Introducción
El triunfo de la revolución cubana fue uno de los eventos políticos más importante del siglo pasado, que la mayoría de la población cubana apoyo y por el que muchos arriesgaron su vida, tuvo la capacidad de captar la imaginación, romántico en su ejecución, con un clamor de justicia social, disfrutó de amplio apoyo internacional; Sin embargo, 60 años después de aquel acontecimiento político, el 15 o mas por ciento de la población cubano habían abandonado la isla al sentirse desencantados o traicionados por la revolución. Un proceso de desafecto político llevó a muchos cubanos --entre ellos ardientes simpatizantes en los comienzos-- a dejar su patria y convertirse en refugiados en otros países.
Un cubano estadounidense son aquellas personas que tiene la nacionalidad estadounidenses, pero nacieron con nacionalidad cubana o sus ancestros son o eran cubanos, y tienen residencia en los Estados Unidos, forman parte un grupo étnico o comunidad determinada en ese país.
Muchas localidades en los Estados Unidos tienen grandes poblaciones de cubano estadounidenses pero la localidad más grande esta en Miami, la ciudad que sirvió de casa a muchos exiliados desde los primeros años del triunfo de la revolución cubana. Antes los cubanos se asentaron en la ciudad de Miami en la famosa Pequeña Habana pero últimamente los cubanos han empezado a abandonar la Pequeña Habana para irse a vivir a los suburbios como Kendall, Hialeah y los de un poco mas de ingresos al lindo Coral Gables. Los cubano estadounidenses se han caracterizado por ser muy exitosos en los negocios y han hecho crecer la comunidad cubana como pocas comunidades en los Estados Unidos.
Los cubanos y los cubano estadounidenses
El éxodo cubano tras la llegada de Fidel Castro al poder, alberga cuatro grandes oleadas migratorias, cada una caracterizada por una composición social diferente, con respecto a clase social, raza, educación, género, composición familiar y valores; diferencias que fueron resultado de las cambiantes fases de gobierno revolucionario cubana.
La comunidad cubana y sus descendientes estadounidenses en los Estados Unidos de hoy está compuesta por distintos grupos, a veces incapaces de comprenderse entre sí.
La comunidad cubana y sus descendientes estadounidenses en los Estados Unidos de hoy está compuesta por distintos grupos, a veces incapaces de comprenderse entre sí.
La primera ola: La élite de Cuba.(1959-1962), los que se fueron constituían la elite de Cuba: ejecutivos y propietarios de firmas, grandes comerciantes, propietarios de ingenios, ganaderos, representantes de compañías extranjeras y profesionales. Se fueron cuando la revolución sacudió el viejo orden social con medidas como la nacionalización de la industria y las leyes de reforma agraria, así como el rompimiento de relaciones diplomáticas y comerciales con Estados Unidos. ''Los que esperan'' representan estos primeros refugiados que llegaron pensando que el exilio sería temporal, aguardando por la ayuda estadounidense para derrocar el nuevo gobierno de Cuba.
En esta primera oleada llegó un éxodo compuesto principalmente de cubanos de raza blanca, de la clase profesional, cuyas vidas poseyeron la indulgencia y el ritmo que a veces acompaña la vida de las clases medias y altas en países en vías de desarrollo, junto con todos los atavíos modernos que provenían de su rico vecino del Norte.
Como resultado, el éxodo se duplicó. Castro calificó a todos los que se fueron como ''gusanos''. Aunque seguía siendo un éxodo principalmente de la clase media y alta, esta vez la mayoría era de la clase media, cubanos que quisieron escapar de un intolerable orden nuevo.
La segunda ola: La pequeña burguesía cubana. En el otoño de 1965 empezó un caótico éxodo. Cientos de embarcaciones salieron del puerto cubano de Camarioca rumbo a Miami. Habían recogido miles de parientes para traerlos a EE.UU. Debido a la crisis por los cubanos, a los que percibía como víctimas del comunismo, Washington y el gobierno cubano negociaron la salida de los cubanos a través de un puente aéreo. Los llamados Vuelos de la Libertad estuvieron transportando cubanos diariamente hasta 1974. El éxodo se convirtió en un ordenado movimiento de refugiados. También se estableció el Programa de Refugiados Cubanos. En 1966 entró en efecto la Ley de Ajuste Cubano (CAA, por sus siglas en inglés), que les facilitaba a los nacionales cubanos adquirir la residencia permanente. Todavía está en vigor y le permite a los cubanos que entran en el país solicitar la residencia tras un año y un día, una significativa ventaja en relación con otros inmigrantes. En la mayor ola hasta el momento, más de 250,000 cubanos emigraron a territorio estadounidense.
