jueves, 26 de mayo de 2016

Francisco Miguel Soto Piñeiro.-a

Curriculum.

Estudios

Abogado. Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales. Universidad de Chile. 1984.
Tesis de Licenciatura: "Sistema del error evitable sobre la antijuridicidad en el Código Penal Chileno, en los delitos de acción" con María Karelovic Car.
Magíster en Derecho. Universidad de Chile. 1985.
Tesis de Magíster: "Sistema del error evitable de prohibición en los delitos dolosos de acción en el código penal chileno".
Estudios de Doctorado en Derecho. Universidad de Zaragoza, España.

Actividades académicas

Fue Ayudante de Sergio Yáñez Pérez.
Fue Profesor Visitante de la Universidad Nacional del Litoral, Argentina.
Fue Profesor Visitante de la Universidad de Guayaquil, Ecuador.
Fue Profesor Visitante de la Universidad de Piura, Perú.
Fue Profesor de Derecho Penal de la Universidad de Chile. 1986-2022.

Actividades laborales

Fue Abogado Colaborador en el Estudio Jurídico Horvath, Daza, Farachi y Orthusteguy.
Membresías
Colegio de Abogados de Chile.
Libertades Públicas A.G.

Características

Es un tipo bien crítico.
Tiene una modulación extraordinaria.
Entrega inolvidables carretes de fin de ciclo.
Fanático de los cómics, en especial de Batman.
Sujeto alto, robusto y de inagotable apetito y sabiduría.
Abogado penalista eminente, jurista de peso famoso por su contundente, meditado hablar.
Su notable oratoria es enriquecida por numerosos chistes o divertidas anécdotas, relacionadas o no con la materia.
Amante del cine, gusta particularmente del cine arte y de los viejos westerns: Gary Cooper es el más preclaro exponente de ello.
Para Soto, fumar cigarrillos con filtro es de maricones. Más aún cuando se trata de cigarrillos light o super light. Por eso, sólo fuma un cajetilla diaria de la marca Camel sin filtro.
Es, sin duda, un gran maestro, conocedor acabado de su área de estudios, y totalmente claro en sus explicaciones. A pesar de que puede haber opiniones disidentes respecto a su calidad docente.
Consecuente con su compromiso con el ¿humanismo?, es amante de la ópera y su gran hobbie es hacer bibliográficas a mano, porque, según dice, no sabe ocupar el computador. Las hace en hojas cuadriculadas con una caligrafía impecable y utilizando lápices de colores.
De versación evidente y conocida; polemista profundo y agudo, de un conocimiento enciclopédico de las ciencias penales, siempre destacó en la cátedra y en el foro, atrayendo la atención por sus novedosas posturas y un estilo argumental y oratorio inconfundible.
Doctrinante de fuste, animó múltiples Jornadas, Simposios, Mesas, Congresos y Debates en Chile y en el extranjero, siendo siempre muy valorado por los colegas, alumnos y concurrentes de sus muy variadas audiencias.
Formador de nuevos juristas como Ignacio Araya Paredes, Gonzalo Medina Schulz, Jonatan Valenzuela Saldías, Javier Contesse Singh, Tomás Ramírez Hermosilla y Jorge Boldt Silva
Soto en definitiva es un maestro.

Sus Clases

Ideales para tomar apuntes.
Es uno de los cursos más desordenados que puedes tomar.
En ciertos momentos uno piensa que se va a ahogar ahí mismo.
Más que Derecho Penal con Soto Piñeiro, es Derecho Penal con los ayudantes de Soto Piñeiro.
Si te interesa el Derecho Penal, no lo tomes ni por si acaso, ya que ni se aparece por la sala.
En la praxis ya no hace clases y las veces cuando las hace sale a los cinco o diez minutos más tarde.
Se sabe toda la materia, pero la dicta, lo que transforma su clase en una experiencia agobiantemente latera.
El Maestro hacía sus cursos en apuntes elaborados en conjunto, o personalmente, por el gurú Antonio Bascuñán Rodríguez.
Hay veces que se aparece por la sala y la verdad no es aburrida su clase, es más, es bastante crítico con el sistema penal chileno.
Realiza cerca de la mitad de las clases (inclusive menos) que le corresponden en el semestre, dejando el resto a su equipo de ayudantes.
Hay veces que tira una talla que otra en clases, algunas muy subidas de tono, en especial al adentrarnos en el estudio de los delitos sexuales.
Hay veces que sus clases son más sorprendentes, otras solo dicta y dicta, alcanzas a anotar todo, inclusive en cuaderno, una clase monótona en términos de forma.

