la vieja "moneda". |
Querido don martin
Este miércoles 11 de septiembre se conmemoran los 46 años del golpe de Estado ocurrido en año 1973. La jornada estuvo marcada por las romerías de los políticos y los partidarios de la antigua Unidad Popular, que acudió al Palacio de La Moneda con flores para dejarla en el monumento al presidente Salvador Allende, levantado en el extremo izquierdo de la Plaza de la Constitución frente al palacio de La Moneda.
Más allá de las posiciones políticas de tenga uno como persona, cada vez el recuerdo del golpe de estado se está desvaneciendo en la memoria colectiva de los chilenos; inclusive la fecha 11 de septiembre se recuerda el ataca a las torres gemelas de Nueva York, que el golpe de Estado.
Hasta unos 15 años atrás en las poblaciones y barrios de Santiago, se prendían muchas fogatas y existían manifestaciones violentas, en actualidad solo determinadas lugares, como Villa Francia, se prenden fogatas y hay manifestaciones violentas contra la policía; se está acabando el odio; según el Sociólogo Fernando Villegas tardaran unas tres generaciones, para que el odio político provocado por el golpe de Estado del 73, desaparezca.
Uno se pregunta DON MARTÍN porque el golpe de Estado en Chile es tan importante en occidente, y se quedó en la memoria histórica mundial. La respuesta es la siguiente, fue inesperado. Esa es la primera de las muchas razones para explicar por qué, entre tantos golpes de Estado que han tenido lugar en américa latina, el de 1973 en Chile entró para quedarse en la memoria histórica global, la cordillera de los andes parecía proteger a la democracia chilena a tal punto que hacía apenas tres años había recibido su más contundente afirmación: la llegada al poder por las urnas del izquierda, Salvador Allende, en medio de la Guerra Fría.
En Occidente se percibía a Chile como un país que tenía una tradición democrática mucho más larga y más fuerte del constitucionalismo que muchos países europeos, para la mayoría de los estadounidenses, fue un tipo diferente de golpe, el hecho clave es la manera en la que Allende llegó al poder, no era un caudillo, no era un dictador que era reemplazado por otro, era un líder socialista electo que estaba siguiendo la vía pacífica. Por eso fue más impactante y la desilusión más fuerte. Esa gran esperanza fue derrocada con un golpe de estado.
En Europa Occidental lo que estaba pasando en Chile desde 1970 estaba teniendo un enorme impacto, el viejo continente que estaba revisando el socialismo, y lo que Allende ofrecía era socialismo de manera constitucional, democrático, sin violencia. Eso era muy atractivo y hay que recordar también que muchos de los partidos chilenos tenían vínculos fuertes internacionales, que no era el caso con los de otros países latinoamericanos, que no tienen vínculos partidistas. El ejemplo político de Chile se grabó en la memoria de la gente en la década del 70 en primer lugar porque era un experimento -la revolución pacífica que era la meta del gobierno de Allende- que fue destruido por un golpe en el que el presidente mismo murió. Y tanto el proyecto como su fin estuvieron ante los ojos del mundo.
Desde el Palacio de La Moneda, Salvador Allende transmitió cuatro mensajes ese 11 de septiembre de 1973. Uno podría describirlo como el primer golpe latinoamericano que desde sus orígenes, pasando por su ejecución hasta sus consecuencias fue cubierto por la prensa occidental quien le atribuye la transmisión del principio del proyecto socialista a los poderes extranjeros -los soviéticos y los cubanos- que hicieron propaganda para aumentar el nivel de atención que se le prestaba a Allende y su destino a nivel global, pues les ayudaba a sentar su punto de vista.
El 11 de septiembre recibió mucha atención de los medios debido a la que había recibido Unidad Popular antes del golpe, "Allende era un héroe, como el Che Guevara, para la izquierda, particularmente sus amigos en Francia... ¡pensaban que era un santo!. Sea como sea, ese día y los que le siguieron no parecen haber necesitado de poderes extranjeros para hablar por sí solos.
Esas fotos icónicas del bombardeo de La Moneda, los libros quemados en las calles -que le recordaban a la gente de las atrocidades de los nazis-, esa horrible fotografía de Pinochet sentado con sus gafas oscuras -casi una parodia de la imagen de los dictadores-, y todas esas fotografías de los prisioneros esperando en el estadio... con esas imágenes uno podía seguir con claridad lo que estaba pasando y eso tenía un impacto enorme en la gente.
El golpe de Chile hizo tantas olas, fue un momento tan icónico, y no sólo por las imágenes. Salvador Allende pasó de ser hombre a símbolo y su nombre no ha sido olvidado.
Señala que fueron ellos los que estrenaron el lenguaje, la vestimenta y la escenificación que se habrían de convertir en el modus operandi para ocasiones como esa hasta el día de hoy.
"Yo pienso que lo que hizo que este golpe dejara una marca en la historia fue que sus consecuencias y el régimen militar que se tomó el poder duraron por mucho tiempo. Consolidó un sendero para Chile de tal manera que incluso ahora, lo que vemos en Chile es resultado de lo que ocurrió en 1973".
