lo cierto es que el Estado, no ha levantado tales estructuras, tampoco se ha encargado de dar mantenimiento a la mayor parte de los inmuebles con muchos años de explotación, según la prensa el 39% de las viviendas se encuentra en regular o mal estado, según datos oficiales del gobierno. La escasez y el deterioro de los edificios es uno de los principales problemas que afectan a la ciudad.
Para el turismo La Habana no es solamente una ruina romántica ni es tampoco una ciudad solo de automóviles viejos estadounidenses, ni una ciudad de rumberas y palmeras. Es una ciudad de una cultura intensa lo que sorprende es que no hay tiempo para asistir a una vida cultural que va del festival del ballet al del libro, al de ciudades patrimoniales y al del jazz. Y en las artes plásticas, es una de la más apetecidas por el coleccionismo mundial. Los turistas tienen  una visión de una ciudad viva pero tranquila, de un país en paz, sin grandes crímenes, siendo un atractivo interesante y el turista quiere conocer La Habana "antes de que todo cambie".

Hablando de política, el Establishment de cuba, no vive en los barrios decadentes y ruinosos de la ciudad que visite este año, si no en barrios mas o menos en buen estado, gozando sus privilegios e ingresos mas elevados que resto de la población, esta clase  solo ha servido para sustituir a las clases dirigentes desplazadas e exiliadas de cuba por el Castrismo , pero sin la capacidad de crear riquezas que aquellas tenían, que eran buenos empresarios. Esta nomenclatura , le gusta  una vida confortable, casas, autos y en particular viajar al extranjero, pero como es lógico también están muy interesados en que sus hijos y nietos puedan cursar altos estudios, o al menos disfrutar de lo que ellos disfrutaron. 
Muchos de los hijos y nietos, según la prensa y redes sociales residen en el extranjero disfrutando de las riquezas  que sus parientes adquirieron al servir al Régimen de los Castros,  otros estudian en universidades extranjeras o simplemente viajan por mundo. No faltan los que trabajan en  sociedades extranjeras radicadas en la isla, como las hoteleras. Buenos salarios, mejores relaciones y un futuro independiente de la política, pero sí consecuencia de  la buena fortuna política.
También están los que con espíritu emprendedor han montado negocios propios, lo que obliga a preguntarse ¿de dónde sacaron los bienes para poder tener independencia económica.?
El Establishment cubano están consciente que el modelo ideológico y político del marxismo leninismo sobre el que dicen gobernar cuba ha fracasado, pero también tienen pleno conocimiento de que para  seguir disfrutando el poder, van tener hacer reformas profunda, convertir cuba en económica social de mercado; van tener negociar con exilio cubano, y las empresas estadounidenses las indemnizaciones por expropiaciones; van tener hacer transición política, y restablecer la democracia. Lo único que están seguro que va ocurrir, es que se van mantener como la clase dirigente, los descendientes del exilio no van volver a  la isla, y competirán por el poder.  
En lo económico, el negocio del azúcar de cañas se acabó en la isla, ahora la actividad económica principal, es el turismo, ese es su futuro de cuba, por esta razón le conviene a la clase dirigente tener buenas relaciones con los Estados Unidos, una gran fuente de turistas.

Hay una economía privada, la de las habitaciones que se alquilan, la de los restaurantes privados (como el chic O’Reilly 304 en la Habana Vieja), la de los conductores y guías que se contratan por días. Es la economía que funciona con el dólar, la del turismo (el país es abrumadoramente hermoso). Se ve en la ropa de algunos, sobre todo en los jeans. Y después están los otros, la mayoría, los que malviven del salario del estado (el equivalente a unos treinta dólares mensuales) y están obligados a buscarse la vida para acabar el mes.
En la economía socialista hay tiendas llenas de productos (champús, jabones, pañuelos de papel) que nadie parece querer. Hay tiendas con las estanterías llenas de salsas, ron, cerveza, pero no de agua mineral o galletas. Y hay colas. Colas que los cubanos aprovechan para conversar y hacer pasar el tiempo. También en las gasolineras. No para la gasolina especial, la de los turistas. Pero sí para la que usan los viejos coches cubanos.
Judith la revolución cubana de 1959  fue hace tanto tiempo, sobrevive en actualidad en La Habana los murales de las carreteras, el “Patria o Muerte” o en el museo de la Revolución, donde  Che Guevara y Camilo Cienfuegos son exhibidos como muñecos de plástico. Sobrevive en los Comités de Defensa de la Revolución (los CDR), organizados por barrios y que abren sus locales al atardecer para los ancianos, se convirtieron en club de Adultos Mayores.
La revolución, el régimen que nació de ella, que desilusionó a tantos y que, para otros ha degenerado en régimen totalitario, mantiene a la sociedad detenida en los años sesenta. Ir a Isla es viajar al pasado. A un país sin publicidad, sin GPS con el que orientarse, un país vintage. Pero también a un país único. Cuba es pobre, pero no hay miseria y es fácil andar de noche. Es un país pobre, pero de pobres educados, con los niños escolarizados, en el que muchas personas pueden sostener una conversación interesante. Es una sociedad que en algún momento inició un camino hacia alguna parte, pero que hoy parece extraviada.
Tan extraviada como los miles de personas que se reúnen cada noche en las plazas para poder acceder al wifi, como dijo un camarero cubano “Es una escena de la nueva realidad cubana que se ha hecho entrañable y popular” dice una web turística. Cuando lo lees, parece un mal chiste. Pero a fuerza de ir una, dos, tres noches, acabas por socializar: “Eh, amigo, de dónde viene?”.
Alquilar un coche es fácil en Cuba. Pero viajar es una aventura. Los hoyos son infinitos, y en la autopista hay que sortear a  los perros, a coches tirados a caballo y a los campesinos. Miles de personas que pierden horas cada día para que alguien las lleve de un sitio a otro. Escolares uniformados, gente que regresa o va al trabajo, mujeres que van a ver a un familiar,. Cuba es un país en autoestop permanente. La falta de transporte público en ciudad, agravada ahora por la escasez de combustible, es una carencia crónica de Cuba, como también el mal estado de las carreteras. Eso y un parque automovilístico obsoleto.

Como conclusión don martín  es lamentable que después de 60 años de revolución, la cuba actual, nada tiene que ver con la cuba  de 1959; el exilio cubano que se marcharon décadas atrás, prefiero recordar la  isla que dejaron, a vivir en el infierno en que se ha convertido actualidad. Es triste, pero es así, el país y su capital quedó como detenida en el tiempo pre revolucionario.  

miércoles, 11 de septiembre de 2019

El 11 de Septiembre de 1973, en la memoria de los chilenos a


la vieja "moneda".

Querido don martin 


Este miércoles 11 de septiembre se conmemoran los 46 años del golpe de Estado ocurrido en año 1973. La jornada estuvo marcada por las romerías de los políticos y los partidarios de la antigua Unidad Popular, que acudió al Palacio de La Moneda con flores para dejarla en el monumento al presidente Salvador Allende, levantado en el extremo izquierdo de la Plaza de la Constitución frente al palacio de La Moneda. 
Más allá de las posiciones políticas de tenga uno como persona, cada vez el recuerdo del golpe de estado se está desvaneciendo en la memoria colectiva de los chilenos; inclusive la fecha 11 de septiembre se recuerda el ataca a las torres gemelas de Nueva York, que el golpe de Estado.
Hasta  unos 15 años atrás en las poblaciones y barrios de Santiago, se prendían  muchas fogatas y existían manifestaciones violentas,  en actualidad solo determinadas lugares, como Villa Francia, se prenden fogatas y hay manifestaciones violentas contra la policía; se está acabando el odio; según el Sociólogo  Fernando Villegas tardaran unas tres generaciones, para que el odio político provocado por el golpe de Estado del 73, desaparezca. 


