viernes, 7 de abril de 2017

El Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) a



El Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) fue una organización de extrema izquierda chilena fundada en 1965. Bajo el apoyo de Cuba, tenía por objeto instalar mediante una revolución un estado marxista en Chile. Se distinguió por su actuar directo y paramilitar desde 1967 y por su posterior resistencia a la dictadura militar como movimiento guerrillero. En su cenit en 1973, contó con 10 000 miembros.
Nació con la intención de ser «la vanguardia marxista-leninista de la clase obrera y de las capas oprimidas de Chile» y la finalidad del «derrocamiento del sistema capitalista y su reemplazo por un gobierno de obreros y campesinos».​
 El movimiento «lucha por una sociedad socialista que prepare las condiciones de la sociedad sin clases y sin estado: la sociedad comunista», según la II Declaración de Principios del MIR de 1998, que ratifica y complementa la primera.
​ Ha manifestado su rechazo al terrorismo como una forma de lucha militar o política,6​ a pesar de descartar la «vía pacífica» en su manifiesto político.
Desde 1986 hasta comienzos de los años 1990 sufrió un proceso de divisiones internas, motivado por las distintas formas de analizar la realidad chilena hacia fines de la dictadura militar, que llevaron lentamente a un fuerte debilitamiento de la organización. Luego de las diversas divisiones y el éxodo de militantes a otros partidos durante los años 1990, está representado principalmente por los dirigentes Demetrio Hernández y Mónica Quilodrán.​ En enero de 2016 inició los trámites ante el Servicio Electoral de Chile para ser reconocido legalmente como partido político, sin embargo no logró reunir las firmas necesarias.

Orígenes del MIR

El MIR tiene su origen en el denominado I Congreso Fundacional de Santiago, realizado en la sede de la Federación de Trabajadores del Cuero y Calzado10​ (anarcosindicalista), ubicada en la calle San Francisco 269 (local proporcionado por el dirigente anarquista Ernesto Miranda).​ A dicho Congreso asistieron:
Los dirigentes del grupo Vanguardia Revolucionaria Marxista-Rebelde, organización surgida en la Universidad de Concepción, en la que militaron brevemente un grupo de jóvenes marginados del Partido Socialista (PS) de esa ciudad (Miguel Enríquez, su hermano Marco Antonio, Bautista van Schouwen y Marcello Ferrada de Noli (jefe del denominado Núcleo Espartaco).
Los integrantes del Movimiento de Fuerzas Revolucionarias (MFR), fundado en 1961 por el sindicalista Clotario Blest, entre los que se contaban:

los sindicalistas agrupados en torno a Blest
los delegados del Partido Socialista Popular;
los militantes descontentos del Partido Radical de Chile;
anarquistas del grupo Libertario, reunidos en torno a la figura del anarcosindicalista Ernesto Miranda;
algunos militantes de las Juventudes Comunistas de Chile, críticos a las políticas de su partido, encabezados por Luciano Cruz;
un sector del Partido Socialista Revolucionario; y
los miembros del Partido Obrero Revolucionario de Chile (POR), reunidos en torno a la figura del historiador trotskista Luis Vitale.


En el I Congreso Fundacional de 1965 fueron aprobados tres documentos, en este orden: la Tesis insurreccional (su título era «La conquista del poder por la vía insurreccional»)11​la Declaración de Principios y el Programa. Los autores de la tesis «La conquista del poder por la vía insurreccional» fueron Miguel Enríquez, Marco Antonio Enríquez y Marcello Ferrada de Noli.La Declaración de Principios del MIR, expresa al inicio:

Las directivas burocráticas de los partidos tradicionales de la izquierda chilena defraudan las esperanzas de los trabajadores; en vez de luchar por el derrocamiento de la burguesía se limitan a plantear reformas al régimen capitalista, en el terreno de la colaboración de clases, engañan a los trabajadores con una danza electoral permanente, olvidando la acción directa y la tradición revolucionaria del proletariado chileno. Incluso, sostiene que se puede alcanzar el socialismo por la "vía pacífica y parlamentaria", como si alguna vez en la historia de las clases dominantes hubieran entregado voluntariamente el poder.