Esta ola migratoria estuvo compuesta mayoritariamente por la clase obrera y la pequeña burguesía: empleados, artesanos, pequeños comerciantes, trabajadores calificados y semicalificados. Se fueron durante los años de mayor idealismo de la revolución cubana. Para muchos, la Cuba de aquel entonces permanecía llena de romanticismo y bajo la promesa cardinal de un futuro mejor. El paso del tiempo demostró que esas esperanzas eran falsas. Aunque el gobierno cubano hizo verdaderos esfuerzos por llevar la educación y la atención médica a todas las clases sociales, el embargo comercial hemisférico comenzó a sentirse; el éxodo siguió siendo ''una fuga de cerebros'' de profesionales y Cuba no pudo dejar la monoproducción azucarera.
Cuando la emigración empezó a principio de los años 60, 31 por ciento de los cubanos que llegaban eran profesionales o gerentes. En 1970, sólo 12 por ciento lo era, mientras que más de la mitad eran obreros industriales, agrícolas o de servicios. En general, los emigrantes de la segunda ola representaban ''sectores de servicios'': cocineros, jardineros, domésticos, vendedores callejeros, barberos, peluqueros, choferes de taxi y pequeños detallistas. Se fueron cuando Castro lanzó una nueva ''ofensiva revolucionaria'' que confiscó más de 50,000 pequeños negocios de propiedad privada.
Una vez que se terminó la transición económica al socialismo, en los años 70 Cuba experimentó una institucionalización que copiaba las características del comunismo de Europa del Este.
El fracaso de las movilizaciones masivas para conseguir una zafra de 10 millones de toneladas de azúcar en 1970, en las que Fidel Castro apostó el honor de la patria, produjo una profunda conmoción política.
La tercera ola: Los ``marielitos'': el caótico éxodo de embarcaciones que partieron de la bahía del Mariel en 1980, trayendo más de 125,000 cubanos a Estados Unidos. Los cubanos embarcaron desde Miami para traer a sus familias a EE.UU. Muchos lo consiguieron aunque también tuvieron que traer a otras personas que los funcionarios cubanos pusieron en sus embarcaciones. Estos incluyeron a quienes Castro calificó de ''escorias'': presos (presos políticos o verdaderos criminales); enfermos mentales y homosexuales. Muchos de los que salieron por el Mariel habían participado en instituciones políticas como la Unión de Jóvenes Comunistas o los Comités de Defensa de la Revolución, lo que suponía una fuerte integración política. Eran los hijos de la doble moral.
La principal característica de los ''marielitos'' era su juventud. La mayoría eran jóvenes solteros, con o sin familia. Además había una proporción visiblemente mayor de negros. Era un éxodo formado abrumadoramente por trabajadores. Además, también vinieron muchos intelectuales y artistas que se autoidentificaron como la Generación del Mariel. El gobierno estimuló los actos de repudio contra los que se iban. Fueron insultados, golpeados y humillados. Por eso, ''los que tenían esperanzas'' marcaron esta oleada.
La mayoría de los ''marielitos'' crecieron a fines de los años 60 o en los 70, una época en la que los problemas relacionados con la libertad de expresión se agudizaron mucho, especialmente para artistas e intelectuales, y las ''desviaciones'' manifiestas como la homosexualidad, se castigaban con la cárcel.
La cuarta ola: Los balseros: Al término de los años 80, comenzó un nuevo éxodo cubano que no ha terminado aún. La crisis económica en la isla alcanzó más profundidad cuando el comunismo se desplomó en Europa oriental y en la Unión Soviética, dos puntales enormes de la dependencia de Cuba. El impacto fue tan devastador que el propio Fidel Castro declaró un ''período especial''. Para el cubano promedio, la vida en la isla se hizo insoportable, una pesadilla de la que no podían despertar. Más aún, el colapso del comunismo en Europa Oriental tuvo un profundo efecto en muchos cubanos que hasta entonces habían creído que el comunismo era un sistema bueno.
Al principio, el nuevo éxodo cubano era mayormente ilegal. Los cubanos estaban tan desesperados que se iban en balsas, arriesgándose a morir de hambre o de deshidratación, a ahogarse o que se los comieran los tiburones. La crisis, tanto política como económica, se agudizó en el verano de 1994, cuando más de 34,000 cubanos huyeron y se marcharon de la isla.
Un exilio doloroso y traumático.
Todos los que se marcharon de cuba tuvieron que soportar enormes pérdidas, no sólo patrimoniales y nivel social, sino también emocionales, recuerdos, crianza, una vejez cómoda, amigos, compañeros, barrios y trabajo con aquellos con los que compartieron sus vidas.
Contra su voluntad y sus esperanzas, sus vidas se arruinaron, quedaron dolor profundo. La mayoría se fue de Cuba para nunca regresar, de modo que tenían que reconstruir un proyecto de familia y de vida. No todos pudieron establecer nuevos hogares y restaurar parte de sus vidas en el empeño por reencontrarse con familiares y amistades.
Contra su voluntad y sus esperanzas, sus vidas se arruinaron, quedaron dolor profundo. La mayoría se fue de Cuba para nunca regresar, de modo que tenían que reconstruir un proyecto de familia y de vida. No todos pudieron establecer nuevos hogares y restaurar parte de sus vidas en el empeño por reencontrarse con familiares y amistades.
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