Uno se pregunta DON MARTÍN porque el golpe de Estado en Chile es tan importante en occidente,  y se quedó en la memoria histórica mundial. La respuesta es la siguiente, fue inesperado. Esa es la primera de las muchas razones para explicar por qué, entre tantos golpes de Estado que han tenido lugar en  américa latina, el de 1973 en Chile entró para quedarse en la memoria histórica global,  la cordillera de los andes parecía proteger a la democracia chilena a tal punto que hacía apenas tres años había recibido su más contundente afirmación: la llegada al poder por las urnas del izquierda, Salvador Allende, en medio de la Guerra Fría.
En Occidente se percibía a Chile como un país  que tenía una tradición democrática mucho más larga y más fuerte del constitucionalismo que muchos países europeos,  para la mayoría de los estadounidenses, fue un tipo diferente de golpe, el hecho clave es la manera en la que Allende llegó al poder, no era un caudillo, no era un dictador que era reemplazado por otro, era un líder socialista electo que estaba siguiendo la vía pacífica. Por eso fue más impactante y la desilusión más fuerte. Esa gran esperanza fue derrocada con un golpe de estado.
En Europa Occidental lo que estaba pasando en Chile desde 1970 estaba teniendo un enorme impacto, el viejo continente que estaba revisando el socialismo, y lo que Allende ofrecía era socialismo de manera constitucional, democrático, sin violencia. Eso era muy atractivo y hay que recordar también que muchos de los partidos chilenos tenían vínculos fuertes internacionales, que no era el caso con los de otros países latinoamericanos, que no tienen vínculos partidistas. El ejemplo político de Chile se grabó en la memoria de la gente en la década del  70 en primer lugar porque era un experimento -la revolución pacífica que era la meta del gobierno de Allende- que fue destruido por un golpe en el que el presidente mismo murió. Y tanto el proyecto como su fin estuvieron ante los ojos del mundo. 
Desde el Palacio de La Moneda, Salvador Allende transmitió cuatro mensajes ese 11 de septiembre de 1973. Uno podría describirlo como el primer golpe latinoamericano que desde sus orígenes, pasando por su ejecución hasta sus consecuencias fue cubierto por la prensa occidental quien le atribuye la transmisión del principio del proyecto socialista a los poderes extranjeros -los soviéticos y los cubanos- que hicieron propaganda para aumentar el nivel de atención que se le prestaba a Allende y su destino a nivel global, pues les ayudaba a sentar su punto de vista.

El 11 de septiembre recibió mucha atención de los medios debido a la que había recibido Unidad Popular antes del golpe, "Allende era un héroe, como el Che Guevara, para la izquierda, particularmente sus amigos en Francia... ¡pensaban que era un santo!. Sea como sea, ese día y los que le siguieron no parecen haber necesitado de poderes extranjeros para hablar por sí solos.
Esas fotos icónicas del bombardeo de La Moneda, los libros quemados en las calles -que le recordaban a la gente de las atrocidades de los nazis-, esa horrible fotografía de Pinochet sentado con sus gafas oscuras -casi una parodia de la imagen de los dictadores-, y todas esas fotografías de los prisioneros esperando en el estadio... con esas imágenes uno podía seguir con claridad lo que estaba pasando y eso tenía un impacto enorme en la gente.
El golpe de Chile hizo tantas olas, fue un momento tan icónico, y no sólo por las imágenes. Salvador Allende pasó de ser hombre a símbolo y su nombre no ha sido olvidado.
Señala que fueron ellos los que estrenaron el lenguaje, la vestimenta y la escenificación que se habrían de convertir en el modus operandi para ocasiones como esa hasta el día de hoy.
"Yo pienso que lo que hizo que este golpe dejara una marca en la historia fue que sus consecuencias y el régimen militar que se tomó el poder duraron por mucho tiempo. Consolidó un sendero para Chile de tal manera que incluso ahora, lo que vemos en Chile es resultado de lo que ocurrió en 1973".

"Por eso creo que se ha convertido en un hito, como ha ocurrido en los otros pocos casos en los que los dictadores permanecen en el poder por largo rato: entre más largo el período en el poder, más posibilidades tienen los académicos de estudiar y explorar las características del régimen".
"Desde el punto de vista global, le dio un carácter distinto a Chile que aún perdura: es una entidad diferente a muchos otros países, incluso a aquellos que están en su vecindad", opina el diplomático palestino.

Esa diferencia se consolidó por medio de otro factor que hizo de este golpe memorable.

Si bien es cierto que Allende estaba ensayando algo que no se habìa hecho antes, los que se tomaron el poder también tenían un proyecto nuevo: los llamados "Chicago boys" llevaron los principios del economista estadounidense Milton Friedman a Chile antes de las experiencias neoliberales o neoconservadoras de las naciones de Occidente.
Los que se tomaron el poder, "tenían un profundo sentido de misión: eliminar el comunismo y crear un nuevo orden, un nuevo Chile", recuerda Alan Angell.
"Pinochet llegó con un plan económico que era casi diametralmente opuesto al de Allende", le dice a BBC Mundo el canadiense Kristian Gustafson.

Los militares chilenos fueron más efectivos en su brutalidad. Le apuntaron a los militantes sospechosos con más precisión. Tenían mucha más información. Y menos oposición de parte de ellos. No les tocó lidiar con grupos terroristas, como los montoneros, tupamaros, ect.  fue un golpe que tuvo lugar sin absolutamente ninguna resistencia, de manera que no hubo una guerra prolongada. Además, el poder estaba más centralizado que en otros casos latinoamericanos. 

MARTIN  Lo otro que los diferencia del golpe, es que el régimen chileno practicaba el exilio a una escala mayor que los otros regímenes. Así que el exilio es más grande proporcionalmente. El papel de la diáspora chilena que,  tenía muchos fondos y era muy efectiva a la hora de movilizar a la opinión pública, no puede despreciarse. Muchos de estos exiliados eran líderes políticos: militantes, ex ministros, y hasta músicos, La Nueva Canción Chilena -con música de raíces latinoamericanas pero letra política- estaba muy ligada al programa del gobierno de la Unidad Popular. Ese compromiso es muy único y explica el que esos músicos hayan pagado muy caro su adhesión a Allende: casi todos terminaron exiliados y en el caso de Víctor Jara, asesinado de una manera muy horrible que se siente hasta hoy, pues todavía no se encuentra al culpable.
Los músicos políticos sobrevivientes se llevaron al exilio sus tonadas, entre ellas, una de las canciones políticas más famosas en el mundo: El pueblo unido jamás será vencido', que se convirtió en un símbolo. Los músicos en el exilio se ven obligados a cantarla pero muchos no querían pues lo que dice la canción no era cierto. El pueblo unido sí había sido vencido. Y de manera dramática.

lunes, 9 de septiembre de 2019

El desvanecimiento de la izquierda en Italia: ¿Cuándo se jodió la izquierda? a

El desvanecimiento de la izquierda en Italia: ¿Cuándo se jodió la izquierda?
por Fernando Ayala (Italia)
Publicado el 6 septiembre, 2019 , en Historia - Memoria, Pueblos en lucha


Los partidos progresistas en Italia, como en todas partes, deben ajustar la sintonía con el sentir ciudadano que exige antes que nada transparencia en el uso de recursos públicos. En el caso italiano y europeo, no es la lucha de clases sino la mantención de las conquistas sociales que ha entregado la sociedad de bienestar con educación y salud gratuita, de calidad, junto a pensiones, viviendas y salarios decentes.
Es difícil saber si existe una izquierda italiana hoy en el país donde el partido comunista de Italia (PCI), fundado en 1921 por Antonio Gramsci, llegó a ser en la década de los 70 del siglo pasado el más grande del mundo occidental y un referente de la renovación del socialismo. Vivió el surgimiento y consolidación del fascismo de Mussolini al que combatió con las armas, al igual que resistió la ocupación nazi del país durante la Segunda Guerra Mundial. Con la liberación en 1945 y las primeras elecciones en 1946, se incorporó plenamente a la vida democrática alcanzando el 18,6% de los votos mientras que la democracia cristiana italiana (DC) llegaba al 35,2%.
En las elecciones de 1948 el PCI subió al 30% y la DC sumó al 48,5% de los votos. Luego la historia es posible seguirla a través de los personajes clásicos de don Camilo, el cura del pueblo y Pepón, el alcalde comunista, que refleja la tolerancia, respeto y complicidad que existió entre los dos principales partidos de la post guerra. Mientras tanto el gobierno de Estados Unidos, a través del Plan Marshall, puso los dólares para impulsar y potenciar el desarrollo económico del norte y calmar con subsidios al sur.

La fuerza creciente del PCI, de los sindicatos y la frontera con el mundo comunista, contribuyeron a este flujo de ayudas y préstamos. Trieste, en la frontera con la ex Yugoslavia al término de la Segunda Guerra Mundial, fue donde se saldaron las últimas cuentas entre los partisanos de Tito y los derrotados fascistas, junto a dolorosas pérdidas territoriales para Italia: toda la Istria, las ciudades de Pola, Fiume, Zara y algunas islas. Fue parte del reordenamiento de las fronteras europeas y el precio de perder una guerra.
El sistema político parlamentario, de base proporcional instaurado en Italia, no ha contribuido a la estabilidad del país. Desde 1946 a 2019, es decir en 73 años ha tenido 66 gobiernos.(1) En el mismo período Alemania ha tenido solo 9. El Parlamento bicameral está formado por 630 diputados y 315 senadores más 5 vitalicios. Sin embargo, el mismo sistema no ha sido obstáculo para que Italia sea hoy una de las 7 economías más grandes del mundo. Las cifras del Banco Mundial le otorgaban un ingreso per cápita (PPP) de 42.080 dólares en 2018.
El mismo año sus exportaciones de bienes y servicios alcanzaron a 746.185 billones de dólares, (2) mientras que el gasto público en educación y salud, en cifras del FMI para el 2015 y 2016, llegaron al 8,11% y 13,47% del PIB, respectivamente. (3) El sistema de partidos políticos estalló en Italia en 1992, cuando se descubrió el financiamiento ilegal junto a la corrupción en la llamada operación “Manos Limpias”, que concluyó con más de 1.200 condenas y produjo alrededor de 30 suicidios de empresarios y políticos. Desapareció la DC, el partido socialista (PSI) y varios más. (4)
Por su parte, la caída del Muro de Berlín en 1989 abrió la discusión sobre la vigencia del PCI que concluyó con la decisión de poner fin a su existencia en 1991, luego de dos años de discusiones apasionadas muchas veces y que costaron incluso matrimonios, según me decía un viejo ex militante. En palabras del último secretario general del PCI, Achille Occhetto: “El 70% de los comunistas se pronunciaron a favor, luego de 10 reuniones del comité central, dos congresos, se votó en todas las familias, en todas las secciones, en todas las fábricas, en todas las escuelas, fue el más grande ejercicio de democracia y se adoptó esa decisión”.(5)

Surgió en su lugar el Partido Democrático de Izquierda (PDS, por su sigla italiana) y se creó Refundación Comunista, (RC) con quienes no aceptaban la disolución del histórico partido. El vacío provocado por los principales referentes políticos en la sociedad produjo una suerte de deriva social en segmentos importantes de la población identificados culturalmente con la DC y el PCI. Se originó la pérdida de referentes socioculturales que dejaron cierta nostalgia que aún se observa en los mayores y en jóvenes que han idealizado esa época.