Sus Pruebas

La regla general es que son en modalidad escrita. Consisten en una selección de preguntas exclusivamente teóricas, basadas en la materia vista en clases. La evaluación de casos es casi inexistente en Derecho Penal I, mientras que en Derecho Penal II se evaluó uno en la segunda prueba y otro en el examen. A su vez, esta materia está basada en textos determinados que ayudan bastante, no sólo en cuanto a la comprensión de la materia, sino que además para la respuesta que el alumno dé en la prueba.
Las pruebas son confeccionadas por lo ayudantes en conjunto con el profesor. Por lo general, son alrededor de una o dos preguntas hechas por Soto, y el resto por los ayudantes. Para las pruebas, son esenciales las clases hechas por estos últimos. Teniendo buenos apuntes de ellas, y habiendo leído con tiempo los textos referentes a las mismas, no hay razón para temer una mala nota, sino que al contrario.
Una pregunta es de desarrollo largo y el resto de desarrollo breve, y el criterio de corrección enfatiza particularmente en:
Una explicación acotada de la teoría que se evalúa (p.ej., "el concepto de acción según Jakobs")
Las ventajas o desventajas de la misma.
Críticas que se le formulan (lo cual resulta fundamental para obtener una buena nota).
En caso de nota final de suficiencia se subirá la nota al alumno a 4,0, por lo cual este formato de evaluación no se realizará.
Las pruebas y exámenes son escritas. En caso de requerir adelantar alguna prueba o examen o algún caso excepcional, estas serán orales tomadas por algún ayudante.
Las evaluaciones consisten en uno o dos seminarios y una prueba que dan el 50% de presentación, más un examen de 50%.
En los seminarios las notas son buenas en general. En las pruebas hay de todo.

Ayudantes

Nicolás Parvex A.

Frases Típicas y Célebres

"Va-le-de-cir..."
"En todo evento...".
"¿Se entiende o no?".
"Eso es pura moralina".
"Los detestables alumnos".
"¡Porque yo soy Robert Mitchum!".
"No tengo ganas de hacer clases".
"El fantasma de la concupiscencia...".
"Los libros pueden explicar mejor que yo".
"El Código de la Fértil Provincia y señalada".
"Sergio Yáñez fue el último finalista consecuente".
"Dejémoslo hasta aquí para poder ir a la biblioteca".
"Todos piden más derecho penal, menos los penalistas".
"Tengo mi cerebro en Bonn, pero mi corazón en Frankfurt".
"Terminemos luego este examen que tengo que ir a ver Romané".
"¿Se han fijado que a Antonio Bascuñan le gusta mucho hacer distinciones?".
"Usted sabe como yo descubrí que Lavanderos era inocente... porque no era cura".
"El matar a la mujer no es un delito, por eso el Código dice "el que mate a otro".
"Si el problema es normativo-valorativo, se resuelve en sede normativo-valorativa".
"¿Alguien ha visto "A la hora señalada" con Gary Cooper? ¿NO, nadie?... Estamos cagados".
"Estar haciendo clases es como estar rodeado de muppets, uno mira hacia arriba y ve puros muppets".
"No sé si me eKplico..." Haciendo un gesto con la mano hacia el curso y torciendo levemente la cabeza.
"...pero se eliminaron las democracias censitarias. Hoy, un hombre, un voto. Hoy, incluso, una mujer, un voto".
"Los tipos delgados son sospechosos. Deben tener vicios muy ocultos. Además, falta de cariño y afecto a la humanidad".
"Las mujeres tienen un doble placer conmigo. El primero es durante el acto sexual mismo, el segundo cuando salgo de encima de ellas".
"El hilemorfismo aristotélico demuestra que las mujeres no tienen alma, ya que no toda forma es capaz de contener una sustancia".
"Señorita, responda la siguiente pregunta: ¿Se cumple con el requisito de "Acceso Carnal" si yo violara a alguien con un palo de escoba?".
"...en el Código Penal Alemán de 1936, se sancionaba el delito contra el buen sentir de la nación alemana, cuyo más preclaro exponente era el Führer".
"Porque del océano de la antijuricidad, se recorta el archipiélago de los delitos... en la chanta metáfora de la dogmática jurídico-penal contemporánea".
"Nunca he sabido por qué a los números les ponen un numerito chiquitito arriba. ¿Ustedes han visto que a algunos números les ponen un numerito chiquitito arriba?".
"Cuando usted tiene que evaluar si una persona es un delincuente revisa su historia. Así, si ha sido un niño conflictivo, que incurrió en varios delitos cuando joven, que es hincha de Colo-Colo, es un delincuente."
Una vez entró a la sala un mechón preguntando si era el curso de historia del derecho. Soto le dijo "si, si, tome asiento", y comenzó "en el derecho de los visigodos...". Ahí el curso comenzó a reír y Soto le explicó al mechón que se había equivocado. Luego le dijo al curso: "si no se hubieran reído, lo tengo sentado ahí quince minutos escribiendo sobre los visigodos...".
Luego de un semestre (penal III año 2018) en el cual pasó exclusivamente concurso de delitos, en la última clase: "Bueno, quedamos hasta acá. El próximo semestre voy a impartir un curso de concurso de delitos y non bis in idem (sic)"
"Desde Los Picapiedras hasta Los Simpson son un medio de control social"

