martes, 24 de noviembre de 2020

Guerra Fría.-a

La guerra fría fue la tercera gran guerra del siglo XX, después de la primera y la segunda guerra mundial.

La guerra fría, es la época anterior a la actual.

URSS contra EU


El siglo XX es considerado por muchos historiadores como el siglo de las guerras. Si la Primera Guerra Mundial marcó el comienzo del 1900 con unos 10 millones de muertos, pronto se convirtió en un simple aperitivo en comparación con lo que estaba por venir. Las atrocidades cometidas por todos los bandos beligerantes durante la Segunda Guerra Mundial deberían haber saciado la sed de sangre de la humanidad por un tiempo, pero el mundo se encontró con un nuevo enfrentamiento. La Guerra Fría agruparía más de una docena de conflictos armados en el marco de un choque ideológico entre Estados Unidos y la Unión Soviética a nivel mundial.

Tras la derrota de las fuerzas del Eje en 1945, las dos superpotencias principalmente responsables de la victoria sufrieron un rápido enfriamiento en sus relaciones. El modelo capitalista liberal estadounidense y el modelo comunista soviético no solo eran contrarios, sino que eran incompatibles (uno no podía existir mientras lo hiciese el otro). Sin embargo, la posesión de armas nucleares por ambas partes y la destrucción que podría provocar un enfrentamiento abierto entre ello hicieron que su estrategia virase hacia la contención y se valieran de países satélite y zonas de influencia para dirimir sus diferencias.

Así, las siguientes cuatro décadas se convirtieron en un hervidero de pequeños conflictos que surgían en cualquier parte del planeta, salvo el continente de oceania. Todos ellos, aunque pareciesen inconexos entre sí, acababan viéndose involucrados en la Guerra Fría debido a la constante intervención de Estados Unidos y la Unión Soviética. Las ayudas militares y económicas, los golpes de Estado y el espionaje estaban a la orden del día en un mundo polarizado en el que pocos países llegaron a ser realmente neutrales. Algunos de los conflictos más sonados fueron la división de Alemania y el muro de Berlín, la guerra de Corea, la crisis de los misiles cubanos o la guerra de Vietnam. Esta época también se caracterizó por la proliferación de la industria armamentística nuclear.

La Guerra Fría no se entiende sin estudiar las dos últimas décadas del siglo XIX y los 47 años que la precedieron del XX, así como el mundo actual no se entiende sin comprender las consecuencias estratosféricas que tuvo este duelo de titanes que cubrió al mundo con el miedo a la destrucción total.

Se conoce por Guerra Fría al conflicto indirecto que enfrentó a Estados Unidos y la Unión Soviética durante la segunda mitad del siglo XX (1947-1991). Se caracterizó por el intento de ambas superpotencias de extender sus modelos ideológicos, económicos y sociales en zonas de influencia a través de los llamados países satélite, evitando siempre el enfrentamiento abierto entre EEUU y la URSS y manteniendo una situación de tensión y equilibrio de poderes muy delicada.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el imparable avance de las potencias del Eje creó extraños compañeros de cama al poner en el mismo bando a Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Soviética. Tras la derrota de Hitler y la rendición de Japón, ese punto de unión se desvaneció y las diferencias y desconfianzas entre los aliados surgieron como hongos radiactivos en el Pacífico.

En febrero y junio de 1945 se produjeron dos importantes reuniones entre los líderes aliados: Roosevelt (relevado por Truman en la Potsdam) por Estados Unidos, Churchill (sustituido por Atlee en la segunda) por Gran Bretaña y Stalin por la Unión Soviética. Si bien en la primera (Yalta) se encontró un ambiente distendido y de colaboración que seguía pendiente de la derrota de Alemania, en Potsdam se hicieron palpables las primeras grietas. A pesar de los acuerdos a los que se llegó, todo apuntaba a un nuevo conflicto entre las distintas potencias.

La creación de la ONU

Franklin D. Roosevelt, heredando la idea de Woodrow Wilson, fue el principal promotor de la creación de un organismo internacional que velara por la paz mundial y evitase nuevos conflictos a gran escala. Sucesora de la Sociedad de Naciones (1919), la Organización de Naciones Unidas fue oficialmente establecida el 24 de octubre de 1945. Aunque pretendía servir como lugar de reunión para un mundo multipolar, acabó siendo el escenario sobre el que EEUU y la URSS criticaban sus políticas expansionistas y se denunciaban mutuamente, donde tiraban la piedra y escondían la mano.