Actualidad

Hoy no existe en términos tradicionales una izquierda estructurada, con un liderazgo definido ya que paulatinamente se fue disolviendo con la creación del PDS el que posteriormente, en 2007, se transformó en el actual Partido Democrático (PD, social demócrata) incorporando a sectores comunistas, demócratas cristianos progresistas, socialistas y algunos de la vieja extrema izquierda. Todo este cambio se produjo en medio del proceso mundial de globalización, de liberalización de los flujos financieros, la profundización de la integración europea y el surgimiento de la llamada “tercera vía”, que vino a legitimar una parte del discurso neoliberal que se introdujo en los programas de los partidos y gobiernos.
Los caudillos izquierdistas de hoy, viejos y jóvenes, carecen de un proyecto político estructurado, están atomizados en minúsculos partidos que obtuvieron en las últimas elecciones nacionales de 2018 un pobre resultado: 5,2% del total de los votos repartidos en Libres e Iguales (escindido del PD) 3,4%; Poder al Pueblo (incluye a Refundación Comunista) 1,1%; Partido Comunista 0,3%; Por una Izquierda Revolucionaria 0,1%. Esta es la fuerza electoral de la llamada “verdadera” izquierda mientras que el PD (social democracia) llegó al 18,7%; los populistas del Movimiento 5 Estrellas (M5E) alcanzaron un 32,7%, la derecha unida 19,6% y la extrema derecha de la Liga del Norte (LN) el 17,4%.
Los últimos 14 meses gobernó Italia una de las más extrañas coaliciones compuestas por dos fuerzas populistas: la extrema derecha de la Liga (Matteo Salvini) con el Movimiento de 5 Estrellas (6) (Luigi di Maio) habiéndose abstenido de integrarla dos partidos de derechas: Fuerza Italia (Silvio Berlusconi) y Hermanos de Italia (Giorgia Meloni). La crisis se produjo por la naturaleza contradictoria de la coalición y el error de Salvini de finalizarla esperando el llamado del Jefe de Estado a nuevas elecciones.
Ello no ocurrió y dio paso a otra alianza antinatural que probablemente gobernará: El M5E y el PD, que han sido enemigos jurados pero que llegarían a un acuerdo imponiendo los primeros la mantención del Premier Guiseppe Conte junto a un programa en negociación. Al cierre de este artículo se discutía la composición del nuevo gabinete para presentarlo al Presidente. Los votos de ambos partidos en el Parlamento le otorgan mayoría y con la venia del Jefe de Estado conformarían un nuevo gobierno. Lo que nadie sabe es cuánto durará esta coalición. El M5E ha creció con votos provenientes en buena parte de la centro izquierda tradicional, es decir del PD.

Su lema ha sido ¡Honestidad! ¡Honestidad! denunciando las prácticas viciadas, la corrupción y componendas de los partidos tradicionales, mientras que la Liga creció apelando al miedo a la inmigración, a la criminalidad y a la Unión Europea, entre otros. 5 Estrellas descendió notablemente en las elecciones europeas de mayo pasado a 17,07% mientras que la Liga de Salvini se consolidó como el primer partido italiano alcanzando al 34,27% de los votos, seguido por el Partido Democrático con el 22,73%. Es decir, en un año, quedó demostrada la volatilidad de los electores.
Los años 70 del siglo XX fueron la década de gloria para el PCI y la izquierda italiana. La votación máxima alcanzada fue en 1976, cuando sumó 34,4% de los votos, es decir más de 12 millones y medio de electores y la DC el 38,7% equivalente a 14,2 millones de votos. Paralelamente la extrema izquierda, con grupos armados, asesinaba policías, secuestraba y terminó ejecutando al Primer Ministro demócrata cristiano, Aldo Moro, en 1978.
Ello ocurrió cuando se había implementado parcialmente el llamado “compromiso histórico” o acuerdo de gobernabilidad entre el PCI y la DC que permitió a este último partido gobernar sin interferencias hasta 1980. Hasta hoy circulan diversas teorías de quiénes estuvieron detrás del crimen de Moro que terminó poniendo fin al acuerdo en 1980. Tanto Estados Unidos como la entonces Unión Soviética no veían con buenos ojos este compromiso cuyo autor intelectual fue Enrico Berlinguer, secretario general de los comunistas.
Alarmado por el dramático golpe de estado ocurrido en Chile en 1973, lo motivó a publicar 3 documentos con las lecciones de esa experiencia en Rinascita –revista ideológica del PCI- donde demostró que las fuerzas de izquierda, con una fuerte carga ideológica como el caso del PCI, no podían gobernar sin alianzas con el centro político, es decir con la DC. Rondaba en Italia en esos años, la posibilidad de interrupción democrática con grupos fascistas coludidos con militares.
Entonces, para utilizar la clásica frase de Vargas Llosa ¿Cuándo se “jodió” la izquierda italiana? ¿Era o no necesaria la disolución del PCI? El 70% de la militancia que se manifestó a favor de su disolución parece no dejar duda alguna. Su desaparición era inevitable pese a que sus fortalezas estaban en haber iniciado el proceso de transformaciones y democratización de la visión leninista del partido como vanguardia única. El eurocomunismo, del que fue pionero Berlinguer en 1976, y al que se sumarían los comunistas franceses y españoles, dio inicio a una profunda revisión del pensamiento marxista y en los hechos produjo la reivindicación de la social democracia.

De partida fue la negación del modelo soviético, del estalinismo, y el inicio de búsqueda de un camino poniendo en el centro el respeto a las personas y la aceptación del sistema político multipartidista, es decir a un modelo de sociedad abierta. Se podría decir que recogía el clamor de los jóvenes checos de 1968, que pedían “un socialismo con rostro humano”, como lo planteara el secretario general del PC Alexander Dubcek, antes de que cerca de 200 mil soldados y 2 mil tanques del Pacto de Varsovia pusieran fin a la llamada “primavera de Praga” y al sueño de millones de izquierdistas en el mundo.
Los partidos progresistas en Italia, como en todas partes, deben ajustar la sintonía con el sentir ciudadano que exige antes que nada transparencia en el uso de recursos públicos. En el caso italiano y europeo, no es la lucha de clases sino la mantención de las conquistas sociales que ha entregado la sociedad de bienestar con educación y salud gratuita, de calidad, junto a pensiones, viviendas y salarios decentes.
Los millones de votos que tuvo la izquierda en el pasado fueron de mujeres y hombres que hoy se sienten decepcionados, inseguros en una sociedad cada vez más compleja y que perciben la carencia de un liderazgo que los comprometa, que los entusiasme, que los haga soñar. Ese es el espacio que no ha dejado de crecer y del que se ha apropiado el populismo de derecha especialmente.
Por tanto los desafíos son muchos para levantar una propuesta de futuro que recoja el sentir popular y que debe considerar, entre otros, la ola inmigratoria que no se detendrá, la moneda común que no ha entregado iguales beneficios a los países, la integración de Europa que cada vez parece más complicada por la enorme diversidad cultural y asimetrías económicas que muchas veces se tiende a ignorar. Asimismo, están las relaciones con Rusia y los Estados Unidos en esta hora de Trump, Putin y Johnson; el papel de la OTAN, la lista de espera de países para integrarse a la UE, el envejecimiento de la población, junto a los temas globales como el debilitamiento del multilateralismo, el cambio climático, la robotización, la inteligencia artificial y tantos otros.
Los progresistas deberán luchar con los fantasmas de su pasado y por sobre todo asegurar la paz en un continente que ha originado dos guerras mundiales. Las divisiones endémicas de la izquierda, los personalismos, caudillismo, fraccionamiento y egos son factores presentes que permitieron en Italia que Silvio Berlusconi y la derecha llegará tres veces a gobernar y que hoy Salvini, pese a su actual derrota, mantenga altas posibilidades de llegar a ser Jefe de Gobierno en un futuro que puede ser no tan lejano.
Es probable que la social democracia a nivel mundial esté también en vías de extinción junto al actual orden internacional por no dar respuestas a las urgentes demandas de la población respecto a las desigualdades, concentración de la riqueza y cambio climático entre otras. El PD italiano, al igual que la llamada centro izquierda a nivel mundial, fueron víctimas del discurso de la globalización y de la frase creada por los estrategas de campaña del expresidente Bill Clinton: “Es la economía, estúpido”.
Faltó pensamiento crítico y visión de largo plazo para prever que la liberación de los circuitos financieros daría inicio a un proceso de concentración de riqueza, exclusión de mayorías y depredación del planeta, nunca visto. Resultó fácil a los partidos social demócratas acomodarse al discurso de la modernidad, de la llamada tercera vía y globalización en lo económico, sin medir las consecuencias sociales y culturales que arrastraron al sistema a un tobogán que desembocó en el actual neoliberalismo que nos gobierna y que ha generado un desorden internacional impredecible en sus consecuencias.
“Es la economía, estúpido” fue transformada en un dogma con el apoyo entusiasta de los órganos financieros internacionales dejando desarmada a la izquierda antes el océano de cifras y la urgencia de establecer equilibrios macroeconómicos que se erigieron en un paradigma por donde debía transitar la humanidad, elevando el crecimiento económico a la categoría de divinidad. Nadie o pocos pusieron en perspectivas las consecuencias sociales, culturales y mucho menos medioambientales.