Datos Freak

En el 2017 casi los ochenta alumnos del curso se preparaban por rendir el examen de derecho penal I, se esperaron por más de una hora y se preguntó por si alguien iba a tomar el examen, el asunto es que nadie podía llegar a esa hora a tomar el examen (de varios ayudantes), luego alguien se comunicó con el ayudante, este le informó que se quedó dormido, por lo que quedó el desastre, ya que muchos tenían pasaje para emigrar a sus respectivas regiones u otros exámenes de suficiencias o rezagados.
Vive en La Reina.
Sacó 7 en su examen de grado.
Su fan page tiene cuatro me gusta.
Fue portada de Las Últimas Noticias.
Fue alumno del profesor Marco González.
Fue al matrimonio de Jonatan Valenzuela.
Dicen que tomó un examen adelantado en su casa.
Fue profesor por más de 35 años en la facultad.
Señala que el cine coreano es "francamente deplorable".
Su oficina se ubica en Paseo Huérfanos, frente al Bravissimo.
Defendió al senador Carlos Bianchi y lo libró de ser condenado.
Una vez le pidió perdón a un alumno por tratarlo de colocolino.
Defendió a la profesora que se metió con su alumno y le salvó el pellejo.
Los más viejos no podemos olvidar que revisaba pruebas en el Matto Grosso!
Una vez, en plena clase, quemó un Código Penal para ilustrar el "delito de incendio".
Se llama y apellida igual que el profesor de constitucional de la facultad; Francisco Soto.
Toma un taxi para ir a la Fuente alemana, y otro para ir de la fuente alemana a la Facultad.
Fue profesor del exprofesor Gustavo Balmaceda y la delegada presidencial Constanza Martínez.
Es requerido constantemente por la prensa escrita, para que entregue su opinión en temas penales.
Es hincha acérrimo del "Equipo Mágico", la Universidad de Chile. Nada peor que el CDUC para Soto.
Según él dice, pasa la mitad del día con el teléfono descolgado para que no lo molesten sus clientes.
Señaló que Alejandro Peña tiene poca formación jurídica y mucho gusto por las cámaras. No se equivocó. [1]
Le cedió a Antonio Bascuñán Rodríguez un trabajo en elaboración para la realización de su tesis de pregrado.
Fue acusado por el senador Alejandro Navarro de participar en la violación de los derechos fundamentales del pueblo mapuche.
Pablo Ruiz-Tagle, recordó que conoció a Miguel Soto Piñeiro en el curso de Criminología del profesor Marco González Berendique, en sus años de estudiante.
Una de sus actitudes más comunes es pegarse fuertemente en su frente con la palma de su mano y estirar su cara con esta hasta el mentón, lo hace sin razón alguna, parece un tick nervioso.
Una vez luego de tomar exámenes pidió un cigarrillo a la clase, a lo que Francisco Saffie, alumno de entonces, le ofreció un "Kent"... Soto le respondió "no me ofrezca cigarros de maricones".