"Por eso creo que se ha convertido en un hito, como ha ocurrido en los otros pocos casos en los que los dictadores permanecen en el poder por largo rato: entre más largo el período en el poder, más posibilidades tienen los académicos de estudiar y explorar las características del régimen".
"Desde el punto de vista global, le dio un carácter distinto a Chile que aún perdura: es una entidad diferente a muchos otros países, incluso a aquellos que están en su vecindad", opina el diplomático palestino.
Esa diferencia se consolidó por medio de otro factor que hizo de este golpe memorable.
Si bien es cierto que Allende estaba ensayando algo que no se habìa hecho antes, los que se tomaron el poder también tenían un proyecto nuevo: los llamados "Chicago boys" llevaron los principios del economista estadounidense Milton Friedman a Chile antes de las experiencias neoliberales o neoconservadoras de las naciones de Occidente.
Los que se tomaron el poder, "tenían un profundo sentido de misión: eliminar el comunismo y crear un nuevo orden, un nuevo Chile", recuerda Alan Angell.
"Pinochet llegó con un plan económico que era casi diametralmente opuesto al de Allende", le dice a BBC Mundo el canadiense Kristian Gustafson.
Los militares chilenos fueron más efectivos en su brutalidad. Le apuntaron a los militantes sospechosos con más precisión. Tenían mucha más información. Y menos oposición de parte de ellos. No les tocó lidiar con grupos terroristas, como los montoneros, tupamaros, ect. fue un golpe que tuvo lugar sin absolutamente ninguna resistencia, de manera que no hubo una guerra prolongada. Además, el poder estaba más centralizado que en otros casos latinoamericanos.
MARTIN Lo otro que los diferencia del golpe, es que el régimen chileno practicaba el exilio a una escala mayor que los otros regímenes. Así que el exilio es más grande proporcionalmente. El papel de la diáspora chilena que, tenía muchos fondos y era muy efectiva a la hora de movilizar a la opinión pública, no puede despreciarse. Muchos de estos exiliados eran líderes políticos: militantes, ex ministros, y hasta músicos, La Nueva Canción Chilena -con música de raíces latinoamericanas pero letra política- estaba muy ligada al programa del gobierno de la Unidad Popular. Ese compromiso es muy único y explica el que esos músicos hayan pagado muy caro su adhesión a Allende: casi todos terminaron exiliados y en el caso de Víctor Jara, asesinado de una manera muy horrible que se siente hasta hoy, pues todavía no se encuentra al culpable.
Los músicos políticos sobrevivientes se llevaron al exilio sus tonadas, entre ellas, una de las canciones políticas más famosas en el mundo: El pueblo unido jamás será vencido', que se convirtió en un símbolo. Los músicos en el exilio se ven obligados a cantarla pero muchos no querían pues lo que dice la canción no era cierto. El pueblo unido sí había sido vencido. Y de manera dramática.
Hasta unos 15 años atrás en las poblaciones y barrios de Santiago, se prendían muchas fogatas y existían manifestaciones violentas, en actualidad solo determinadas lugares, como Villa Francia, se prenden fogatas y hay manifestaciones violentas contra la policía; se está acabando el odio; según el Sociólogo Fernando Villegas tardaran unas tres generaciones, para que el odio político provocado por el golpe de Estado del 73, desaparezca.
Uno se pregunta DON MARTÍN porque el golpe de Estado en Chile es tan importante en occidente, y se quedó en la memoria histórica mundial. La respuesta es la siguiente, fue inesperado. Esa es la primera de las muchas razones para explicar por qué, entre tantos golpes de Estado que han tenido lugar en américa latina, el de 1973 en Chile entró para quedarse en la memoria histórica global, la cordillera de los andes parecía proteger a la democracia chilena a tal punto que hacía apenas tres años había recibido su más contundente afirmación: la llegada al poder por las urnas del izquierda, Salvador Allende, en medio de la Guerra Fría.
En Occidente se percibía a Chile como un país que tenía una tradición democrática mucho más larga y más fuerte del constitucionalismo que muchos países europeos, para la mayoría de los estadounidenses, fue un tipo diferente de golpe, el hecho clave es la manera en la que Allende llegó al poder, no era un caudillo, no era un dictador que era reemplazado por otro, era un líder socialista electo que estaba siguiendo la vía pacífica. Por eso fue más impactante y la desilusión más fuerte. Esa gran esperanza fue derrocada con un golpe de estado.
En Europa Occidental lo que estaba pasando en Chile desde 1970 estaba teniendo un enorme impacto, el viejo continente que estaba revisando el socialismo, y lo que Allende ofrecía era socialismo de manera constitucional, democrático, sin violencia. Eso era muy atractivo y hay que recordar también que muchos de los partidos chilenos tenían vínculos fuertes internacionales, que no era el caso con los de otros países latinoamericanos, que no tienen vínculos partidistas. El ejemplo político de Chile se grabó en la memoria de la gente en la década del 70 en primer lugar porque era un experimento -la revolución pacífica que era la meta del gobierno de Allende- que fue destruido por un golpe en el que el presidente mismo murió. Y tanto el proyecto como su fin estuvieron ante los ojos del mundo.