La ola de privatizaciones, externalizaciones y de recortes a las prestaciones sociales derivan en parte de esa frase. Si bien las personas votan teniendo en cuenta el bolsillo, es hora de señalar que hoy no es solo la economía: “Es la desigualdad, idiota”, es el cambio climático, los incendios en la Amazonia, son las ganancias excesivas, la concentración de la riqueza cada vez en menos manos, la falta de trabajos decentes y una larga lista de demandas que nos tiene en este creciente desorden global y que será lo que movilizará a los jóvenes a votar.
El progresismo puede frenar el populismo solo si logra levantar un discurso coherente, sin ambigüedades ni cálculos de corto plazo, para reclamar por un cambio radical de políticas poniendo a las personas y al planeta en el centro de las prioridades, antes que a las utilidades.

–El autor, Fernando Ayala, es exembajador de Chile y consultor de FAO.

sábado, 7 de septiembre de 2019

Organización social de mapuches. a

machis 


El Pueblo Mapuche es una sociedad principalmente oral, debido a que su lengua no fue establecida en signos escritos, sino hasta la colonización española. Esto también se ve reflejado en su derecho consuetudinario, conocido como Az Mapu, el cual tampoco ha sido codificado en normas escritas. El Az Mapu, por su parte, hace referencia a cuestiones que regulan el comportamiento entre las personas y de estas con su entorno, proporcionando lineamientos para una vida correcta, virtuosa y en armonía. Los principios que destacan son: la horizontalidad en las relaciones humanas, fundada en la reciprocidad; y la individualidad, pero constreñida por un acento en lo colectivo, es decir, atendiendo a la cohesión de la comunidad; entre otros. La estructura social mapuche se basa en una unidad social básica conocida como lof, el cual corresponde a grupos consanguíneos, patrilineales, basados principalmente en el parentesco, siendo una de sus características esenciales la horizontalidad entre los lof. En este sentido, es posible encontrar un carácter federado y de alta autonomía entre estas unidades sociales. Dentro de los roles principales de la sociedad mapuche está el de lonko. Este corresponde al líder político y espiritual de cada lof. Otro rol relevante es el dewerken, quien es la persona de confianza de los lonko, cumpliendo la función mensajeros y voceros de sus comunidades. 
También está el rol de machi,quien es una líder espiritual y cumple funciones ceremoniales dentro de la religiosidad mapuche, además de atribuírsele poderes taumatúrgicos, siendo también la encargada de la salud de sus comunidades.

Capítulo I. Cultura oral y derecho consuetudinario del Pueblo Mapuche.

El Pueblo Mapuche se ha caracterizado por ser una cultura eminentemente oral o, al menos, conun origen puramente oral, que es previo al contacto con los españoles en el siglo XVI. En efecto, tal como señala Serrano, Ponce de León y Rengifo (2012: 26):

Las culturas originarias eran orales primarias. Algunas habían desarrollado una comunicación pictográfica, como la azteca; otras grafos con signos más o menos separados entre sí, como la mapuche. Pero todas eran orales primarias en el sentido que la forma de la comunicación era la palabra hablada y el signo no tenía representación fonética, no era un sonido.

En términos conceptuales, la contra cara de la ‘oralidad’ es la ‘escritura’, que, muy sintéticamente,corresponde a la transición de un sonido a un signo escrito. Como señala Ong (1982), esto produce,entre otras cosas, formas diferentes de pensamiento al que tienen las culturas orales, como la Mapuche. La escritura, en el caso de lo que hoy es Chile, fue plenamente representada por la España colonizadora y en ningún caso por el Pueblo Mapuche o por alguno de sus pueblos originarios. En efecto, la escritura fue, primero, funcional al Reino de España ya que sirvió como sustento para su empresa de conquista y, con posterioridad, a comienzos del siglo XIX, se transformó en un elemento central para la construcción de la República. 
Por ejemplo, en el caso de los territorios de ultramar españoles, para transmitir los mensajes y decisiones se requería de: (a) un extenso aparato burocrático que abarcaba territorios ubicados en diversos lugares del orbe, y (b) una escritura que permitiera conservar los mensajes intactos a través del tiempo y a lo largo de los territorios (Serrano, Ponce de León y Rengifo, 2012: Cap. 1).
En cambio, en culturas orales, y debido a no contar con un sistema de codificación escrito de su lenguaje, una de las tareas centrales es conseguir recordar lo aprendido, para así poder conservar su identidad y costumbres de la forma más fidedigna posible. Bajo el esquema de la oralidad, esto se consigue a través de repeticiones constantes o fórmulas mnemotécnicas, mediante epítetos,rimas, también por el uso de dichos, así como en diversos ritos, etc. (Ong, 1982). Entonces, de esta forma, se pueden transmitir la tradición y las normas consuetudinarias basadas en la costumbre.

Ahora bien, cabe preguntarse qué son las normas o derecho consuetudinario indígena. Siguiendo ladefinición de Herve y Urrejola (1994, citado en Aylwin, 1995: 190), este corresponde a “(…) aquellas normas y reglas de comportamiento y de convivencia social que existen al interior de cada comunidado de cada pueblo indígena, y que contribuyen a la integración de cada sociedad, al mantenimiento de su orden interno y a la solución de los conflictos que puedan surgir, incluyendo por lo tanto, un sistema de sanciones para quienes violan estas normas”. 
Asimismo, de acuerdo a Stavenhagen (1990, citado en Aylwin, 1995: 190), este es un derecho diferente al que podemos observar en sociedades basadas en la figura del Estado nación como la nuestra, teniendo que ver más con materias diversas y que abarcan gran parte de los aspectos de lavida comunitaria. En efecto, desde las investigaciones antropológicas más clásicas (v.g. Best, 1919; 

Firth, 1929; Mauss, 1985[1925]; Sahlins, 2017[1972], entre otros), se ha podido observar que las sociedades indígenas no se encuentran diferenciadas en sistemas, es decir, lo económico, lo político o lo jurídico, por ejemplo, no son dominios separados o estancos, sino que se encuentran en profunda relación. La definición de ‘fenómeno social total’ de Mauss es muy útil para poder comprender aquello. En efecto, en sociedades indígenas —como el Pueblo Mapuche— “(…) se expresan a la vez y de golpe todo tipo de instituciones: las religiosas, judicial, moral –en estas tanto las políticas como familiares- y económicas” (Mauss, 1985: 147).

Ahora bien, desde una óptica vinculada al derecho, las normas consuetudinarias dicen relación con diversas materias legales y jurídicas muy amplias, que van desde normas generales de comportamiento público y mantenimiento del orden interno, hasta directrices para la resolución de conflictos o la definición de los cargos y las funciones de la autoridad pública (Aylwin, 1995: 190). Además, contrario a lo que se puede creer, el derecho consuetudinario, si bien corresponde a un conjunto de normas ancestrales, no es inmutable, sino que por el contrario puede ser dinámico. 
En otras palabras, este corresponde a “(…) un complejo interrelacionado que refleja la situación histórica de los pueblos indígenas, las transformaciones de su ecología, demografía, economía y situación política frente al Estado y sus aparatos jurídico-administrativos” (Aylwin, 1995: 190).A continuación, se describe el derecho consuetudinario Mapuche, el cual corresponde a las normas que rigen su ordenamiento social, pero que, es pertinente subrayar, no se encuentra codificado ni legitimado en algún texto escrito.
 En cambio, su legitimidad está sustentada en su uso permanente y en la transmisión que se da desde las personas mayores hacia las más jóvenes.

