viernes, 26 de julio de 2019

El nacional socialismo fue movimiento de izquierda nacionalista y racista.-a


Carlos Rodríguez Braun considera que los nazis son una variante de la izquierda que aunque permitió la propiedad privada nominalmente, en la práctica esta era ejercida por el Estado alemán.
Como todas las variantes de la izquierda, los nazis se asociaron con los trabajadores, y el NSDAP era Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei, es decir, Partido Nacional-Socialista Obrero Alemán.
Sin embargo, la norma entre los socialistas y los comunistas es enlazar a los nazis siempre con los capitalistas. Como dice George Reisman la clave de la confusión a propósito de esta supuesta relación estriba en que la mayoría de las empresas en la Alemania nazi estaban en manos de propietarios privados.

Ludwig von Mises apuntó antes que nadie que los nazis eran una acepción del socialismo, y argumentó que en el nazismo las empresas eran solo nominalmente privadas, dado que las características de la propiedad eran ejercidas por el Estado alemán, que decidía la producción, precios, salarios y dividendos. 
“La propiedad estatal de facto de los medios de producción, como decía Mises, era una implicación lógica de los principios colectivistas básicos abrazados por los nazis, como que el bien común prevalecía sobre el privado, y que el individuo era un medio para los fines del Estado, y también, por supuesto, su propiedad”.
Que la Alemania nazi era una economía socializada de facto se comprueba en la imposición de controles de precios y salarios ya en 1936, supuestamente con el objetivo de controlar la inflación, que había sido producida por el propio Estado con la expansión monetaria destinada a sufragar el enorme gasto público desde que los nazis toman el poder en 1933. Como siempre, el control de los precios llevó al desabastecimiento, y de ahí al caos que esto siempre provoca, y que estamos viendo ahora en el régimen populista de Venezuela.

Mises advirtió que, para resolver el problema del desabastecimiento causado por el control de precios, el Estado sólo tiene dos posibilidades: o acabar con dicho control o aumentar la intervención hasta la socialización de la economía, que fue la opción elegida, aunque los nazis no llegaron a imponer totalmente el socialismo sino lo que Mises llamó una economía de mercado bloqueada, o paralizada.
Reisman recuerda que tanto Mises como Hayek denunciaron que los dogmas intervencionistas de los nazis no eran diferentes de las ideas mayoritariamente aceptadas entonces (y ahora…), en particular estas seis: 
1) el capitalismo es injusto y explotador, solo beneficia a una minoría; 
2) el deber del gobierno es sustituir la administración capitalista por la estatal;
3) los controles de precios y los salarios mínimos son los medios más adecuados para proteger a los consumidores y elevar el nivel de vida de los trabajadores;
4) la expansión monetaria y crediticia es el mejor método para aliviar los males del pueblo y lograr la prosperidad, y no causan ninguna crisis, porque las crisis son un mal inherente al capitalismo desregulado; 
5) los que niegan lo anterior tienen malas intenciones y son apologistas de las clases explotadoras;
6) las únicas ventajas del comercio exterior residen en las exportaciones: las importaciones son malas, y lo mejor es no “depender” del exterior.

Este artículo fue publicado originalmente en La Razón (España) el 15 de febrero de 2017.

¿Por qué Hitler y los nazis eran socialistas? (por Jan Doxrud)
Historia, Economía

Fascismo, ¿de qué estamos hablando?

En  este  artículo  pretendo  aclarar  un  error que  suele  cometerse  y es el de identificar a Hitler y el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP) con el conservadurismo  y el capitalismo. ¿Cuál es  el  hecho?  Que  Hitler era socialista, es decir, pertenecía una vertiente del socialismo que ponía el énfasis en la nación (pueblo = volk) y la raza. Pero también debo añadir que, como la mayor parte de los socialismos existentes, el de Hitler  no fue completamente fiel a sus ideales, ya que su régimen fue más bien uno de carácter mixto, o más  bien  un  híbrido de socialismo y capitalismo dirigido. Hitler tuvo que ser pragmático  y  cooperar  con  elites  económicas  y  religiosas. Pero, regresando a nuestro punto,  el  nazismo  es  un  tipo  particular  de  socialismo, nacionalismo exacerbado y racismo. Estos dos últimos elementos no son necesariamente contrarios al socialismo,  es  decir, pueden coexistir sin mayores  problemas  (hasta  Stalin se vio en la necesidad de apelar al nacionalismo y no a la ideología cuando Hitler inició la Operación Barbarroja). El socialismo tampoco se contrapone al imperialismo ya  que  Stalin  y  sus  sucesores  llevaron  a  cabo  un  política  de expansión ideológica que forzó a la Europa oriental a permanecer bajo su violento yugo. En relación  al antijudaísmo, debemos decir que Stalin no fue un personaje que se caracterizó por su amor a los judíos.