Trabajó junto a los profesores Antonio Bascuñán Rodríguez, Juan Pablo Mañalich Raffo, María Inés Horvitz Lennon y Raúl Nuñez Ojeda en el llamado proyecto alternativo de Código Penal para la República de Chile.
Comentando la famosa levenorgestrel 0.75 y un compañero adopta una postura algo similar a la del TC "o sea, usted va a tener grandes problemas cada vez que decida masturbarse, estaría arriesgando un posible sarciturus".
Es fanático de los líos de la farándula al igual que su discípulo Jonatan Valenzuela Saldías, leen LUN y The Clinic, ve SQP y las teleseries del momento. Los viernes no se pierde Primer Plano en CHV, y cuando puede, ve los matinales.
Una vez en clases dijo que no había ido el día anterior, porque estaba terminando una bibliografía y se había demorado varios días en hacerla. Ante la mirada incrédula del curso saco dicha bibliografía escrita a mano: eran más de 100 páginas.
Era común que llegará a clases de alguno de los electivos que hizo, contando que la noche antes en un carrete se había bajado una de whisky, y que por tanto "¿Qué les parece si en vez de hacer clases mejor hablamos de cómics/películas/libros de ciencia ficción/cualquier cosa?"
Su secretaria es absolutamente exquisita, y en su oficina hay casi tantos libros como en la Biblioteca de la Escuela, apilados por todos lados, incluso en el piso. No existe computador ahí, pues, como ha confesado, no sabe ocuparlos, y en su gran escritorio tiene figuritas de Star Wars y otros monitos. Antes tenía las tortugas ninja, y armaba batallas en él.
Una vez tomando exámenes decidió tomar un tiempo para fumarse un cigarro y tomar café, por lo que el alumno que seguía le dijo en broma; "Profesor porque no mejor me pone un cuatro y quedamos?". Después de volver llamó al alumno para el examen, este se sienta y el profesor le dice. "¿Un cuatro?" y el alumno responde "Sí". Ese fue todo su examen aprobando fácilmente.
Cuenta la leyenda que en una lejana invasión a la PUC varios mechones y otros más viejones fueron retenidos al interior del sacro edificio PUC. Una llamada telefónica a la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, dando noticia del asunto, pedía la indemnización de los perjuicios ocasionados por los alumnos, amenazando con "demandarnos" en razón de los destrozos causados, que fueron cuantiosos. De este lado de la línea telefónica se encontraba el maestro Miguel Soto, que respondió a las amenazas con un rotundo "Si mis alumnos no están acá en 5 minutos la querella será por secuestro".... y hasta ahí quedó la demanda de la UC.
Fue Abogado en el caso Bombas I de Candelaria Cortés-Monroy y Francisco Solar, del Chino Ríos, de la corporación Aomori, estafada por el marido de la Geisha, de Patricio Tombolini, de David Ibaceta, Aarón Vásquez y Rafael Cavada.