1. Derecho consuetudinario mapuche: Az Mapu.

El derecho consuetudinario Mapuche se conoce como Az Mapu. Este corpus normativo ancestral regula los roles y relaciones entre las personas o che y el mundo viviente. El Az Mapu se basa en el supuesto de que todos los seres tienen el mismo rango de importancia, de modo tal que las relaciones se rigen por criterios horizontales y fundados en la reciprocidad, es decir, donde no necesariamente existe subordinación entre seres vivientes. Lo anterior se basa en el principio de que todos los seres tienen la misma esencia, es decir, si todos los newen —o fuerzas espirituales de los seres vivientes— son iguales, sin existir superioridad de uno por sobre otro, el newen de las personas es solo un newen más. Lo anterior sin duda colisiona con la concepción occidental dualista, es decir,donde existen diferentes rangos valóricos entre los diferentes seres vivos (Bustos, 2015: 82).

El Az Mapu es, pues, el código tradicional del Pueblo Mapuche, el cual dispone de una serie de normas muy estrictas, que son entregadas por las personas mayores de las comunidades, a través delos gülam o consejos y de los piam o dichos. En este sentido, el Az Mapu delinea un tipo ideal de azche o persona mapuche, el cual consiste en la incorporación de los conocimientos que se van adquiriendo a través del diario vivir en algún lof. Dicha incorporación deviene en diversos roles y obligaciones dentro la vida cotidiana y ritual mapuche, los cuales contienen un alto estándar ético, no solo con las demás personas, sino que también con los antepasados, la naturaleza y las divinidades. 
Asimismo, el modelo ideal de az che considera diferentes estadios, a saber: (a) kimche o ser humano sabio; (b) norche o ser humano recto en su manera de actuar, justo y respetuoso; (c) kümeche u hombre bondadoso, con bienestar económico, trabajador, solidario y equitativo, es decir, tiene que dar algo de lo que recibe; y (d) newenche u hombre con fuerza física y psicológica, es decir, con seguridad personal. Todas estas características deseables son difíciles de lograr y poco habituales de encontrar: sin embargo, estas establecen cánones ideales a ser considerados para ocupar roles políticos y espirituales dentro de la comunidad (Bustos, 2015: 94).También, el Az Mapu incorpora la noción de libertad individual, que está constreñida por otros dos principios, a saber: el kiñewün, o lo colectivo, y las normas ancestrales que dan cuenta de una prescripción del correcto comportamiento para conseguir equilibrio y armonía con todos los elementos del entorno social y natural. Además, tal como sostiene Bustos (2015: 108), la noción de persona está vinculada al rakizwan y al zugu.

Se dice que todas las personas tienen su cabeza (logko), que es donde se encuentra el pensamiento o rakizwan, y tienen su corazón (piwke), que es donde se sitúa el sentimiento, el cual suele ser expresado por el zugu a través del zugun. El rakizwan y el zugu son, junto con otros desarrollos socioculturales y anímicos del individuo, los elementos que hacen a las personas ser conscientes de sí, de su identidad y de su responsabilidad con los demás.

Además, el Az Mapu tiene un “subcódigo” llamado mapunche az mogen o normas para una vidacorrecta (Bustos, 2015: 96). Este se refiere al estilo de vida mapuche y a las relaciones sociales:

La expresión az mogen guarda relación con el az, que es una de las características fundamentales de la identidad del individuo; también con el az che, modelo ideal de persona, así como con los términos que definen el paradigma moral ideal y el sistema jurídico mapuche o Az Mapu, del cual elaz mogen sería uno de sus sub códigos (Bustos, 2015: 130)

Cabe señalar que una gran mayoría de las normas contenidas en la derecho consuetudinario mapuche se orientan a través de la küme mogen o buena vida. Esta, que es entendida en un sentidode salud física y moral, es garantizada de modo ritual, por ejemplo, por las machi. Además de esta noción, está la de mogen felen, la que corresponde a “(…) una vida presidida por la relación armónica con todos los elementos de la naturaleza y con los pares” (Bustos, 2015: 130).

Capítulo II. Estructura social del Pueblo Mapuche

La sociedad mapuche, a partir del contacto con los colonizadores españoles, tenía una organizaciónsocial basada en familias, patrilineal, es decir, que se transmite por línea paterna, la cual también era patriarcal y poligámica. Asimismo, se observa que, entre los siglos XVII y XVIII, la estructura social,habitualmente más horizontal, se tendió a jerarquizar en tiempos de guerra. Allí nace, por ejemplo, la figura del toki, que viene a ser un jefe militar que organiza a comunidades de algún determinado territorio. Sin embargo, tradicionalmente las unidades familiares se construyen en base a la figura central del lonko, que es el jefe de alguna de estas comunidades denominadas lof. Este último es, esencialmente, un clan familiar o que está basado en el parentesco y que reconoce como autoridad a este líder o lonko.2 Hoy en día, las comunidades mapuche o lof son grupos consanguíneos, principalmente patrilineales,basados en el parentesco y en la cercanía social y racial, es decir, se impone “(…) una solidaridad primero familiar y luego comunitaria”3. Esta forma de organización, que está muy vinculada a la vida rural, se ha adecuado a otros contextos, como el urbano, en donde han surgido también los llamados centros culturales mapuche.

1. Estructura social del Pueblo Mapuche: lof, rewe, wichanmapu, fütanmapu y consejos4

Se ha mencionado que la estructura social mapuche se basa en su unidad social esencial denominada lof. Sin embargo, ya a partir del siglo XVI esta estructura se complejiza, y se suceden las agrupaciones de lof, denominadas rewe. En otras palabras, varios lof forman un rewe, que por lo general se constituyen en base a 9 lof, por lo tanto, se les ha denominado ayllarewe. A su vez, los rewe se aglutinan en unidades de diversa cantidad, pero siempre “(…) de acuerdo a características de afinidad cultural, parentesco, territorio común y otras que no fueron homogéneas en todo lugar” (Ruiz, 2003: 8).
No obstante ello, lo que predominó fue el ya mencionado ayllarewe. Estos, por su parte, se agruparon en los fütanmapu, que primero fueron de 3 ayllarewe, transitando a 5 ya a mediados del siglo XIX,estructura que puede entenderse como ‘tierra grande’ o ‘región’. De acuerdo a Ruiz (2003: 8-9), los fütanmapu son propiamente el nivel de la estructura denominado de “identidad territorial”. También, se ha utilizado el término wichanmapu, que significa esencialmente tierras aliadas. En la actualidad, unwichan mapu es una agrupación de comunidades vecinas, que es de un tamaño menor al antiguo fütanmapu. Como corolario de la estructura social antes descrita, se comenzaron a formar también los denominados consejos. Se sostiene que el vocablo específico mapuche no fue revelado a los europeos, pero surgió, por lo general, como forma para enfrentar amenazas y entablar contacto,belicoso o no, con los españoles.

En este contexto, el Pueblo Mapuche no asumió una estructura estatal centralizada, de modo que noes posible encontrar “(…) instituciones coercitivas que impusiesen un mando único sobre todo su pueblo” (Ruiz, 2003: 14). En otras palabras, cada consejo, convocado por algún lonko, solo obligaba alas unidades sociales participantes y sus miembros. “Por eso mismo, no conocemos casos en que el conjunto de las comunidades mapuches ni todas las identidades territoriales acordaran simultánea y unánimemente ni declarar la guerra ni hacer la paz a los españoles” (Ibídem). En este sentido, se puede hablar de una estructura social federada con una alta autonomía de las diversas unidades sociales que la componen. Cabe agregar que esta organización de la estructura social mapuche es posible también de observar en otros pueblos indígenas en el mundo, como es el caso de los Saami en el Norte de Europa5
 

El principio social que subyace a esta forma de organización social es la pluralidad, respeto a la diversidad y a las decisiones colectivas. Lo anterior en un contexto de observancia de la tradición y su cosmovisión. Esto da cuenta de que: “(…) el valor supremo [es el] de la palabra empeñada y del reconocimiento al compromiso adquirido de palabra en las reuniones, acuerdos, tratos y contratos” (Ibídem: 15). Ello explica, entre otras cosas, que incluso en contexto de alta amenaza a la integridad de su modo de vida, como ha sido desde el comienzo de la Colonización en el actual territorio chileno hasta la actualidad, la estructura social mapuche no logra convocar a la totalidad de sus comunidades integrantes.

Según sostiene Ruiz (2003: 15):

En el presente hay comunidades y agrupaciones que quedan al margen del Consejo de Todas las Tierras, pero ninguna de ellas se había atrevido antes de 1999 a generar una estructura de carácter ancestral paralela a ésta y regida por el derecho mapuche: hay organizaciones culturales,agrupaciones reivindicativas, laborales, agrícolas, entidades deportivas, religiosas, etc., pero regidas por la institucionalidad del estado chileno y no por la institucionalidad propia de la cultura mapuche.