Y en su Artículo VII:

El MIR se organiza para ser la vanguardia marxista-leninista de la clase obrera y capas oprimidas de Chile que buscan la emancipación nacional y social. El MIR se considera el auténtico heredero de las tradiciones revolucionarias chilenas y el continuador de la trayectoria socialista de Luis Emilio Recabarren, el líder del proletariado chileno. La finalidad del MIR es el derrocamiento del sistema capitalista y su reemplazo por un gobierno de obreros y campesinos, dirigidos por los órganos del poder proletario, cuya tarea será construir el socialismo y extinguir gradualmente el Estado hasta llegar a la sociedad sin clases. El MIR rechaza la teoría de la vía pacífica porque desarma políticamente al proletariado y por resultar inaplicable, ya que la propia burguesía es la que resistirá, incluso con la dictadura totalitaria y la guerra civil, antes de entregar pacíficamente el poder. Reafirmamos el principio marxista-leninista de que el único camino para derrocar el régimen capitalista es la insurrección popular armada.


El II Congreso (1967) estuvo marcado por el ascenso del grupo de estudiantes provenientes de la Vanguardia Revolucionaria Marxista-Rebelde (Miguel Enríquez, Luciano Cruz y Bautista van Schouwen), mientros que los militantes de definición trotskista se vieron apartados.
Al año siguiente, se integraron al MIR el Grupo Avanzada Marxista (GRAMA) de Concepción y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Santiago.
En 1969 Luis Vitale, miembro fundador del partido, fue expulsado junto al resto de los trotskistas que aún permanecían en la organización. Posteriormente dejarían también la organización el sindicalista Clotario Blest, Ernesto Miranda y los anarquistas.

Durante el gobierno de Salvador Allende


Al llegar al poder la Unidad Popular y Salvador Allende en 1970, la dirección del partido determinó suspender cualquier tipo de acción armada, al tiempo que definía una postura crítica ante el gobierno y de apoyo a la movilización y organización social. El MIR cesó de ser perseguido, dejó la clandestinidad que tuvo hacia finales del gobierno de Eduardo Frei Montalva e inició una rápida inserción política en distintos sectores sociales, con los llamados Frentes Intermedios de Masas: el Movimiento de Campesinos Revolucionarios (MCR), el Movimiento Universitario de Izquierda (MUI), el Frente de Trabajadores Revolucionarios (FTR), el Frente de Pobladores Revolucionarios (FPR) y el Frente de Estudiantes Revolucionarios (FER).

Entre 1970 a 1973, el MIR se convierte en un partido de masas, con influencia a nivel nacional y en disputa con aquella izquierda partidaria del reformismo, es decir, con los sectores que apoyaban mantener el proceso político de la Unidad Popular por un cauce legal e institucional. Esta disputa la dará principalmente contra el Partido Comunista en los distintos frentes sociales. En este sentido, por ejemplo, el MIR compite por la rectoría de la Universidad de Chile, con la candidatura de Andrés Pascal Allende; se lanza también a las elecciones por la directiva de la CUT, logrando un 2%. Por otra parte, adquiere una importancia significativa a nivel del campesinado —en las zonas de Cautín, Chillán— con las celebres "corridas de cerco". Además, se inserta notablemente en campamentos y poblaciones marginales, siendo un referente de la organización el campamento Nueva Habana.
A pesar de las diferencias con Allende, coloca su incipiente estructura militar a disposición de la seguridad del presidente.