Todo  este tema  de  la  derecha y  la  izquierda hay  que  entenderlo  en su contexto. Desde la década de  1930  la  propaganda comunista manipuló groseramente el lenguaje y, por ende, el significado de conceptos como el  de  fascismo  y  nazismo.  No  me  centraré  en  el  fascismo  ya que abordé este en otro artículo,  pero  digamos que para los comunistas el fascismo pasó a ser sinónimo de nazismo y cualquier  postura  que  se  declarase  abiertamente  anticomunista  pasaba  automáticamente  a  ser  un  fascista.  Ser  anticomunista  sin  ser  fascista era prácticamente imposible, pero cualquier persona intelectualmente honesta sabrá que tal aseveración  es  una falacia. En ese sentido y en aquel contexto quizás  se  puede  decir  que el nacionalsocialismo era de derecha ya que no era de izquierda, es decir, comunista.  De  lo  que  se  trata  entonces es de hacer  un uso correcto del lenguaje y dejar claro que el nazismo fue conservador en algunos aspectos (como lo fue el comunismo), revolucionario en otros y ciertamente  no fue capitalista,  lo  cual  no  significa que este sistema fuese completamente abolido (abolición que,  por  lo  demás,  nunca  sucedió  en ningún régimen socialista, salvo el de los Jemeres Rojos). Pero hay que aclarar que la propiedad privada  en  Alemania, tal como lo explicó Ludwig von Mises y posteriormente George Reisman, era de carácter  puramente  nominal, ya que el ejercicio del poder a la larga residía en el Estado. Al respecto escribe Reisman:

"Lo  que  Mises  identificó  fue  que  la  propiedad  privada  de  los  medios  de  producción  existía  sólo nominalmente  bajo  el  régimen  nazi  y que la sustancia real de la propiedad de los medios de producción residía en el gobierno alemán. Porque fue  el  gobierno  alemán,  y  no los propietarios nominales privados, el que ejerció todos los poderes sustantivos  de la propiedad…decidió lo que  iba  a  ser  producido,  en  qué cantidad, mediante qué métodos, y a quiénes  serían distribuidos (lo producido), así como los precios que se cobrarían y lo salarios que se pagarían , y qué dividendos  y  otros ingresos privados se les permitiría recibir a los propietarios. La posición de los supuestos propietarios privados, demostró Mises, se reduce esencialmente a la de los pensionistas”[1].


¿Hitler  de  derecha  y  conservador?

 Si  Hitler hubiese sido un conservador y un hombre de derecha alemán,  lo  más lógico hubiese sido que  el  caudillo alemán, una vez alcanzada la Cancillería (1933) y muerto  el Presidente Hindenburg, hubiese llamado nuevamente al Kaiser Guillermo II exiliado en Bélgica para reinstaurarlo en el trono. Esto  no sucedió puesto que Hitler tenía en mente un proyecto refundacional,  un  nuevo  Reich  que  marcaría  una  nueva  historia  para  Alemania.  En relación al concepto  de “conservadurismo”  cabe decir que tal concepto no puede abordarse como si orbitase en un  “vacío  histórico”  o  fuera  de  un  contexto  histórico determinado. Cabe añadir que esta palabra la estoy tomando desde el punto de vista de quien “conserva”  algo, como por ejemplo una tradición, lo cual no es algo negativo ya que la civilización ha progresado no  sólo  a  través de cambios sino que también conservando aquellos aspectos que la favorecen.

Desde  este punto de vista, todos somos conservadores en alguna medida (así, de pasada, terminamos con  esa  dicotomía  absurda de conservador versus progresistas). El que se opone a cualquier clase de cambio no son los conservadores  sino  que  los dogmáticos. Así, Hitler si fue conservador en algunos aspectos  como cuando invocaba a la mitología y cultura alemana (Lohengrin, Parsifal,  Wagner, etc). Pero  el  punto  más  controvertido  es  el  de  afirmar  que  Hitler  era  un  socialista , lo  cual  es comprensible  ya  que  a  ningún  socialista marxista o socialdemócrata le gustará que su nombre esté asociado al pártido nazi, pero el hecho  es  que ese es el caso. Podrán tratarse de distintos socialismos, pero al final,  pertenecen  a  la  misma  familia  ideológica. Pero  la  mejor forma de demostrar esto es recurriendo a las palabras del dictador populista alemán,  al programa  de  los  25 puntos  del partido nazi y al breve escrito de Joseph Goebbels sobre qué es el socialismo. Destaquemos algunos de  los 25 puntos del Programa nazi (Asamblea de Hofbrauhaus. 1920):

4. Sólo puede ser ciudadano el que sea miembro del pueblo. Miembro del pueblo sólo puede ser el que tenga sangre alemana, sin consideraciones por su confesión religiosa. Ningún judío puede, por consiguiente, ser miembro del pueblo.

10. El primer deber de todo ciudadano debe ser producir, espiritual ó corporalmente. La actividad del individuo no ha de contravenir los intereses de la colectividad, sino que ha de desarrollarse dentro del marco comunitario y en provecho de todos.