En definitiva, desde que hay antecedentes escritos de la cultura Mapuche, no hay evidencias de un tipo de estructura social diferente al descrito en los párrafos anteriores. En este sentido, la unidad social básica, como el lof —que corresponde principalmente a una comunidad de lazos sanguíneos—,junto con las formas de agrupación de diversos lof —que corresponde a comunidades de lugar, es decir, basadas en la cercanía y en un modo de vida común—, como pueden ser los propios consejos,son la forma principal de organización social del pueblo Mapuche.6

2. Algunos roles centrales dentro de la estructura social mapuche: tipos de lonko, werken,weupife, machi, machife y genpin.

En primer lugar, el lonko es la autoridad tradicional esencial del pueblo Mapuche, y que está a la cabeza de la unidad social básica o lof. De acuerdo a Tavie (2018: 79), el lonko:

(…) debe tener características y cualidades fundamentales para ejercer su rol de autoridad, entreellas las más nombradas son el liderazgo, el dominio de la palabra y la capacidad de mediar ante diferentes conflictos o problemáticas, cualidades que en el discurso se presentan como dotes innatos para dirigir la comunidad mapuche e inspirar respeto entre sus pares (el destacado es añadido).

Sin embargo, por tratarse de un tipo de autoridad tradicional, no solo ejerce un liderazgo político dentro del pueblo Mapuche, sino que también ejerce una autoridad espiritual. En otras palabras,representa una dualidad, tanto física como espiritual. Por lo tanto, el lonko es el “(…) portador de feyentun (espiritualidad y creencia mapuche) que lo destacan como una autoridad ritual al igual que el machi” (Tavie, 2018: 79).Ahora bien, la figura del lonko ha sufrido transformaciones a lo largo del dominio español durante la Colonia.
 Es así como la Corona española intentó instalar el ‘cacicazgo’, el cual pretendía ser “(…) una re-creación de la forma de gobierno ancestral, pero pensada en beneficio del sistema económico,social y cultural de los españoles” (Ruiz, 2003: 17).No obstante, en la actualidad, la tradición oral mapuche ha conservado intacta la figura del lonko. Esto queda reflejado en diversas evidencias rescatadas de la experiencia cotidiana mapuche. Por ejemplo:

¿Qué significa el lonko? Es la cara visible, es un líder innato, mi bisabuelo fue lonko de su comunidad, entonces yo veo y siento que es algo que no es impuesto. Si bien es cierto que la comunidad te valida como lonko, hay un newen una energía, un espíritu, que es como un imán que atrae a la gente, está claro que algunos se hacen líderes, pero en nuestro contexto cultural así era el lonko, quien dirige y busca el bien de la comunidad (Ingrid Soñan. dirigenta mapuche, 49 años,citada en Tavie, 2018: 79).

Existen también diferentes tipos de lonko, dependiendo de qué unidad social lidere. El lonko en el sentido más genérico es el líder de un lof. El ulmen futra lonko sería quien lidera un ayllarewe, siendo el encargado de su desarrollo social y cultural, cumpliendo una función de coordinación o articulación de acuerdos, que vayan en la dirección tanto de generar pactos o alianzas de guerra o paz. El ñidzollonko o lonko mayor es quién lidera un fütamapu o unión de varios ayllarewe. Este último tipo de lonkoes quién se relacionaba con otros líderes importantes del Pueblo Mapuche en las denominadas futacoyaq o grandes reuniones, donde estos líderes principales formaban los consejos. En estas instancias, se tomaban diversas decisiones relacionadas con grandes alianzas, tácticas guerreras,entre otras, siendo liderada por el toki o lonko en tiempos de guerra (Tavie, 2018). Cabe agregar que existieron dos tipos de toki, a saber: el ngen toki o Señor del Hacha y encargado de hacer la guerra; yel ngen foike o Señor del Canelo y encomendado para hacer la paz (Ruiz, 2003).

Otros roles son los de werken y weupife. Ambos asociados a los lonko y a los lof, el primero es el hombre de confianza de un lonko, su mensajero, siendo además quien va a otros lof a promover alianzas. Actualmente, se le denomina werken a los voceros de diversas organizaciones mapuche. Elweupife, por su parte, cumple la función de sabio dentro de un lof, es decir, es conocedor del pasado mapuche, junto con ser portador del conocimiento y linaje vinculado a algún determinado lof. Otro rol muy relevante dentro de la sociedad mapuche es el asociado a las funciones religiosas y rituales. En efecto, la o el machi corresponde a una persona que sirve de intermediario entre la inmanencia y la trascendencia, es decir, entre el mundo presente y lo que no es visible o está más allá. Además, se trata de una persona conocedora de los denominados lawen o medicamentes naturales y sus respectivos usos. En este sentido, es una autoridad de la medicina tradicional. Además tiene funciones taumatúrgicas, es decir, de sanación o txemon, lo cual realiza a través del rito conocido como machitun. 
Finalmente, cabe mencionar los roles de genpin, quien corresponde al orador oficial durante los rituales, pudiendo coincidir con la persona del lonko, de modo que, en esos casos, se le de nominagenpin lonko; junto con el rol de machife, quien es el intermediario entre el lof y el newen –poder o fuerza interior– de la machi, cuando esta se encuentra en trance en el ritual del machitun, de modo que funciona tanto como intérprete y asistente en el txemon.

Conclusión

El estudio de la organización social del Pueblo Mapuche debe considerar el hecho de que se trata de una cultura construida desde la oralidad. Ello a pesar de que, en la actualidad, gran parte de las personas que poseen una herencia indígena, y en particular mapuche, se encuentran, en mayor o menor medida, incorporadas a los requisitos lingüísticos del Estado nación chileno, a saber: hablan el idioma castellano y tienen aptitudes en escritura y lectura de esa lengua; además muchos de ellos viven en sectores urbanos.Sin embargo, los rasgos principales del Pueblo Mapuche responden a las características de una oralidad primaria, es decir, se trata de una cultura que se desarrolló ajena a la utilización de la escritura. La cual no conocieron hasta el encuentro que sufrieron con los españoles, siendo publicada la primera gramática mapuche a principios del siglo XVII por el Padre Luis de Valdivia (Serrano, Ponce de León y Rengifo, 2012: 39). Por este motivo, algunos de los aspectos esenciales de su organización social son:

Az Mapu. Que es el derecho consuetudinario del Pueblo Mapuche, el cual no está establecidobajo la forma de normas o códigos escritos. Es decir, está basado en la tradición y su forma detransmisión es oral, desde las personas mayores, sabias, hacia los más jóvenes, a través detécnicas mnemotécnicas o de repetición, como son los dichos en el caso mapuche


.• Una estructura social altamente horizontal. Basada en los lof, que son la unidad socialbásica, y que luego se agrupan en estructuras más grandes por su afinidad cultural, es decir,que comparten aspectos esenciales como una lengua y territorio comunes, rigiéndose por elmismo derecho consuetudinario, entre otros.

Roles acordes a este tipo de estructura social. Se observa que los principales roles de su estructura social responden: (a) a aspectos prácticos del mundo inmediato (inmanencia), como hacer la guerra, la paz o el uso de los recursos naturales; y (b) a aspectos espirituales y religiosos (trascendencia). Y si bien hay roles diferenciados para ello, como por ejemplo es eldel toki para la guerra y el de la machi para cuestiones sanatorias y ceremoniales; bajo un mismo rol, como el del lonko, un solo sujeto puede cumplir funciones en ambos dominios, tanto en el plano espiritual como en el mundano. Ello, a su vez, habla de la baja diferenciación interna dentro de la sociedad mapuche, es decir, por ejemplo, las dimensiones políticas,económicas o religiosas se encuentran altamente ligadas. En palabras de Mauss, tal como se señaló en páginas previas, se trataría de una sociedad en donde es posible observar‘fenómenos sociales totales’.


martes, 3 de septiembre de 2019

Galvarino Sergio Apablaza Guerra.-a




Galvarino Sergio Apablaza Guerra (Santiago, 9 de noviembre de 1950) es un exguerrillero chileno, perteneciente al Partido Comunista y uno de los fundadores del FPMR (Frente Patriótico Manuel Rodríguez). Llegó a ser el líder de dicha organización desde 1988 hasta el 2001. Actualmente se encuentra en Argentina.