El Plan Marshall y la OTAN

Tras la muerte de Roosevelt, el presidente Harry S. Truman optó por una política mucho más directa que buscaba evitar el crecimiento del bloque comunista a toda costa. La materialización de la doctrina Truman se vio a través del Plan Marshall, un plan de ayuda económica para la reconstrucción de los países europeos que buscaba generar un crecimiento económico y frenar la influencia comunista (“con el estómago lleno no se hace la revolución”), y la OTAN, una alianza militar que actuaría en defensa de cualquier país miembro ante intrusiones soviéticas.

El Pacto de Varsovia y la COMECON

Estas primeras medidas tomadas por el gobierno estadounidense fueron consideradas como una amenaza directa por Stalin. Por ello, la URSS promovió una serie de organismos que se aplicaban en toda su zona de influencia. La KOMINFORM (heredera de la Internacional Comunista) establecía la doctrina e ideología comunista como única opción y se aseguraba de salvaguardarla, la COMECON era la versión soviética del Plan Marshall y promovía un sistema de ayuda y colaboración económica y el Pacto de Varsovia respondía a la creación de la OTAN creando un bloque militar.

Durante las décadas que duró el conflicto, en Estados Unidos se sucedió una serie de presidentes demócratas y republicanos que plantearon sus diferencias con la URSS desde un punto de vista más belicoso o desde la perspectiva de la convivencia pacífica. Los presidentes de Estados Unidos en esta época fueron Harry S. Truman (1945-1953), Dwight Eisenhawer (1953-1961), John F. Kennedy (1961-1963), Lyndon B. Johnson (1963-1969), Richard Nixon (1969-1974), Gerald Ford (1974-1977), Jimmy Carter (1977-1981), Ronald Reagan (1981-1989) y George Bush (1989-1993).

Los dirigentes de la URSS

La Unión Soviética contaba con un sistema de partido único (el PCUS) del que se elegía al presidente como cargo vitalicio o hasta su renuncia. Entendiendo el cargo de dirigente de la URSS como el del presidente de Rusia, los que lideraron el bloque soviético fueron: Iósif Stalin (1924-1953), Gueorgui Malenkov (1953-1955), Nikita Jruschov (1955-1964), Leónidas Brézhnev (1964-1982), Yuri Andropov (1982-1984), Konstantin Chernenko (1984-1985) y Mijaíl Gorvachov (1985-1991).

Aunque desde 1946 habían surgido enfrentamientos en Irán, Turquía o Grecia por el intento de ambas partes de imponer su control, se suele considerar el puente aéreo de Berlín (1948) como el primer gran conflicto de la Guerra Fría. Ante la decisión de utilizar el marco como nueva moneda para las zonas alemanas controladas por los aliados, la URSS decidió cortar las carreteras occidentales a Berlín y hacer un bloqueo a la ciudad esperando que la asfixia la hiciese caer. Estados Unidos creó un puente aéreo que abasteció su zona y amenazó a la Unión Soviética con la guerra. Aunque el sistema de contención acabaría funcionando, la tensión alcanzó niveles muy altos.

La guerra de Corea

Los historiadores suelen dividir la Guerra Fría en distintas etapas, cada una con un conflicto tipo. La primera de ellas tiene como enfrentamiento central la primera gran guerra en la que cada potencia apoyó a un bando distinto: la Guerra de Corea (1950-1953). Desde 1948, Corea estaba dividida en dos países que seguían el modelo soviético y el modelo estadounidense respectivamente. El primer ataque se produjo con la invasión norcoreana de su homóloga del sur en 1950 y durante el desarrollo del conflicto llegarían a intervenir tropas estadounidenses, chinas y soviéticas. Se firmó un armisticio (que no una paz) en 1953 cuando la frontera estaba en sus posiciones originales.

Conflicto árabe-israelí

La llegada de Ike Eisenhower a la presidencia endureció las medidas contra la Unión Soviética e hizo que el número de conflictos aumentara. Los enfrentamientos que Israel estaba llevando a cabo contra los países árabes (encabezados desde 1954 por Gamal Abdel Nasser) acabaron convirtiéndose en otro intento de ambas potencias por extender y mantener su zona de influencia. El mayor punto de tensión se produjo en 1956 durante la Guerra de Suez, aunque tras ello la participación de ambos bloques se redujo al ámbito logístico y material.

