Historia
Debido a su ubicación geográfica y a su importancia estratégica, Chipre fue invadida por hititas, asirios, egipcios, persas, ptolemeos, romanos, bizantinos, lusignanos, venecianos, ingleses y turcos a lo largo de la historia.
Chipre, fue sucesivamente invadida ya que su situación estratégica es un punto de encuentro entre Europa, Asia y África. Se conocen más de cien yacimientos arqueológicos que datan entre 3000 a. C. y 2500 a. C. La primera noticia histórica se encuentra en los archivos comerciales de Mari (ciudad estado en el Éufrates) que registran envíos de cobre procedentes de Chipre a fines del siglo xix a. C. o inicios del siglo xviii a. C..
Durante los siglos XVI a. C. y XIII a. C. mantuvo estrecha relación con los semitas de Ugarit (costa de Siria), los hititas (indoeuropeos en el centro de la actual Turquía) y los egipcios. Fue afectada por otras civilizaciones cuando, sobre la región, se abatieron los Pueblos del Mar, entre ellos los primeros griegos hacia el 1200 a. C. Durante estos contactos albergó colonias fenicias y conoció las dominaciones asiria, egipcia y persa.
Entre 333 a. C. y 325 a. C., Alejandro Magno derrota a Persia, y Chipre pasa a formar parte de su imperio. Después de las luchas por la sucesión entre los generales de Alejandro, integró el reino de los Ptolomeo de Egipto hasta que, a mediados del siglo i a. C.], pasó a dominio romano.
Durante el siglo i d. C., estuvo San Pablo en Chipre. Éste y San Bernabé, considerado el fundador de la Iglesia en Chipre, introdujeron el cristianismo en la isla.
El Imperio Bizantino
Tras la división del Imperio Romano en dos mitades, oriental y occidental, Chipre estuvo bajo el dominio de Bizancio, o Imperio Romano de Oriente. Las ciudades de Chipre fueron destruidas por dos terremotos sucesivos en el 332 y 342 d. C. y esto marcó el fin de una era y, al mismo tiempo el comienzo de una nueva, más conectada con la vida moderna en Chipre. La mayoría de las ciudades no fueron reconstruidas, salvo Salamina que fue reconstruida en una escala más pequeña y renombrada Constantia en honor del emperador romano Constancio II, hijo de Constantino el Grande, que residía en Constantinopla. La nueva ciudad se convirtió en la capital de la isla. Fue principalmente cristiana y debido a esto algunas alteraciones se hicieron durante la reconstrucción. La palestra fue convertida en un lugar de encuentro y muchos elementos arquitectónicos fueron utilizados para construir amplias iglesias decoradas con murales, mosaicos y mármoles de colores.
El evento principal en Chipre en este período fue la difusión de la fe cristiana. En ese momento, su obispo, aun sujeto al Papado, se hizo autocéfalo por el Concilio de Éfeso. Las personas se volcaron en materia de fe, especialmente en la lucha contra los esfuerzos del Patriarca de Antioquía por poner a la Iglesia de Chipre bajo su control. Esta lucha fue finalmente un éxito, cuando en 488 el arzobispo Antemio guiado por un sueño descubrió la tumba de Bernabé con el cuerpo del santo en un ataúd y en su pecho una copia del Evangelio de Mateo escrito por el propio Bernabé. Con las reliquias, Antemio corrió a Constantinopla y las presentó al emperador Zenón.
Este último quedó muy impresionado y no sólo confirmó la independencia de la Iglesia de Chipre, pero también le dio al arzobispo a perpetuidad tres privilegios que son tan vivos hoy como lo fueron entonces, a saber, llevar un cetro en lugar de un equipo pastoral , firmar con tinta roja y de llevar un manto púrpura durante los servicios. Tal fue el peso que adquirió la Iglesia de Chipre que a principios del siglo séptimo, el patriarca de Alejandría era Juan el Misericordioso de Amathus. Otro chipriota importante de la época es el escritor eclesiástico Leoncio de Neápolis.
Las Cruzadas
En 1191 fue conquistada por Ricardo Corazón de León, cuya flota se dirigía a Tierra Santa durante la Tercera Cruzada. Posteriormente, la vendió por cien mil denarios a los caballeros Templarios que la revendieron al mismo precio al caballero cruzado Guy de Lusignan.
Así se estableció un reino cristiano (Reino de Chipre) y la Iglesia católica reemplazó a la ortodoxa, pero las anteriores costumbres se siguieron practicando. La dinastía Lusignana terminó cuando la última reina, Caterina Cornaro, cedió la isla a la República de Venecia en 1489.