Publicaciones

(2007) Consideraciones críticas sobre la regulación del delito de aborto en el anteproyecto de nuevo código penal elaborado por el foro del Ministerio de Justicia, en Revista de Estudios de la Justicia, N° 9.
(2005) ¿Politización judicial?, en La Tercera, Opinión, 27 de septiembre.
(2002) El principio de la discrecionalidad en el nuevo sistema penal, en Revista de Derecho, N° 6, Universidad Finis Terrae, Santiago.
(2001) En torno a los denominados "estándares básicos que debe cumplir la Defensoría Penal Pública", en Revista de Estudios de la Justicia, N° 1, Universidad de Chile, Santiago .
(2000) Derecho y política en el Estado Constitucional de Derecho: el caso del Derecho Penal, en "Estado de derecho y democracia. Un debate acerca del rule of law", Seminario en Latinoamérica de Teoría Constitucional y Política, Editores del Puerto, Buenos Aires .
(1999) Una jurisprudencia histórica hacia el reconocimiento del "principio de culpabilidad" en el Derecho Penal, en Revista de Derecho, N°3, Universidad Finis Terrae, Santiago .
(1994) La Apropiación Indebida: acción, autor y resultado típico, Editorial Jurídica Conosur, Santiago .
De los dogmas de la dogmática a los dogmas de los dogmáticos, Revista de Derecho, Universidad Central, Santiago (confirmar).
(1993) Comentarios [sobre la ley que modifica los requisitos de la legítima defensa privilegiada], en Derecho y Humanidades, 3-4, Santiago.
(1993) Sobre los límites entre el ilícito civil y el penal: el caso de la apropiación indebida, en Revista de Derecho y Jurisprudencia, Tomo XC, N°1, Santiago .
(1989) El hurto del acreedor: ¿una conducta atípica?, en Derecho y Sociedad, Año 2, Volumen 3-4, Santiago .
(1989) Nota a sentencia: Hurto y realización arbitraria del propio derecho, en Revista de Ciencias Penales, Tomo XXXIX, Santiago .
(1988) El bien jurídico protegido en los llamados delitos económicos, ¿una falsificación conceptual?, en Revista de Derecho Económico, N° 70-71, Universidad de Chile, Santiago .
(1988) Presupuesto para la determinación de la objetividad jurídica de los llamados delitos económicos, en Derecho y Sociedad, Año 1, Volumen 1, Santiago.
(1987) Presupuestos para la formulación de una teoría jurídica del delito, en Revista de Legislación y Documentación en Derecho, Año IX, N° 1, Santiago.
(1986) Nota a sentencia, Corte Punta Arenas: Violación de domicilio, en Revista de Ciencias Penales, Tomo XXXVIII, Santiago .
(1986) Nota a sentencia, Corte Punta Arenas: Homicidio; Coautoría, en Revista de Ciencias Penales, Tomo XXXVIII, Santiago .
(1986) Nota a sentencia, Corte Concepción contra Dionisio Campos, en Revista de Ciencias Penales, Tomo XXXVIII, Santiago .
(1986) La noción de autor en el Código penal chileno, en Gaceta Jurídica, N°68, Santiago .
(1984) Algunas consideraciones acerca de la suspensión de la prescripción especial de corto tiempo que contempla el artículo 34 de las Cuentas Corrientes Bancarias y cheques, en Gaceta Jurídica, N°49, Santiago.

Leviatán ha muerto (Miguel Soto Piñeiro, 1958-2022)

Por: Miguel Orellana Benado | Publicado: 09.09.2022
Leviatán ha muerto (Miguel Soto Piñeiro, 1958-2022)Miguel Soto Piñeiro |


Morir hoy a los 63 años es temprano. Pero, como señala Tyrell, el diseñador y fabricante de los replicantes de la película ochentera Blade Runner, cuando explica por qué tienen que morir jóvenes: “La vela que brilla con intensidad doble se consume el doble de rápido”.

Sin formas la universidad no existe. Me refiero a la institución en general, no a una casa en particular, de ahí la minúscula. Para tener una universidad, sin embargo, las formas no bastan.  Son condiciones necesarias, pero no suficientes. Las formas universitarias nacen del cultivo de la filosofía y del cultivo de la historia. La primera forma el carácter para pensar con rigor. Es decir, más allá del atolondramiento de ideas, sensaciones y prejuicios, respaldados por una documentación parcial y sesgada así como, para decirlo con la fórmula de Hobbes, “lo que es peor de todo”, sin sentido del humor (o sin sentido de la humanidad que, tengo para mí, es casi lo mismo). Tal manera de pensar es, mucho me temo, la más corriente hoy, dado que la mayoría de las personas no recibe hoy ni siquiera una formación básica en filosófica.