Hijo de Galvarino Apablaza, un suboficial de ejército que murió en 1986, y de Luisa Guerra Urrutia, era el antepenúltimo de seis hermanos. Entre sus hermanos todos llegaron a completar los estudios secundarios y los mayores se vieron obligados a trabajar en los últimos años de su enseñanza, como una forma de contribuir a las necesidades del hogar. Esto le brindó a Galvarino la oportunidad de ingresar a la universidad y por ser el primero y el único de los hijos con la posibilidad de continuar estudios superiores, 
En sus años de universidad definió su conciencia política, integrándose en 1968 a las Juventudes Comunistas. Al cabo del primer año, fue electo como representante de la facultad ante la Federación de Estudiantes de Chile. Luego del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, fue detenido y deambuló por distintos centros de detención como Londres 38, el Estadio Chile, la Cárcel Pública de Santiago, la ex-Penitenciaría, Tres Álamos y Puchuncaví. El 5 de septiembre de 1974, fue expulsado del país rumbo a Panamá junto a otros 124 chilenos en calidad de exiliados políticos. Desde allí, por razones de salud, decidió trasladarse a Cuba, llegando a la isla en diciembre de 1974. Allí se hizo conocido bajo el apodo de "Compay".
Luego de un tiempo en La Habana, aceptó la oferta de su partido cuando éste le propuso enrolarse en “un nuevo ejército para liberar a Chile del fascismo”. En ese contexto despuntó como el líder natural del joven destacamento militar del Partido Comunista, desde los inicios del proyecto en 1975. Egresado de la Escuela Militar Camilo Cienfuegos, alcanzó el grado de comandante, el más alto en el aparato militar del Partido Comunista, en la especialidad de artillería. Desde ese momento pasó a ser conocido como el “Comandante Salvador”.

Su ascenso al Comité Central del Partido Comunista de Chile, en 1978, fue una señal de que el partido jugaba todas sus cartas en su figura para sacar adelante su proyecto armado. Sin embargo, la colectividad nunca se preocupó de conocer realmente su pensamiento. Su prueba de fuego como “comandante” llegó en 1979, cuando el contingente chileno debió viajar a Nicaragua para apoyar al Frente Sandinista de Liberación Nacional que luchaba en ese momento por derrocar al gobierno de Anastasio Somoza Debayle.
Luego de la victoria sandinista, el “comandante Salvador”, fue uno de los primeros en entrar al búnker del derrocado dictador, encabezando un grupo rebelde que arribó a Managua al amanecer del 20 de julio de 1979.
Para ejercer su liderazgo entre los chilenos, Apablaza contaba con un círculo de incondicionales entre los que contaban Raúl Pellegrin, y Juan Gutiérrez Fischmann, el “Chele”, este fue uno de los últimos en plegarse al grupo y tenía inmejorables vínculos con la dirigencia cubana, ya que su suegro era Raúl Castro, hermano de Fidel Castro. Por otro lado se especula que gracias a su lealtad a Apablaza, Pellegrín asumió como jefe máximo del Frente Patriótico Manuel Rodríguez cuando sus primeros mandos ingresaron a Chile, procedentes de Cuba en 1983.
Pese a todo Apablaza optó por regresar clandestinamente a Chile a comienzos de 1986, cuando se integró al Trabajo Político del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, pero después de conocida la internación de armas de Carrizal Bajo y fracasado el atentado contra Augusto Pinochet, debió regresar rápidamente a Cuba. En ambas operaciones, por lo demás, no participó en la línea operativa. Protegido por el régimen cubano y primero en la línea jerárquica de los oficiales chilenos de las FAR, nunca estuvo en misiones arriesgadas.
Sólo volvió a ingresar a Chile tras la muerte de Raúl Pellegrin en octubre de 1988. Entonces, asumió plenamente la jefatura del FPMR-Autónomo, la facción más radical del frentismo, que un año antes se había separado del Partido Comunista. Para conducir al FPMR-A, “Salvador” articuló una dirección junto al “Chele” y Mauricio Hernández Norambuena, “Ramiro”. Según investigaciones judiciales posteriores, fue al interior de este trío donde habrían surgido las órdenes para el asesinato del senador Jaime Guzmán y del secuestro de Cristián Edwards, ambos hechos ocurridos en 1991. Luego de estos sucesos, Apablaza nuevamente debió abandonar el país, regresando a Cuba. En 1994 el “comandante Salvador” decidió trasladarse definitivamente a Sudamérica, para establecerse en Argentina.

A fines del año 2000 las discrepancias entre “Salvador” y el resto de los comandantes que abogaban por una línea más militarista, terminaron por quebrar a la cúpula del FPMR, haciendo que Apablaza, en abierto desacuerdo con “Ramiro” y el “Chele”, decidiera abandonar la organización.
En el 2001, Apablaza ratificó públicamente su alejamiento del FPMR en una carta dirigida a la militancia, donde criticó con fuerza que se haya impuesto en la organización “una mentalidad operativa que busca vencer y no convencer”, donde “la eficacia política se ve asociada al carácter operativo de la acción y no a su pensamiento”. Luego de su salida de la cúpula del FPMR, se supo que Apablaza creo un grupo denominado Identidad Rodriguista, en el cual intento plasmar sus ideas políticas, junto a varios ex-frentistas que lo acompañaron en este proyecto.
Apablaza es acusado de ser el autor intelectual del asesinato de Jaime Guzmán y el secuestro de Cristián Edwards y, a pedido de la Justicia chilena, se extendió una orden de captura de la Interpol en su contra en junio de 2004.​
No se habían vuelto a tener noticias concretas de él hasta el 29 de noviembre del 2004, cuando, en un operativo especial de la policía argentina, fue apresado en la localidad de Moreno, provincia de Buenos Aires, donde residía bajo el falso nombre de "Héctor Daniel Mondaca" desde hacía varios años junto a su pareja, la periodista chilena Paula Chahín, quien es empleada en la Secretaría de Medios de la Presidencia, y sus tres hijos de nacionalidad argentina.
El 30 de septiembre de 2010, el Poder Ejecutivo decidió otorgarle a Apablaza el asilo político, por lo cual finalmente no fue extraditado.


Palma Salamanca en París

Daniel Alarcón investigó durante un año y medio antes de publicar el episodio ‘El helicóptero, el silencio, el balazo, la huida‘. Esta crónica la escribió en diciembre de 2018, mientras cubría el proceso de extradición contra Ricardo Palma Salamanca en el Palacio de Justicia en París. 

La primera vez que vi en persona a Ricardo Palma Salamanca fue en los pasillos del Palais de Justice en París, en octubre de 2018. El Palais es justamente eso: un palacio decidida y descaradamente regio, con corredores largos y amplios y escalones de piedra hundidos como viejos colchones. En esa audiencia de octubre, entre los exiliados ahí reunidos, se habló sobre pesadillas, tortura y recuerdos crudos y aterradores de la vida bajo el mando de Pinochet. Ver a Palma Salamanca les había traído todas esas remembranzas de vuelta, y los exiliados se mantuvieron juntos, compartiendo memorias y apoyo, reviviendo traumas que creían haber enterrado hacía mucho tiempo. La prensa chilena había venido, unos pocos medios franceses también, y Palma se destacaba entre la multitud, de rostro impávido, con tres guardaespaldas que levantaban una manta frente a su cara cada vez que alguien intentaba tomarle una foto. Un periodista, un muchacho desgarbado con un traje mal cortado que trabajaba para la televisión chilena, fue amenazado cuando se rehusó a dejar de tomar fotografías. Después de la audiencia hubo incluso un breve forcejeo, mientras él intentaba tomar una foto y un exiliado chileno empujó al joven periodista al piso.

Cuando regresé en diciembre, la atmósfera había cambiado por completo. En los meses anteriores, la Oficina Francesa de Protección a Refugiados y Apátridas, OFPRA, le había otorgado asilo a Palma Salamanca. Esto no significaba que su caso había terminado —técnicamente, extradición y asilo son dos procesos separados e independientes —, pero, en la práctica, ahora era difícil imaginar que el estado chileno tendría éxito en su intento de que Palma Salamanca fuera devuelto. Las posibilidades de que una corte francesa contradiga y anule la decisión de la OFPRA en un caso de asilo eran casi nulas. En Chile, el caso había sido descartado por lo enemigos políticos de Palma. Yo había estado en Santiago cuando se publicó ese fallo y vi cómo miembros del comité formado en solidaridad con Palma Salamanca levantaron una copa de champaña en celebración, un grupo heterogéneo de ex militantes de mediana edad y víctimas de la dictadura brindando frente a los miembros de la prensa chilena e internacional. Un raro momento de satisfacción: los activistas a favor de Palma sintieron, correctamente, como si hubieran ganado.


Palma Salamanca fue arrestado por las autoridades chilenas en 1992

Ahora, en diciembre, había menos prensa y ningún medio francés. En el corredor en frente de la sala del tribunal, los exiliados charlaron, vapearon, rieron y esperaron de buen humor. Habían venido a mostrar solidaridad, con la confianza de que la audiencia de hoy era sólo una formalidad.

Aún así, optimismo y confianza no son lo mismo que certeza. Que las cortes francesas finalmente negasen la solicitud de extradición —eso sería certeza. Eso significaría que todo había acabado, significaría claridad en el futuro, estabilidad e inexpugnable legalidad, algo que Palma Salamanca no había tenido en décadas, aún si había logrado crear un simulacro de todas esas cosas, brevemente, en México.