Durante la dominación veneciana, los otomanos realizaron a veces incursiones en Chipre. En 1489, el primer año de control veneciano, los otomanos atacaron la península de Karpass, saqueando y llevándose cautivos para venderlos como esclavos. En 1539, la flota otomana atacó y destruyó Limassol, Temiendo la expansión del Imperio otomano, los venecianos habían fortificado Famagusta, Nicosia y Kyrenia, pero la mayoría de las demás ciudades fueron presa fácil.
En el verano de 1570, los otomanos volvieron a atacar, pero esta vez con una invasión a gran escala en lugar de una incursión. Unos 60.000 soldados, incluyendo caballería y artillería, bajo el mando de Lala Mustafa Pasha desembarcaron sin oposición cerca de Limassol el 2 de julio de 1570 y sitiaron Nicosia. La ciudad cayó el 9 de septiembre de 1570; 20.000 nicosianos fueron masacrados y todas las iglesias, edificios públicos y palacios fueron saqueados. Sólo se salvaron las mujeres y los niños que fueron capturados para ser vendidos como esclavos.
La noticia de la masacre se extendió y pocos días después Mustafá tomó Kyrenia sin tener que disparar un solo tiro. Los ciudadanos de Famagusta, en cambio, dirigidos por el comandante veneciano Marco Antonio Bragadin, opusieron una resistencia heroica que llevó al asedio de la ciudad durante aproximadamente un año, desde septiembre de 1570 hasta agosto de 1571. Cuando los otomanos acabaron abriendo una brecha en las fortificaciones, se produjo una masacre de la mayoría de los cristianos que quedaban en la ciudad, a pesar de que el comandante otomano había acordado previamente que, a cambio de la rendición de la ciudad, se garantizaría el paso seguro de los cristianos a Creta.
A Bragadin le cortaron las orejas y la nariz y, tras ser arrojado a la cárcel durante dos semanas, fue arrastrado alrededor de las murallas con sacos de tierra y piedras en la espalda, y luego atado desnudo a una columna en la plaza principal y desollado vivo.
Dominio Otomano.
La caída de Famagusta marcó el fin de la dominación veneciana y el comienzo del periodo otomano en Chipre, con Lala Mustafa Pasha como primer gobernador turco de la isla.
El 25 de mayo de 1571, el Papa Pío V formó la Santa Liga, una coalición entre los Estados Pontificios, Malta, el Imperio español de los Habsburgo, la República de Venecia, la República de Génova y algunos otros estados italianos. Cuatro meses más tarde, el 7 de octubre, las fuerzas navales de la Liga, compuestas principalmente por barcos venecianos, españoles y papales bajo el mando de Don Juan de Austria, derrotaron a la flota turca en la batalla de Lepanto en una de las batallas decisivas en general -y navales en particular- de la historia mundial. La victoria sobre los otomanos, sin embargo, llegó demasiado tarde para ayudar a Chipre, y la isla permaneció bajo dominio otomano durante los tres siglos siguientes. En 1573 los venecianos abandonaron Chipre, eliminando la influencia de la Iglesia católica.
Los otomanos gobernaron la isla mediante el sistema Millet donde todos los individuos fueron clasificados según su religión. Chipre estuvo bajo dominio turco hasta 1878, cuando su administración pasó al Reino Unido. Hasta la Primera Guerra Mundial, la isla perteneció legalmente al Imperio otomano, momento en que fue anexionada por Gran Bretaña debido a su beligerancia aliada con los Imperios Centrales. En 1960, obtiene su independencia.
El dominio británico no pudo contener las aspiraciones propias de ambas comunidades. Los greco-chipriotas habían iniciado en 1830, cuando nace el estado griego, un reclamo por la enosis (unión con Grecia, con la que tenían vínculos culturales e históricos). Contrariamente, los turco-chipriotas conformaron la “Volkan”, una milicia que en 1958 pasó a llamarse Organización de Resistencia Turca (TMT) cuyo objeto era evitar la enosis apoyando el taksim, reparto de la isla entre Turquía y Grecia..
Las demandas derivaron en una lucha violenta, dirigida por la Organización Nacional de Luchadores Chipriotas, con el respaldo del Arzobispo Makarios III, arzobispo y primado de la Iglesia Autocéfala Ortodoxa de Chipre. Ante tal situación, los turcos pasaron a apoyar el dominio británico para evitar ser súbditos de un estado griego.
Ante el costo militar y en vidas humanas que demandaba al Reino Unido mantener la situación colonial, este país invitó a Grecia y a Turquía a encontrar una solución a la cuestión chipriota. Ello derivó en el Acuerdo de Zúrich de 1958 y en el Acuerdo de Londres de 1959.24 Los mismos entraron en vigor el 16 de agosto de 1960 con el nacimiento de la República de Chipre a través de una compleja constitución cuyos principales puntos eran:
República bicomunal con estatus igualitario de ambas comunidades.