Muro de Berlín

La capital alemana sería foco constante de choques entre ambos bloques. Desde 1949, el país estaría dividido entre la República Federal de Alemania (RFA) y la República Democrática Alemana (RDA) y lo mismo ocurría en Berlín. Después del llamado Telón de Acero, una división imaginaria que marcaba las dos zonas ideológicas en Europa, la Unión Soviética construyó en 1961 un muro para evitar la salida de ciudadanos hacia el sector capitalista. La división de la ciudad duraría hasta 1990, cuando los propios berlineses derribaron el muro.

La revolución cubana y La crisis de los misiles.

En 1956, el yate Granma llegaba a las costas cubanas cargado de guerrilleros dispuestos a derribar el régimen de Fulgencio Batista. Liderada por Fidel Castro y con un personaje tan carismático como Ernesto Che Guevara, la revolución cubana se convirtió en un símbolo de la lucha libertaria y fue muy bien acogida por la opinión pública y la prensa internacional (incluso en Estados Unido). El acercamiento de Castro a la Unión Soviética y el fallido intento de invasión de Bahía Cochinos provocaron que la isla caribeña virase hacia el socialismo.
En 1962, aprovechando sus nuevas relaciones con Cuba y en respuesta a la instalación de misiles nucleares en Turquía por parte de Estados Unidos, la Unión Soviética colocó misiles de medio alcance en la isla. Al verse directamente amenazados, los gobiernos de Kennedy y Jruschov iniciaron un tira y afloja que llevó al bloqueo de la isla y mantuvo en vilo al mundo entero. Aunque ambas potencias acabaron retirando sus misiles, el riesgo a una guerra nuclear se hizo más palpable que nunca.

Vietnam

Desde 1955, Francia tuvo que hacer frente a la llamada guerra de Indochina en la que sus antiguas colonias del sureste asiático pretendían librarse definitivamente de ella. Tras su rendición, Vietnam quedó dividido en dos y se planteó una votación para reunificarlo en 1956 pero este no ocurriría debido al golpe de Estado de Ngo Dinh Diem con el apoyo de EEUU. En respuesta, se iniciaría una guerra que enfrentaría al sur capitalista contra el norte comunista de Ho Chi Minh. Las muertes de soldados norteamericanos y el avance del VIetcong convirtieron Vietnam en la gran derrota de los Estados Unidos y terminó en 1975 con la reunificación de Vietnam bajo un sistema comunista.

 Afganistán

Desde que la URSS reconociera la independencia de Afganistán en 1919, ambos países habían estado fuertemente vinculados y la superpotencia dedicó grandes recursos y esfuerzos a ayudar al país islámico. Sin embargo, la inestabilidad del país y el gran gasto que les suponía llevó a la URSS a invadir Afganistán en 1979, primera vez que la Unión Soviética empleaba fuerza militar en periodo no bélico. Las críticas y el rechazo internacional fueron casi generalizados y la URSS se vio obligada a retirarse habiendo sufrido una de sus mayores derrotas.

Revueltas contra de la URSS

Tras la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética mantuvo los sistemas afines que había instalado en los países europeos liberados del régimen nazi. Se produjeron intentos de distanciarse de la política impuesta por el PCUS en países como Bulgaria, Albania, Rumanía, Checoslovaquia o Polonia. Destacan los casos de Hungría, donde Imre Nagy intentó implantar un socialismo de rostro humano en 1956, y las diferencias que surgieron entre la ambiciosa China y la URSS.
El conservadurismo que se había extendido en Estados Unidos, la URSS y Europa durante los 50 acabó por estallar en 1968, año en que se intentaron romper las cadenas impuestas. En París, los estudiantes se opusieron abiertamente al gobierno de Charles DeGaulle y apostaron por una sociedad más libertaria e idealista en el llamado mayo del 68. Checoslovaquia vivió un intento por liberarse del control soviético que terminó con los tanques en las calles durante la Primavera de Praga. En Estados Unidos, el movimiento hippie ganó fuerzas y alzó la voz para protestar contra la Guerra de Vietnam.