Esta vez, daba la impresión de ser un festejo, Palma en silencio en el centro de una reunión social, el corazón de la fiesta, pero no exactamente el alma de la misma. Sus partidarios venían a presentarle sus respetos, y él aceptó cada apretón de mano con una sonrisa, un breve y carismático destello de calidez, y entonces retrocedió y se alejó de forma casi imperceptible, y las conversaciones continuaron sin él. Era como si la gente lo tocara para tener buena suerte, o para verificar que era real, esta figura que para muchos exiliados es más un mito que un hombre. Vestía una chaqueta de cuero y una bufanda, que no se quitó, y nunca se puso cómodo. Le pregunté en cierto momento si así lo prefería, las conversaciones zumbando a su alrededor, pero sin él. Dijo que así era. Si los otros se sentían confiados, él aún era prudente.

No es que fuera poco amigable o distante. Era simplemente cauto; no era una falla de carácter sino una adaptación a las extraordinarias circunstancias que han marcado su vida desde que se unió al Frente Patriótico Manuel Rodríguez cuando era adolescente. En octubre, cuando la tensión era más alta, la incertidumbre apenas tolerable, él había estado protegido, rodeado por una impenetrable masa de exiliados chilenos. Esta vez estaba más accesible, sonriendo más, incluso dejaba de cruzar los brazos de vez en cuando. Esperamos un largo tiempo a que comenzara la audiencia —otra diferencia con respecto a octubre, cuando las autoridades vieron el tamaño de la multitud y reorganizaron el expediente para permitir que el caso de Palma Salamanca fuera escuchado primero. No le habían dado ninguna deferencia esta vez, y en algún momento, más o menos en la tercera hora de espera, giré y vi a Palma solo en el corredor, una imagen tan sorprendente en el contexto que tuve que mirar dos veces para confirmarlo.


Fue sentenciado en Chile a dos cadenas perpetuas y 30 años de prisión.

La larga espera también me permitió ver mi entorno con más claridad, o más bien entender algo que había pasado por alto la última vez: que la sala del tribunal no le pertenecía a Palma Salamanca o su drama particular, que el Palais era una institución francesa llena de historias francesas, y no, como parecía, un barroco destacamento de Chile, congelado en ámbar en algún punto de los últimos años de la dictadura. Una sala de audiencias —cualquier sala de audiencias— es un lugar ampliamente utilitario, donde se deciden destinos, donde se cambian vidas. No sólo la vida de Palma Salamanca. De alguna manera, en octubre, no me lo había parecido, pero hoy, mientras esperábamos, una mujer se me acercó y me preguntó en francés qué caso estaba esperando. Ella era una intérprete del árabe, me dijo, y había sido asignada a una audiencia de extradición para un hombre apellidado Djif.

 ¿Era esta? ¿Esta era la sala de audiencias? 
Le contesté sin pensarlo: No, dije. No hay ningún Djif aquí, y luego me di cuenta, al igual que ella, de que, por supuesto, había un Djif ahí. Era él, ese caballero de rostro estrecho que de alguna manera no noté porque no hablaba español, el que vestía un abrigo pesado y una barba marrón de un par de días, aquel con manos nerviosas, rodeado de su esposa y cuatro hijos, el más pequeño aún en un cochecito. La intérprete se alejó, y noté a la esposa de Djif, con un velo un poco suelto: estaba hecha un desastre, ansiosa y claramente asustada. Perdió de vista varias veces a sus dos hijos menores, de cinco o seis años, que se entretenían peleándose y que sólo pararon cuando un policía se llevó a su padre. El más joven, sintiendo intuitivamente el peligro, comenzó a llorar desconsoladamente y cayó hecho un ovillo entre los brazos de su madre.     

 

Para cuando comenzó la audiencia, a eso de las cinco de la tarde, habíamos esperado durante horas y nuestra energía se había agotado. Mucho tiempo de pie. Muchas cámaras tomando la misma foto una y otra vez. Gente arremolinándose, luego dirigiéndose a los bancos a lo largo del pasillo, después de vuelta. A buscar un café y luego de regreso. Cuando las puertas finalmente se abrieron, Palma Salamanca y su séquito entraron primero, después los chilenos, más o menos en orden de su cercanía personal, y una vez que ellos habían entrado, fue el turno de la prensa. La mayoría de nosotros nos quedamos de pie. Había unas cuarenta y cinco personas en la sala del tribunal, una habitación pequeña y cuadrada que se sentía atestada y cálida. Si no hubiera estado de pie, me habría quedado dormido.

El abogado de Chile habló primero, refiriéndose ocasionalmente a sus anotaciones y volviendo una y otra vez a los delitos por los cuales Palma Salamanca había sido condenado hace tantos años. No el contexto que los había rodeado, sino los detalles crudos del asesinato del senador Jaime Guzmán, por ejemplo. Lo que se alega: Guzmán, arquitecto de la constitución de 1980 de Pinochet, ideólogo del régimen, enseñaba derecho en la Universidad Católica. Un día, mientras Guzmán salía de clases, se encontró con dos hombres en las escaleras, quienes aparentemente lo estaban esperando. Ellos eran Palma Salamanca y otro militante del FPMR, Raúl Escobar Poblete, hoy preso en México. Cuando Guzmán los vio, supo que estaba en peligro, así que volvió a subir las escaleras, tomando un camino alternativo hacia su carro. Escobar Poblete y Palma Salamanca fueron al estacionamiento. El chofer de Guzmán no pudo huir, y los dos jóvenes supuestamente le dispararon a Guzmán, quien estaba en el asiento trasero. Como cualquier asesinato, es un crimen simple y brutal. Pero en el transcurso de esas visitas a París, a menudo les preguntaba a los exiliados chilenos, a muchos de ellos, qué justificaba el asesinato, y me encontré una y otra vez con incredulidad, como si no se pudiesen molestar en explicar algo tan obvio. Más allá de la cuestión moral moral, decía yo, ¿no fue un error táctico asesinar a un senador democráticamente electo en un momento político tan precario? Más tarde, volví a escuchar la grabación de estas entrevistas, y me sentí decepcionado: si te quedas debatiendo las tácticas del asesinato y no la cruda inmoralidad de él, entonces quizás has perdido por completo la conversación.    



Aunque era diciembre, una fría e invernal tarde parisina, en el tribunal el calor era soporífero y Palma cerró suavemente sus ojos, como si dormitara. Su francés está bien, no es magnífico. “Me las arreglo”, me había dicho al principio de la semana, entonces me pregunté qué pensaba de todo esto, si podía entenderlo del todo, o si las palabras se apilaban una sobre otra, casi indiferenciables, en una monótona recapitulación de eventos que preferiría olvidar. No era difícil imaginarlo desconectándose de aquello. Luego, en un momento, el abogado de Chile describió a Palma como “un homme très violent”  y vi que los ojos de Palma se abrieron de golpe, su rostro luciendo una expresión de sobresalto y desagradable sorpresa.

Cuando el monólogo del abogado de Chile llegó a su conclusión, la fiscal del estado habló. Ella representa al estado de Francia. Su presentación fue más notable por la mención de los eventos del día anterior en Estrasburgo, donde un islamista armado disparó a once personas, matando a dos, en un mercado navideño. Es más difícil que nunca distinguir entre violencia política y terrorismo, argumentó, particularmente en momentos como este. Aún así, el factor atenuante en el caso de Guzmán fue la tortura que sufrió bajo custodia, y ella parecía inclinada a rechazar su confesión en esos términos. Esta no era una audiencia para descubrir la verdad, no se presentaría evidencia para probar o refutar este o aquel alegato. Para la fiscal, si la confesión se obtuvo bajo tortura, no tenía valor legal.

Finalmente, habló el abogado de Palma, Jean-Pierre Mignard. Es un tipo jovial e ingenioso, pálido, redondo y alegre, con un algo de hombre de espectáculo, lo que era particularmente bien recibido en esa sala de audiencias cálida y atestada. Hizo hincapié en la larga historia de Francia de apoyar a aquellos que combaten regímenes autoritarios. Resaltó una y otra vez que la constitución de 1980 de Guzmán es aún, salvo por algunos cambios cosméticos, el documento que define la política chilena. No pude evitar pensar en una entrevista que había hecho semanas antes en Santiago, en la que un hombre cercano a la familia de Guzmán miró por la ventana de su oficina en un alto edificio hacia los rascacielos y amplias avenidas de la limpia y próspera ciudad, y me dijo con un movimiento de sus brazos que Guzmán era responsable de todo ello. Ese documento —su constitución— había hecho posible este capitalismo sin restricciones y todo lo que conlleva. Lo dijo con una pizca de asombro. No creo que los enemigos políticos de Guzmán diferirían, aunque quizás ellos podrían decirlo con un tono de voz distinto, con los dientes apretados. Llenos de rabia.

El largo día finalmente terminó poco después de las seis y media, y no hubo tiempo para deliberar. La jueza anunció un receso hasta el 23 de enero, golpeó su martillo y eso fue todo. Ese día, este capítulo de la historia de Ricardo Palma Salamanca no tendría fin. Sin cierre, la espera continuó.

El final de esta crónica está contado en el episodio ‘El helicóptero, el silencio, el balazo, la huida’, producido por Daniel Alarcón. 





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