Desde el Palacio de La Moneda, Salvador Allende transmitió cuatro mensajes ese 11 de septiembre de 1973. Uno podría describirlo como el primer golpe latinoamericano que desde sus orígenes, pasando por su ejecución hasta sus consecuencias fue cubierto por la prensa occidental quien le atribuye la transmisión del principio del proyecto socialista a los poderes extranjeros -los soviéticos y los cubanos- que hicieron propaganda para aumentar el nivel de atención que se le prestaba a Allende y su destino a nivel global, pues les ayudaba a sentar su punto de vista.
El 11 de septiembre recibió mucha atención de los medios debido a la que había recibido Unidad Popular antes del golpe, "Allende era un héroe, como el Che Guevara, para la izquierda, particularmente sus amigos en Francia... ¡pensaban que era un santo!. Sea como sea, ese día y los que le siguieron no parecen haber necesitado de poderes extranjeros para hablar por sí solos.
Esas fotos icónicas del bombardeo de La Moneda, los libros quemados en las calles -que le recordaban a la gente de las atrocidades de los nazis-, esa horrible fotografía de Pinochet sentado con sus gafas oscuras -casi una parodia de la imagen de los dictadores-, y todas esas fotografías de los prisioneros esperando en el estadio... con esas imágenes uno podía seguir con claridad lo que estaba pasando y eso tenía un impacto enorme en la gente.
El golpe de Chile hizo tantas olas, fue un momento tan icónico, y no sólo por las imágenes. Salvador Allende pasó de ser hombre a símbolo y su nombre no ha sido olvidado.
Señala que fueron ellos los que estrenaron el lenguaje, la vestimenta y la escenificación que se habrían de convertir en el modus operandi para ocasiones como esa hasta el día de hoy.
"Yo pienso que lo que hizo que este golpe dejara una marca en la historia fue que sus consecuencias y el régimen militar que se tomó el poder duraron por mucho tiempo. Consolidó un sendero para Chile de tal manera que incluso ahora, lo que vemos en Chile es resultado de lo que ocurrió en 1973".
"Por eso creo que se ha convertido en un hito, como ha ocurrido en los otros pocos casos en los que los dictadores permanecen en el poder por largo rato: entre más largo el período en el poder, más posibilidades tienen los académicos de estudiar y explorar las características del régimen".
"Desde el punto de vista global, le dio un carácter distinto a Chile que aún perdura: es una entidad diferente a muchos otros países, incluso a aquellos que están en su vecindad", opina el diplomático palestino.
Esa diferencia se consolidó por medio de otro factor que hizo de este golpe memorable.
Si bien es cierto que Allende estaba ensayando algo que no se habìa hecho antes, los que se tomaron el poder también tenían un proyecto nuevo: los llamados "Chicago boys" llevaron los principios del economista estadounidense Milton Friedman a Chile antes de las experiencias neoliberales o neoconservadoras de las naciones de Occidente.
Los que se tomaron el poder, "tenían un profundo sentido de misión: eliminar el comunismo y crear un nuevo orden, un nuevo Chile", recuerda Alan Angell.
"Pinochet llegó con un plan económico que era casi diametralmente opuesto al de Allende", le dice a BBC Mundo el canadiense Kristian Gustafson.
Los militares chilenos fueron más efectivos en su brutalidad. Le apuntaron a los militantes sospechosos con más precisión. Tenían mucha más información. Y menos oposición de parte de ellos. No les tocó lidiar con grupos terroristas, como los montoneros, tupamaros, ect. fue un golpe que tuvo lugar sin absolutamente ninguna resistencia, de manera que no hubo una guerra prolongada. Además, el poder estaba más centralizado que en otros casos latinoamericanos.
MARTIN Lo otro que los diferencia del golpe, es que el régimen chileno practicaba el exilio a una escala mayor que los otros regímenes. Así que el exilio es más grande proporcionalmente. El papel de la diáspora chilena que, tenía muchos fondos y era muy efectiva a la hora de movilizar a la opinión pública, no puede despreciarse. Muchos de estos exiliados eran líderes políticos: militantes, ex ministros, y hasta músicos, La Nueva Canción Chilena -con música de raíces latinoamericanas pero letra política- estaba muy ligada al programa del gobierno de la Unidad Popular. Ese compromiso es muy único y explica el que esos músicos hayan pagado muy caro su adhesión a Allende: casi todos terminaron exiliados y en el caso de Víctor Jara, asesinado de una manera muy horrible que se siente hasta hoy, pues todavía no se encuentra al culpable.
Los músicos políticos sobrevivientes se llevaron al exilio sus tonadas, entre ellas, una de las canciones políticas más famosas en el mundo: El pueblo unido jamás será vencido', que se convirtió en un símbolo. Los músicos en el exilio se ven obligados a cantarla pero muchos no querían pues lo que dice la canción no era cierto. El pueblo unido sí había sido vencido. Y de manera dramática.
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