Carrera espacial

Los momentos más cruentos de la Guerra Fría convirtieron cualquier situación en una auténtica competición entre las dos superpotencias. La exploración espacial se convirtió en un nuevo escenario en el que la Unión Soviética cogió ventaja con el lanzamiento del Sputnik I, primer satélite artificial de la historia, en 1957 y el envío y regreso al espacio de Yuri Gagarin en 1961. El otro gran evento en la carrera espacial llegó en 1969 de la mano de Estados Unidos, cuando la NASA consiguió hacer el primer aterrizaje lunar y Neil Amstrong y Buzz Aldrin dejaran su huella en la superficie del satélite.

Armas de destrucción masiva

El mundo entero tembló ante la destrucción provocada por la Little Boy y la Fat Man en Japón. La era atómica avisaba de lo cerca que la humanidad podía estar de la destrucción y la cosa no mejoró cuando la URSS fabricó su primera bomba atómica en 1949. Desde los 50, ambos países se dedicaron a desarrollar armas más potentes y sofisticadas en una precavida prueba de fuerza que les obligaba a mantener un equilibrio de poder al tiempo que intentaban superar a su rival.

Tratados nucleares

El impresionante incremento tanto en el poder de destrucción como en el número de misiles producidos desde la década de los 60 resaltó la necesidad de imponer un control sobre el armamento nuclear. En 1963 se prohibía realizar pruebas nucleares en la superficie terrestre, los fondos marinos o la atmósfera; en 1968 se firmaba el Tratado de No Proliferación para evitar que una tercera potencia rompiera el equilibrio de poder y desde 1972 se firmaron distintos tratados SALT para limitar el número y la potencia de los misiles de los que disponían ambas superpotencias.

América latina

Cuba solo fue el principio. Numerosos países de América Latina fueron viendo cómo partidos y guerrillas de izquierda ganaban influencia y llegaban al poder ya fuese por las urnas o por la fuerza de las armas. Mientras que la URSS solía apoyar a estas organizaciones a través del régimen castrista, Estados Unidos ejercía de contrapeso sufragando contraguerrillas, apoyando a partidos más conservadores u orquestando golpes de Estado. Destacables son los casos de Nicaragua, donde la guerrilla sandinista hizo frente a la contra pagada por Estados Unidos, y Chile, país en el que Salvador Allende fue derrocado del poder por Augusto Pinochet con el apoyo militar del gobierno de Nixon.

 África y Asia

De las dos potencias enfrentadas la Unión Soviética fue la que más empeño puso en su misión expansionista, encontrando una auténtica mina en África y Asia debido a la pobreza que sufría la mayor parte de la población. En numerosos países africanos descabezados tras el fin de la época colonial surgieron guerrillas armadas y gobiernos de toda clase e ideología que se sucedían entre cruentos conflictos armados. En Asia, por su parte, el gigante soviético fue perdiendo influencia conforme la China comunista creada por Mao ZeDong ganaba importancia en la región.

Fin de la guerra

Desde mediados de los 70, la economía soviética había quedado estancada y cada vez resultaba más difícil mantener a todos los países de su zona de influencia (cuya economía tampoco se sostenía). Esta situación próxima al colapso coincidió con la llegada del republicano Ronald Reagan al poder, quien endureció su política exterior y aumentó la presión ejercida contra la URSS. En 1985, tras un par de gobiernos breves y que no hicieron nada de relevancia, Mijaíl Gorbachov se convertía en presidente de la Unión Soviética e iniciaba un lento proceso de descongelación que llevaba, inequívocamente, hacia el final de la URSS.

Fin de la URSS

En 1989 comenzó el proceso de desmantelamiento de una superpotencia que había marcado el ritmo del mundo durante más de medio siglo. Los mismos países que habían intentado salir de la URSS anteriormente consiguieron independizarse con el consentimiento de Gorbachov, las alianzas militares se desintegraron o incluyeron en un acuerdo internacional a través de la OTAN, el muro de Berlín se abrió (y derribó) como antesala de la reunificación alemana y George Bush y Gorbachov declararon en Malta el fin oficial de la Guerra Fría en 1991. El primer presidente de la Federación Rusa elegido democráticamente sería Boris Yeltsin (1991-1999).

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