Gobierno  militar


Después del golpe de estado, que llevó al poder a Augusto Pinochet en 1973, el MIR fue proscrito y reprimido severamente: centenares de sus dirigentes y militantes sufrieron la tortura, muerte o desaparición forzada, y hasta el día de hoy muchos de ellos permanecen en calidad de detenidos desaparecidos. Su secretario general, Miguel Enríquez, murió en un combate con las fuerzas de seguridad de la dictadura el 5 de octubre de 1974 y la dirección del partido recayó entonces en Andrés Pascal Allende.
El MIR realizó múltiples esfuerzos con el objetivo de lograr la derrota política y militar de la dictadura, organizando acciones armadas y de movilización social. Desde el exterior montó la Operación Retorno (1977-1979), en el marco de la cual cuadros de la organización regresaron al país para realizar tareas de conducción política, operaciones militares y propaganda, entre las que se puede citar el robo de la bandera de la Independencia (1980)​ y el asesinato del intendente de Santiago General Carol Urzúa (1983).
Durante la dictadura, su mayor presencia la tuvo en el movimiento poblacional por medio de la Organización de Pobladores (ODEPO); desarrolló también una importante labor en la reconstrucción del movimiento estudiantil universitario y secundario opositor, con la creación de la Unión Nacional de Estudiantes Democráticos y, posteriormente, la Juventud Rebelde Miguel Enríquez. Sus militantes participaron, además, en la defensa de personas que sufrían la violación de sus derechos humanos, impulsando la creación del Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo (CODEPU, 1980); sin embargo, su inserción en el movimiento sindical fue menor. También participó de la creación del Movimiento Democrático Popular (1983-1987), que reunía a las organizaciones antidictatoriales de izquierda.
Para finales de la década de 1970 e inicio de la de 1980, el MIR tenía cerca de 3000 miembros y simpatizantes.16​ Uno de los momentos más dramáticos de su historia lo vivió tras el intento de organizar una columna guerrillera en los sectores rurales, con un grupo de combatientes infiltrados en la zona de Neltume y Nahuelbuta en (1981),​ ubicada en la zona centro-sur del país, el que fue detectado y aniquilado por la dictadura.

División del MIR (1987-1997)

A partir de 1987, la organización sufrió una serie de divisiones internas, surgidas como consecuencia del debate sobre las formas de lucha a implementar contra la dictadura. Se conformaron inicialmente tres fracciones: la liderada por Hernán Aguiló —quien había sido dirigente del Frente de Trabajadores Revolucionarios, frente político del MIR entre los trabajadores durante la Unidad Popular— declaraba privilegiar las formas armadas de lucha; la encabezada por Nelson Gutiérrez y el joven dirigente Jecar Neghme Cristi, denominada MIR político por su rechazo a continuar el desarrollo de formas de lucha militares en el momento que vivía el país; y la de Andrés Pascal Allende, denominada corriente histórica, que proponía combinar formas de lucha de masas con acciones armadas.
Los sectores encabezados por Aguiló y Pascal fueron sucumbiendo víctimas de los golpes policiales recibidos y como resultado de las labores de seguridad emprendidas por la dictadura militar del general Pinochet, y terminaron desapareciendo atomizados en pequeños grupos autónomos. Su última expresión fue el denominado MIR Ejército Guerrillero de los Pobres Patria Libre (MIR EGP-PL), que impulsó acciones armadas durante el inicio del periodo de la llamada transición política. Aunque muchos de sus miembros terminaron encarcelados, la estructura mantiene una pequeña presencia, más bien propagandista, hasta el presente.
El MIR Gutiérrez abandonó cualquier intento de impulsar formas armadas de lucha y trató de desarrollar una estrategia de inserción en el proceso político que se abrió luego del plebiscito de 1988, iniciando a su vez un proceso de disolución luego de que Chile retornara a la democracia. Sin embargo, con anterioridad a ese desplazamiento, esta fracción sufrió una crisis que derivó en un quiebre que dio origen a tres grupos: los que postulaban emigrar al Partido Socialista a otras organizaciones de centroizquierda, argumentando que el MIR ya no tendría sentido con el fin de la dictadura; la Dirección Nacional Provisoria encabezada por Carlos Lafferte, Luciano Vejar, Mauricio Chamorro y Pedro Huerta, fundada por un grupo de direcciones regionales que apostaban por la continuidad del MIR y del proyecto revolucionario en un nuevo contexto político, generando las alianzas con otros grupos de izquierda que dieron forma en 1991 al Movimiento de Izquierda Democrático Allendista (MIDA); y, por último, un grupo de militantes encabezados por el dirigente Demetrio Hernández, miembro del comité central del MIR Político.
Solo mantiene una presencia política relativamente relevante la fracción conducida originalmente por Hernández, quien asumió la dirección del partido a mediados de 1992, luego de la disolución del Comité Central del MIR Político.

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