11. Abolición de las ganancias obtenidas sin trabajo y sin esfuerzo. Quebrantamiento de la servidumbre del interés.

13. Exigimos la nacionalización de todas las empresas monopólicas y de los trusts.

14. Exigimos la participación en las ganancias en las grandes empresas.15. Exigimos una ampliación generosa de la asistencia social a la vejez.

16. Exigimos la creación de una clase media sana y su conservación; la comunalización de las grandes tiendas y su alquiler a bajo precio a pequeños artesanos y talleristas y un decidido trato preferencial de éstos en los suministros al Estado, las provincias o los municipios.

17. Exigirnos una reforma agraria adaptada a nuestras necesidades nacionales; la creación de una ley para la expropiación gratuita de tierras para fines de bien común.

18. Exigirnos la lucha implacable contra aquellos que con su actividad perjudican el interés común. Los viles criminales del pueblo, los usureros, los especuladores, etc., serán castigados con la pena de muerte, sin consideraciones de ninguna índole por su confesión y su raza.

Los 25 puntos del Programa nazi

Dentro  del programa estatal y económico del partido nazi destaca el Principio politico-económico, donde  se  enfatizaba  que   la  misión  de  la  economía  comunitaria  (Volkwirtschaft)   era   la   de cubrir  las  necesidades  del  pueblo  y  no  la  de  lograr  una  rentabilidad  cada  vez  más alta para el capital  prestamista.  También  cabe  destacar  el principio político-financiero el  cual  afirmaba que las  finanzas  estaban  al  servicio   del  Estado  y  que  los  poderosos  del  dinero no debía formar un Estado dentro del Estado, de manera que  la meta  del  partido  destruir  la  servidumbre  del interés. Tal servidumbre podría ser abolida por medio  de  una  serie de medidas. En primer lugar había que liberar  al Estado y al pueblo de su endeudamiento tributario  frente  a  los  grandes  prestamistas. En segundo  lugar  se  debía  nacionalizar  el  Reichsbank  y  los  bancos  de  emisión.  En  tercer  lugar había  que  implantar  una  moneda  estable  con respaldo.  En cuarto lugar se debía crear un Banco de la Construcción y de la Industria de la utilidad pública. En  quinto  lugar  se menciona la idea de otorgar  préstamos  sin  intereses.  En  sexto   lugar  se  hacía  necesario   modificar   radicalmente  la práctica  impositiva  conforme  a  los  principios  sociales  de  la  economía  comunitaria, liberando a los consumidores de la carga de impuestos indirectos, y de los productores de aquellos impuestos que frenaban la producción. Por último la financiación de todas las grandes obras públicas se realizarían mediante emisión de bonos estatales sin intereses.

Tenemos entonces que la ideología del partido nazi era una de tipo socialista, claro que nacionalista y racista, a diferencia del internacionalismo del socialismo marxista que no apelaba a una raza o nación en particular, sino que a los  proletarios  sin  distinción de ningún tipo. Para entender este socialismo debemos recurrir al escrito de Joseph Goebbels, Ministro de propaganda y Canciller del Reich tras el suicidio de Hitler. El jerarca nazi explicaba que los nazis veían en el socialismo una manera de lograr la  unión  de  todos  los  ciudadanos,  así  como  una forma de mantener la herencia racial y de poder recobrar la libertad política y renovar el Estado alemán. Pero Goebbels toma distancia del socialismo marxista en cuanto a que en el socialismo nacionalista alemán no consistía en una lucha de clases. Ya que involucraba a toda la población alemana. En otras palabras para el líder nazi, el socialismo sin el elemento nacionalista el socialismo era una mera teoría, era nada, un castillo en el cielo. A esto añade Goebbels:

“El  pecado del pensamiento liberal fue sobrepasar al socialismo nacional, creando fuerzas, permitiendo sus energías  ir  en  una dirección contra lo nacional. El pecado del Marxismo era degradar al socialismo en  una  pregunta  de  sueldos  y  estómagos, poniéndola en conflicto con el Estado y su existencia nacional. Comprendiendo  estos  dos  factores,  nos  permite  llegar  a  un  nuevo  sentido  del  Socialismo, que  ve  su naturaleza como nacionalista, progreso estatal, liberando y construyendo”.


Termina el autor con la siguiente exclamación:

¡Nosotros estamos contra el burgués político, y para el Nacionalismo genuino!

¡Nosotros estamos contra el Marxismo, pero para el verdadero Socialismo!

¡Nosotros estamos a favor del primer estado Nacional alemán de naturaleza Socialista!

¡Nosotros estamos a favor de los trabajadores alemanes NacionalSocialistas!

El socialismo, al igual que el anarquismo y el capitalismo, puede venir en distintos sabores, y el nacionalsocialismo es uno de ellos.

Aquí dejo un extracto de la declaración de del nacismo en Chile en la década de 1930 (que poco contacto y vínculo guardaba con el alemán)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Juego de tronos y la política.-a ; Las 50 leyes del poder

vídeos sobre juego de tronos Las 50 leyes del poder para convertirte en El Padrino. 19/05/2023 El sociólogo, politólogo, escritor, podc...