La segunda fuente de las formas en la universidad, la historia, ofrece la oportunidad, al menos a quienes la cultivan con provecho, de formar el carácter para ser agradecido. A saber, aprender a estar atento a quien corresponde agradecer, comenzando por quienes son nuestros mayores y mejores, como se dice en inglés: our elders and betters. La educación despierta la capacidad de identificar quiénes son dignos de agradecimiento y fomenta la expresión del agradecimiento, que se extiende incluso a quienes ya han muerto. Cuidar tanto el rigor argumental como la memoria fomenta la cortesía, la característica que distingue el trato educado, una capacidad que no requiere de (ni está garantizada por) diplomas que acrediten grados académicos o profesionales, por prestigiosas que sean las universidades que los conceden. Las formas universitarias promueven en la sociedad el encuentro respetuoso, productivo y festivo del mayor número posible de personas, que es el objetivo último de la educación en todos sus niveles.

Tomaré ahora un momento para ilustrar cuán deplorable es el estado de la actual educación superior chilena. La Universidad (sí, con mayúscula; es decir, la corporación que desde el 17 de abril de 1839 se denomina “Universidad de Chile”, y que hasta entonces se denominó Universidad San Felipe de Santiago de Chile) está por cumplir cuatro siglos. Aún antes de tener esta última denominación, como Universidad Santo Tomás de Santiago de Chile, tuvo su primera instalación en el Valle Central a manos de los Orden de los Padres Predicadores (los dominicos) en la Iglesia del Rosario, en la manzana al norte de la Plaza de Armas, el 19 de agosto de 1622. Esta efeméride inminente arriesga pasar inadvertida incluso entre sus primeros y principales herederos en la Universidad, los maestros y alumnos, junto con sus principales aliados, el personal de colaboración. Si ni la casa más antigua está consciente que le corresponde reconocer y demostrar agradecimiento a sus predecesores, sus elders and betters, ¿qué podemos esperar del resto de la sociedad?

Además de legiones de profesores tan dedicados como competentes, y de la minoría de ellos que son tan arbitrarios como bruscos sin causa (“rotos”, según se podía decir con exactitud hasta que comenzara la rebelión de quienes intentan imponer el lenguaje inclusivo) o bien pedantes (a saber, quienes, deslumbrados por su conocimiento, creen que han dejado de ser ignorantes), una verdadera universidad incluye entre sus maestros un puñado de personajes. Esta es una condición necesaria para la existencia de una universidad.

Los personajes son, en los distintos ámbitos, individuos de carácter definido, que se desenvuelven de manera peculiar y desenfadada cuya vocación, en el caso de la educación, sus alumnos perciben que es honesta, documentada, avalada por su trayectoria vital y, crucial, que está respaldada por su sentido del humor. Tratar en la universidad con una diversidad de maestros (profesores dedicados, “rotos”, pedantes y los personajes) es un componente formativo de una experiencia educacional universitaria de calidad. Contemplar cómo tratan los profesores a sus alumnos y, también, cómo se tratan entre ellos (algunos profesores universitarios ni siquiera se saludan) aporta a la experiencia formativa de la juventud. Tal vez, incluso, aporte más que los contenidos que presentan los distintos cursos y las habilidades cuyo cultivo procede sobre esas bases.

El profesor Miguel Soto Piñeiro, abogado penalista, magíster en Derecho y docente de la Facultad de Derecho, que acaba de morir a los tempranos 63 años, fue un personaje querido en la Universidad, antigua casa de estudios pre-escolares, básicos, medios y universitarios que, a sus cuatro siglos, pareciera haber perdido casi por completo tanto la memoria institucional como el entendimiento cabal de su identidad y su contribución a la forja de Chile. Era un hombre de gran tamaño, de calvicie temprana, con barba, corpulento, de espaldas anchas, brazos y piernas fuertes. Era un leviatán cuyo desplazamiento recordaba a la creatura marina de inspira el título del gran libro de Hobbes, el ser que más miedo inspira, la emoción básica detrás del derecho penal, quizás de todo sistema jurídico.

