viernes, 28 de julio de 2017

La polémica en torno a las banderas confederada en el siglo XXI a

BANDERAS CONFEDERADAS
Primera bandera nacional, vigente del 28 de noviembre
de 1861 al 1 de mayo de 1863, con 13 estrellas.

La primera bandera nacional oficial de la Confederación, llamada de «barras y estrellas», fue usada del 4 de marzo de 1861 al 1 de mayo de 1863. Se inspiró en las armas del Archiducado de Austria, que acabarían originando más tarde la actual bandera nacional de Austria, y fue diseñada por el artista prusiano Nicola Marschall en Marion, Alabama. Fue adoptada oficialmente el 4 de marzo de 1861 en Montgomery, Alabama. La bandera fue evolucionando en el número de estrellas hasta que finalmente tuvo un total de 13. Esto reflejaba las reivindicaciones de la Confederación tras haber admitido a los estados de Kentucky y de Misuri en su seno.

Segunda bandera nacional confederada, en vigor desde
 el 1 de mayo de 1863 hasta el 4 de marzo de 1865.
La segunda bandera nacional de la Confederación fue «el Emblema Impoluto» (The Stainless Banner), que comenzó a exhibirse el 1 de mayo de 1863. Para evitar la confusión en batalla con la bandera de la Unión, esta nueva bandera fue diseñada con la bandera de guerra en su cuarto superior izquierdo. Esta bandera, sin embargo, tenía sus propios problemas: cuando no había viento se la podía confundir con la bandera de rendición porque el espacio blanco predominaba.
En los territorios confederados se le impuso el sobrenombre «Impoluto» para referirse a la «intachable virtud y honor de los sureños y su lucha por la independencia de la tiranía y la agresión de los Estados del norte». La bandera también recibe el nombre de «Stonewall Jackson» debido a su uso inaugural en los funerales del general Stonewall Jackson cubriendo su féretro.
Tercera y última bandera nacional confederada (1865-1866)
Esta es la tercera y última bandera de la Confederación, adoptada el 4 de marzo de 1865, muy poco tiempo antes de la capitulación. La barra vertical roja fue añadida para evitar confusión con la bandera de rendición cuando la bandera no estaba totalmente desplegada. A veces se la ha llamado la «manchada de sangre» o la «bañada en sangre».


La bandera de batalla de la Confederación es cuadrada, de distintos tamaños para los distintos grados del Ejército: 48 pulgadas para la infantería, 36 para la artillería y 30 para la caballería. Se usó en batalla desde noviembre de 1861 hasta la derrota final. El color azul de la cruz sureña en la bandera era azul marino, algo más oscuro que el empleado por la «Naval Jack». Para remediar la confusión de la bandera «Barras y Estrellas» con la de la Unión, el general del ejército de Virginia P.G.T. Beauregard, entre otros, fue el primero en adoptar esta bandera a partir del diseño de William Porcher Miles (véase más abajo). El diseño rectangular de Miles fue reducido a una forma cuadrada para facilitar su transporte en batalla.
También se la conoce como la bandera del Ejército de Virginia del Norte.

La «Navy Jack» confederada, también llamada «cruz sureña», es el precursor rectangular de la Bandera de Batalla. El color azul en la cruz diagonal (o de san Andrés) es más pálido que en la Bandera de Batalla, pero solo se usó en los barcos confederados desde 1863 a 1865.

NOTA

A partir de la década de los noventa, del siglo pasado la controversia se trasladó en torno a la idoneidad del despliegue de la bandera confederada en lugares y edificios públicos, acrecentándose un debate que en la actualidad sigue levantando pasiones y que concierne a toda la variada simbología y propaganda confederada actual, que va desde imponentes monumentos hasta pequeños estampados en prendas de vestir. En primer lugar, es preciso señalar que la bandera que más se ha extendido con el tiempo como representativa de los Estados Confederados de América nunca fue oficialmente la bandera nacional de este efímero estado. Hasta tres banderas tuvo la Confederación durante la Guerra Civil y ninguna de ellas fue la de la “Confederate Navy Jack”, que a su vez estaba inspirada en la bandera de batalla del ejército de Virginia del Norte.


No pocos han sido los enfrentamientos entre partidarios y detractores de la bandera en estas dos últimas décadas. Aquellos que defienden su exhibición pública argumentan que es un símbolo de la unidad y el patrimonio regional que honra el coraje de sus antepasados y reivindica una cultura única y loable. Por el contrario, sus opositores consideran que esta misma bandera es un emblema indisociable de racismo y supremacía de la raza blanca, dado que fue ondeada en su origen para luchar por la perpetuación de un régimen esclavista, y además, fue exhibida en numerosas manifestaciones segregacionistas y por organizaciones racistas tales como el Ku-Klux Klan. 
Según una encuesta del Pew Research Center en 2011, sólo un 9% de la población estadounidense tiene una reacción positiva cuando ve la bandera, mientras que un 30% asegura que sufre una reacción negativa y para un 58% la bandera no le provoca ninguna reacción positiva o negativa. Sin embargo, a tenor de otro sondeo de la CNN, un 57% de los americanos interpreta la bandera como un símbolo de orgullo sureño más que de racismo. Cabe señalar que en ambas encuestas se recoge una mayor animadversión hacia la bandera entre la población afroamericana, que la ve mayoritariamente como un símbolo racista.

En cualquier caso, la bandera ha seguido teniendo un notable uso tanto privado como público. A nivel privado, basta con darse una vuelta por las regiones agrarias de los estados del sur, donde no es difícil encontrarse con alguna ondeando en porches y jardines de particulares. Y no es menos destacable todo el rentable merchandising alrededor de esta insignia, desde gorras hasta tazas de café pasando por chapas y camisetas. A lo largo de la década de los 2000 se han producido varios casos de controversia por el uso de ropa con estampados de la bandera en lugares públicos, especialmente en colegios y en institutos. 
Por poner un ejemplo, en 2004 un instituto de Carolina del Sur expulsó a trece estudiantes por este motivo, lo que fue interpretado como una violación de la libertad de expresión por sus familiares y dio lugar a numerosas reacciones por parte de los partidarios de la simbología confederada.  
Otro caso a considerar es la exhibición de la bandera en las placas de matrícula de vehículos –que en EEUU pueden ser personalizadas–, lo cual está permitido en hasta en siete estados del sur si el propietario del vehículo así lo desea. Junto a ello, llama la atención la presencia o influencia de la simbología confederada en las banderas actuales de algunos estados del sur. 

Banderas estatales
23 de abril de 1894 (modificada en 1996 y 2001, y hasta el 30 de junio de 2020)

Véase el caso de la bandera de Misisipi, la cual es la única que sigue portando la  bandera original del Ejército de Virginia del Norte en su esquina superior izquierda y que cuenta con la amplia aprobación  de su ciudadanía de acuerdo con el referéndum celebrado en 2001 en el que se votó por mantener la bandera.
Bandera de Georgia entre 1956 y 2001.
Bandera de Georgia desde 2004.


 Georgia también solía llevarla hasta 2001, año en el que se cambió por penúltima vez el diseño de su bandera, que desde 2003 está claramente inspirado en la primera versión de la bandera de los Estados Confederados de América. 

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