11 NOV 2019
Ante las fuertes escaladas de precios de la vivienda registradas en la última década en muchas grandes urbes de Europa y Estados Unidos, los dirigentes políticos, todos ellos de corte socialdemócrata o tendencia progresista , han decidido imponer distintas fórmulas para controlar los importantes repuntes de las rentas y mejorar el difícil acceso a la vivienda de muchos de sus residentes.
Si bien estas medidas pueden servir para aliviar en el medio plazo a los inquilinos de las grandes metrópolis, muchos economistas y agentes del sector inmobiliario sostienen que a largo plazo pueden desincentivar la construcción de nueva vivienda, deteriorar el parque existente y reducir la oferta en alquiler para canalizarla hacia la venta. A pesar de esas amenazas, estos son algunos ejemplos recientes o venideros de control de rentas.
Dinamarca contra Blackstone
El Gobierno danés, en el cargo desde junio, ha anunciado recientemente que prepara cambios legales para hacer frente a la especulación inmobiliaria e impedir que los grandes fondos de inversión, especialmente Blackstone, puedan aumentar los precios de los alquileres de forma desorbitada, algo que está impidiendo, según ha alertado el Ejecutivo, que un inquilino con un sueldo medio pueda vivir en las principales ciudades del país.
La nueva regulación, cuya tramitación en el Parlamento se prevé para el próximo verano, pretende eliminar una cláusula de la ley de vivienda que permite a los grandes propietarios aumentar considerablemente los alquileres si hacen una reforma superior a los 34.000 euros. Este cambio haría que, tras una renovación, solo se pudiera aplicar una subida de la renta de hasta el 40%, frente al 80% de media que se da en la actualidad.
Para Blackstone, que se ha convertido en uno de los principales fondos arrendadores del país, ello supondría recortar su inversión casi al 50%, según cálculos de Bloomberg. Según la televisión pública danesa, algunos alquileres han sufrido alzas del 400% desde que el fondo estadounidense se hiciera con ellos.
Precios congelados en Berlín, tras doblar en una década
La cuidad-estado de Berlín, donde cerca del 80% de la población vive arrendada, ha dado luz verde a congelar las rentas para los apartamentos construidos antes de 2014. La medida, que se aplicará a partir del 1 de enero y durante los próximos cinco años, afectará a cerca de 1,5 millones de hogares en una urbe donde las rentas han crecido un 104% desde 2009. Solo en 2017, los precios repuntaron un 20%, según Knight Frank, si bien está lejos de ser la ciudad más cara de Europa.
Un año después, el Bundesbank ya advirtió de que el precio de la vivienda en la ciudad estaba inflado en casi un 35%. Infringir la nueva ley podrá suponer multas de hasta 500.000 euros, después de que una regulación de 2015, que pretendía limitar las subidas entre contratos un 10% por encima de la media de la zona, no surtiera efecto.
Topes máximos en París hasta 2023
El puesto de ciudad más cara de Europa lo ocupa París, donde el alquiler se ha encarecido más de un 50% en la última década. Desde el 1 de julio se ha recuperado el control de rentas tumbado a finales de 2017 y que se aplicará de forma experimental hasta 2023.
La prefectura establece un precio de referencia en función del número de habitaciones, antigüedad del edificio, ubicación y si está amueblado o no. Esa renta de referencia deberá incluirse en el contrato y no podrá ser superada en más de un 20%, bajo pena de multas de 5.000 euros para personas físicas o 15.000 euros en caso de empresas.
Promesa electoral en Londres
Otra de las urbes más prohibitivas es Londres, donde los inquilinos destinan el 50% de su salario al alquiler, frente al 30% recomendado. Allí, su alcalde, Sadiq Khan, ha anunciado que hará del control de precios su piedra angular en la campaña a su reelección en 2020. Ello a pesar de que precisaría del visto bueno del Gobierno nacional, algo alto improbable bajo el mando conservador, pero factible si el laborista Jeremy Corbyn llegara a ganar las próximas elecciones el próximo 10 de diciembre, pese a que los sondeos no le dan el suficiente apoyo.
TAMBIÉN EN ESTADOS UNIDOS
California. El estado de la costa oeste de Estados Unidos se suma a Nueva York y en septiembre limitó los incrementos del alquiler al 5% anual como máximo, además de la inflación, para las viviendas construidas antes de 1995 con el fin de poner freno a la escalada de precios que ha generado un incremento de las personas sin techo. A pesar de que la ley entrará en vigor el próximo 1 de enero y se aplicará durante la próxima década, el gobernador ya ha anunciado su intención de tratar de ampliar el número de viviendas afectadas, bajando el límite temporal a aquellas construidas antes de 2005.
Oregón. Tras sufrir repetidos repuntes de doble dígito, desde marzo el estado de Oregón, al norte de California, establece que los precios no puedan subir más de un 7% anual más inflación a las viviendas con más de 15 años de antigüedad.
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