Fumador empedernido desde la juventud de cigarrillos fuertes sin filtro (primero Lucky Strike y luego Camel) que, según me contó un amigo suyo, se acumulaban haciendo montículos en el cenicero de su oficina. Durante una clase se quedó sin cigarrillos y pidió uno a sus estudiantes. Cuando un alumno le ofreció un Kent con filtro, Miguel lo rechazó diciendo, para actualizar su respuesta en términos de la lingua franca hoy permitida, que eran una opción LGTB+, que no era la suya. Su voz de bajo estereofónico impresionaba a quienes tuvieron oportunidad de oírla. Fue gran lector de Raymond Chandler y de otros autores de novela negra, nada llamativo en un penalista. Y también adicto a la lectura de comics, con una debilidad marcada, y reveladora, por Batman. Tuvo la admiración de sus alumnos y el reconocimiento de sus colegas.

El profesor Soto Piñeiro, destacadísimo abogado penalista, el primero en su generación, fue heredero del también penalista de origen viñamarino Sergio Yáñez Pérez quien, en su juventud, además de destacar en el coro de la Universidad y de ser parte de una generación gloriosa (Alessandri Besa, Almeyda Medina, Altamirano Orrego, Benado Rejovitzky, Figueroa Yáñez, Hales Yamarne, Herrera Lane, Hübner Gallo, Pacheco Gómez, Volodia Teitelboim y Raquel Weitzman, primera mujer de este último y madre del físico ahora conocido como Claudio Bunster; apodado “Bunsterboim” por gente de humor cruel), culminó su formación en Alemania con Hans Welzel, primer director del Instituto de Filosofía del Derecho de la Universidad de Bonn. Mientras cursaba estudios de doctorado en la Universidad de Zaragoza, Miguel Soto Piñeiro tuvo además la influencia del español José Cerezo Mir, otro antiguo alumno de Welzel.

Soto Piñeiro fue un puente de plata entre la generación formada por Álvaro Bunster y la que surgió entre las postrimerías de la dictadura militar civil que encabezó el general Pinochet y el periodo de pos-dictadura que abrió el presidente Patricio Aylwin Azocar, abogado y profesor de Derecho Administrativo en la Universidad. Miguel contribuyó a modificar en Chile el rumbo de los estudios en derecho penal. De tener foco en la recepción argentina del derecho penal italiano a tenerlo en la recepción española del derecho penal alemán, un país que tan buenas razones tuvo para querer dar examen en dicha disciplina, al menos luego de la derrota de Hitler.

Soto Piñeiro inspiró a múltiples generaciones de estudiantes a lo largo de sus 35 años de docencia, liderados por la formidable abogada penalista Dra. María Inés Horvitz Lennon, quien logró que fueran condenados a cientos de años de cárcel múltiples esbirros del general Pinochet, entre otros, el mayor Álvaro Corbalán Castilla, jefe operativo de la Central Nacional de Informaciones. Inspiró también, entre otros, a los hoy profesores Dr. (h.c.) Antonio Bascuñán Rodríguez, Dr. Javier Contesse Singh, Dr. Juan Pablo Mañalich Raffo, Dr. Gonzalo Medina Schultz, Dr. Jonathan Valenzuela Saldías y la Dra. Myrna Villegas Díaz.

En la vida universitaria, y también en las demás esferas, los personajes se distinguen por su sentido del humor. Miguel Soto Piñeiro fue también un maestro en este ámbito. Entre sus múltiples anécdotas destaca la ocasión en que tuvo que decir su apellido, luego de una persona que tenía un apellido extranjero, y que lo deletreó para que fuera bien escrito. Miguel dijo el suyo: “Soto. Ese, O, Te, O”. Y también la ocasión cuando, en una fila para sacar pasaporte, la funcionaria se negó a fotografiar a una persona joven que venía con el pelo teñido verde alegando que era “un disfraz”.  En ese momento Miguel, con su voz estentórea dijo: “Pero, señora, ¡si usted tampoco es rubia!”.

Morir hoy a los 63 años es temprano. Pero, como señala Tyrell, el diseñador y fabricante de los replicantes de la película ochentera Blade Runner, cuando explica por qué tienen que morir jóvenes: “La vela que brilla con intensidad doble se consume el doble de rápido”.

Sobreviven a Miguel sus tres hijos, su madre de ellos, sus discípulos, sus amigos, muchos colegas e integrantes del personal de colaboración de la Universidad a todos quienes conquistó con su trato campechano, sagaz, culto y su agudo sentido de la realidad, la justicia y el humor.

Gracias, Miguel. Adiós, Miguel.

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