Grecia, Turquía y el Reino Unido serían las potencias garantes, con derecho de intervención cuando el régimen constitucional se viera en peligro.
Con la finalidad de evitar la enosis, se declaró que Chipre no podía unirse a ningún estado, grupos de estados y organizaciones de las que Grecia y Turquía fueran parte. También se estableció la no participación, en todo o en parte, de la República de Chipre en una unión política o económica con otro Estado.
El poder ejecutivo quedaba a cargo de un Presidente greco-chipriota, y un Vicepresidente turco-chipriota, elegidos por sus respectivas comunidades por sufragio universal.
Ambos gozarían de poderes idénticos, con derecho a veto.
El poder legislativo (casa de los representantes) con integrantes elegidos por cada comunidad en proporción 70/30.
Cada comunidad dispondría de su propia cámara legislativa comunal con competencias en el ámbito religioso y cultural entre otras.
Las dos comunidades aceptaron en los tratados renunciar a sus demandas de enosis y taksim.
División intercomunal
El líder grecochipriota, Makarios, contrario a la igualdad intercomunal, buscó eliminar el derecho a veto de los turco-chipriotas a través de la modificación de la constitución. El rechazo de estos provocó diversos actos de violencia en el año 1963, que tendrán su culmen en el mencionado año, al siguiente y en 1967.
Consecuentemente, los turco-chipriotas se vieron obligados a dejar sectores de la isla, aislarse en enclaves y dejar sus puestos laborales. El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la instalación de una fuerza de paz en la isla UNFICYP, todavía desplegada en la misma.
Operaciones militares turcas
El 15 de julio de 1974 se efectúa en la isla un golpe de Estado contra el gobierno de Makarios. Este fue liderado por un grupo de militares griegos y grecochipriotas con la intención de revivir la enosis.
Esto alarmó a Turquía que temía por la minoría turcochipriota que se había comprometido a defender por el tratado de garantías que había dado origen al estado chipriota. Por ello, llevó a cabo una masiva invasión del sector norte de Chipre a través de la denominada Operación Atila (también denominada por los turcos “Operación de Mantenimiento de la Paz”).
El 37 % de territorio quedó en manos turcas y, entre 140 000 y 160 000 grecochipriotas tuvieron que huir de la parte norte de la isla.
Desde entonces los grecochipriotas reclaman la posibilidad de retorno de los refugiados a sus tierras y a sus propiedades. Turquía, por su parte, respondió con la proclamación en 1975 del “Estado Federado Turco de Chipre” y en noviembre de 1983 con una declaración de independencia que convirtió al norte del país en la República Turca del Norte de Chipre (RTNC), con Rauf Denktash como presidente.
Situación posterior a la invasión turca
En 1999, la Unión Europea estableció en el Consejo Europeo de Helsinki que la reunificación no era una precondición para la adhesión de Chipre. Grecia amenazó con vetar la candidatura de Turquía si no se incluía esta decisión.
Las Naciones Unidas han realizado innumerables esfuerzos para la solución del conflicto a través de la reunificación. Las propuestas realizadas por el secretario general de Naciones Unidas en 1984, 1986 y en 1992 fueron rechazadas por los grecochipriotas por no admitir la igualdad política entre las dos comunidades. Otros intentos de solución al conflicto fracasaron en 1996 y 1997, debido a que a los turcochipriotas no se los reconocía como Estado independiente.
El entonces secretario general de la ONU, Kofi Annan, presentó una nueva propuesta en 2002 conocida como Plan Annan que incluía conceptos que provocaron fuertes reticencias entre la comunidad griega. Revisada en 2003, establecía la creación de una federación de dos estados –el Estado Greco Chipriota y el Estado Turco Chipriota– unidos conjuntamente por un gobierno federal con escaso poder, algo similar a lo que es Bosnia-Herzegovina o a lo que fue Serbia-Montenegro.
Después de innumerables conversaciones, el 24 de abril de 2004, el Plan Annan fue presentado para su ratificación en referéndum en ambas comunidades.
Los turcochipriotas, ignorando el consejo de su presidente Rauf Denktash (que recomendaba votar en contra), aprobaron la propuesta por el 65 % de su población. La comunidad grecochipriota rechazó el plan y, con ello, se acababan todas las esperanzas de que una Chipre unificada pudiera acceder a la UE el 1 de mayo de 2004. Gran parte de la población grecochipriota pensaba que el plan daba demasiados poderes a la parte turca. El principal escollo fue la oposición griega a que no todos los refugiados grecochipriotas pudieran volver a sus casas, que las tropas turcas pudieran permanecer en la isla indefinidamente y que también lo hicieran los 45.000 colonos turcos afincados en la misma.